Bárcenas, 8 años, 4,5 millones y una delación después: sale a la calle el tesorero de "M. Rajoy"
- Llegó a acumular cerca de 50 millones en cuentas en Suiza. Aceptó que desbloquearan sus fondos y pagó por la responsabilidad civil del 'caso Gürtel'.
- Más información: El extesorero del PP Luis Bárcenas obtiene la libertad condicional: el juez le considera reinsertado y arrepentido
Los últimos meses de Luis Bárcenas en prisión no han sido tales. En diciembre de 2022 consiguió tener que acudir únicamente a dormir al centro de reinserción Victoria Kent en Madrid, en marzo de este año le otorgaron el tercer grado y desde agosto simplemente llevaba un dispositivo de localización en el tobillo con el que podía estar todas las noches en su domicilio.
Ha pasado ocho años y tres meses en la cárcel. Y tras esos beneficios penitenciarios de los últimos tiempos, en breve quedará en libertad condicional. Así lo ha decidido el juez de Vigilancia de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, y la Fiscalía ya ha aceptado la decisión.
El extesorero del PP, el hombre que destapó la corrupción que acabó políticamente con el Gobierno de Mariano Rajoy, cumplirá menos de una cuarta parte de la pena que le había sido impuesta. El Tribunal Supremo lo condenó a 29 años de prisión por delitos de blanqueo, contra la hacienda pública y por apropiación indebida, aunque fijó el cumplimiento máximo en 12 años.
Antes de llegar a eso, Bárcenas podía pedir la libertad condicional al haber cumplido dos terceras partes de su pena. Y aunque fue condenado a otros dos años de prisión -después rebajados a ocho meses- al reconocer su implicación en la llamada caja B del PP, ese momento ha llegado.
Bárcenas ha participado desde entonces en varios talleres de reinserción, uno de ellos como parte de un programa de intervención en delitos económicos, dedicado a condenados por corrupción. Colaboraba con varias ONG, acudía a un comedor social regentado por una orden religiosa y había conseguido un trabajo, como contable en una empresa de su hijo Willy Bárcenas, el cantante del grupo Taburete.
Por todos estos hechos, el juez lo considera arrepentido, reinsertado y cree “prácticamente imposible” que vuelva a cometer los mismos delitos. Aunque ese buen comportamiento viene ya de hace años.
Cambio de estrategia
El antiguo tesorero y senador del PP entró por primera vez en prisión preventiva en 2013 y la abandonó bajo fianza año y medio después. En ese momento negaba su implicación en el caso Gürtel, por el que finalmente fue condenado, pero los movimientos de sus cuentas en el extranjero alertaron a los jueces y le obligaron a cambiar de estrategia.
Del caso Gürtel se pasó al caso Bárcenas, cuando primero el diario El Mundo y después El País publicaron que existía una contabilidad b en el Partido Popular por la que algunos de sus principales dirigentes recibían cantidades en efectivo que llegaban hasta los 15.000 euros mensuales.
Poco antes de entrar en la cárcel, Bárcenas concedió una entrevista a Pedro J. Ramírez, entonces director de El Mundo, que fue publicada ya con el extesorero en prisión y en la que reconocía la veracidad de esos pagos en negro.
"Al menos los últimos 20 años el PP ha estado financiándose de forma ilegal, recibiendo donaciones en metálico de constructores y otros empresarios que a su vez obtenían adjudicaciones o contratos de las administraciones gobernadas por el partido", decía entonces Bárcenas.
Apuntaba alto, aunque aún no daba nombres. Y cuando empezaron a salir escándalos, Rajoy dijo aquello de "no es cierto salvo alguna cosa".
Dinero en Suiza
Bárcenas, que también se habría beneficiado de las mordidas, durante todo ese tiempo fue desviando dinero a varias cuentas en Suiza, donde llegó a acumular casi 50 millones de euros.
Durante el juicio por la Gürtel, el extesorero del PP desvinculó a su mujer, Rosalía Iglesias -también condenada-, y afirmó: "Suiza no es como una oficina del BBVA. Se entra en coche por el garaje, te acompaña un señor muy amable vestido de librea en el ascensor y no tienes ni idea de dónde estás".
Tras ser condenado por el Supremo a esos 29 años de prisión -le rebajaron la pena tras una primera sentencia de 33 años-, la Audiencia Nacional pidió a Suiza que desbloqueara 58 millones que varios integrantes de la trama tenían en cuentas opacas. De ellos, 36,2 pertenecían a Bárcenas.
Las autoridades suizas accedieron a ello y con esos fondos transferidos a España, el condenado pudo pagar los 4,5 millones en concepto de responsabilidad civil que le había exigido el juez en la sentencia de la Gürtel. Ahora la Audiencia Nacional reconoce que ha cumplido con la Justicia y que también ha saldado todas sus deudas.
Tirar de la manta
Tras haber reconocido los hechos, Bárcenas siguió colaborando con la Justicia en un caso por el que la Audiencia Nacional juzgó la reforma de la sede del PP en la calle Génova, pagada con fondos de esa llamada caja B.
Una vez más, Bárcenas admitió su implicación y en 2021 afirmó, por primera vez en una vista oral, que esa contabilidad b del PP existía y que buena parte de la plana mayor del partido había recibido sobresueldos. Desde Mariano Rajoy o María Dolores de Cospedal, a Ángel Acebes, Rodrigo Rato, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja o Federico Trillo.
Fue entonces cuando la Unidad de Delitos Económicos (UDEF) encontró unas anotaciones de Bárcenas en las que aparecía el nombre de M. Rajoy. Era parte de lo que el extesorero llamó "contabilidad extracontable", los papeles de Bárcenas. Unas pruebas que el juez nunca llegó a tener en cuenta.
La Fiscalía Anticorrupción pedía para Bárcenas cinco años de prisión, pero le aplicaron el atenuante de confesión al haber mostrado una "colaboración real, activa y eficaz", de modo que la pena quedó en dos años. Además, hace sólo un mes el Supremo rebajó aún más la condena a ocho meses de prisión por considerar que el proceso, que comenzó en 2008, había sufrido dilaciones indebidas.
La rebaja de su pena, al haber colaborado con la Justicia, podría servir de ejemplo para otros imputados, como el comisionista Víctor de Aldama.
En la práctica, esa reducción de condena no afectará a Luis Bárcenas, que en breve quedará en libertad provisional. Debe conservar el empleo que ya tiene, comunicar una residencia fija y seguir acudiendo periódicamente al centro Victoria Kent para controlar su situación.
Hasta ahora se ha mostrado firme en su camino a la redención. En septiembre de 2028, si nada cambia, ese viaje llegará a su fin con la extinción completa de su pena.