Perelló se "compromete" a defender la independencia judicial y la aplicación de la ley "frente a cualquiera"
La primera mujer que preside el Tribunal Supremo abre el curso judicial con un discurso de apoyo a los jueces frente a los "ataques injustificados" y pide a las fuerzas políticas que "respeten su trabajo"
5 septiembre, 2024 13:00La nueva presidenta del Poder Judicial, Isabel Perelló, ha expresado este jueves su "compromiso" con la defensa de la independencia judicial, una independencia que calificó de "blindada" y sin que "ningún poder del Estado pueda darnos indicaciones".
Así lo ha subrayado en su primer discurso de apertura del año judicial, en el que ha remarcado que los jueces deben "aplicar la ley frente a cualquiera y en cualquier circunstancia", en una velada referencia a las recientes críticas políticas de 'lawfare'.
Por primera vez en la historia una mujer ha ocupado el centro del estrado del imponente salón de plenos del Tribunal Supremo en la apertura del año judicial, el acto más solemne del mundo judicial, presidido por el Rey.
Perelló, elegida presidenta del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial el pasado martes, ha roto el más alto 'techo de cristal' -no el único- que ha permanecido en la carrera judicial 47 años después de que la primera mujer ingresara en ella, en 1977, un año antes de la aprobación de la Constitución que consagra la igualdad.
A la derecha de Felipe VI, Perelló ha pronunciado su primer discurso de inicio del curso judicial, para cuya preparación apenas si ha tenido tiempo dado su nombramiento 'in extremis' por los vocales del CGPJ hace solo 48 horas.
Nada más empezar la lectura de su discurso Perelló se ha referido a su elección y la ha considerado "un reconocimiento a todas las mujeres que trabajan en la Administración de Justicia cualesquiera que sean las funciones que desarrollen".
"Hoy tiene que ser un día de reconocimiento y agradecimiento a todas las mujeres de nuestro país que a lo largo de la historia han luchado por la defensa del derecho a la igualdad y por acabar con de la inmerecida invisibilidad a la que se han visto sometidas las mujeres en los distintos ámbitos de la vida profesional y social", ha dicho.
El tono en ocasiones vacilante de lectura del discurso no ha impedido que Perelló haya dejado claras las líneas maestras de su pensamiento sobre el Poder Judicial. No ha optado, como sus antecesores, por una intervención de profundidad jurídica, sino por un discurso cuya virtud ha sido tocar casi todos los asuntos que hoy preocupan a los jueces: los ataques provenientes de fuerzas políticas, la defensa del trabajo judicial y de su independencia y los desafíos del nuevo CGPJ, en particular, los más de 100 nombramientos discrecionales que tiene pendientes. Se harán "respetando estrictamente los principios de mérito y capacidad", ha asegurado.
Una llamativa omisión ha sido que Perelló no ha hecho alusión alguna al encargo encomendado al CGPJ para que, en seis meses que ya han empezado a correr, haga una propuesta de reforma del sistema de elección de los 12 vocales del Consejo que deben provenir de la carrera.
Independencia judicial
La presidenta del Poder Judicial ha asegurado que el nuevo Consejo General del Poder Judicial "está preparado" para los retos que se le presentan y no ha dejado de subrayar -delante del ministro de Justicia, Félix Bolaños- que han sido sus vocales y no el poder político, los que han elegido a la presidenta. No ha sucedido así en anteriores ocasiones: el nombre de sus antecesores fue pactado entre PSOE y PP, mientras que ella ni siquiera era la opción prioritaria del sector progresista del CGPJ.
"Quiero hacer proclamación expresa de mi compromiso y el del Consejo que presido con en el cumplimiento de esa función esencial de velar por la independencia judicial", ha manifestado.
"Las resoluciones judiciales son susceptibles de crítica", ha dicho, "pero críticas y discrepancias nada tienen que ver con la descalificación o el insulto".
Perelló ha hecho "un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado para respeten el trabajo que los jueces y magistrados realizan".
"Las posibles irregularidades que pudieran producirse en el ejercicio de la función jurisdiccional tienen sus propios mecanismos de corrección a través de las vías de impugnación previstas en las leyes procesales", ha recordado, pero es necesario "evitar ataques injustificados, que pueden llegar a socavar la legitimidad y la reputación de la Administración de Justicia o de sus integrantes".
La presidenta del Poder Judicial ha asegurado que la falta de renovación del CGPJ durante cinco años y sus consecuencias en funcionamiento de los tribunales "no nos han sumido en el desánimo", sino que "los jueces y juezas de este país hemos seguido trabajando con total entrega en la aplicación de la ley frente a cualquiera y en cualquier circunstancia, porque en un Estado democrático y de Derecho nadie está por encima de la ley".
"Estoy convencida de que, en el Tribunal Supremo, siempre trabajaremos para conseguir que nuestro esfuerzo se traduzca en un progreso tangible y en una justicia, mejor, más rápida, eficaz y accesible para todos los ciudadanos", ha finalizado.