La industria de los videojuegos es muy desconocido para determinadas generaciones, sin embargo, se ha convertido en uno de los sectores que genera un mayor impacto económico a nivel mundial y que ya empieza a levantar curiosidad a los fondos de inversiones, que ven en ellos una gran oportunidad. "El sector de los videojuegos duplica lo que generan el de la música y el cine juntos, es una realidad", ha manifestado Javier Ramos, cofundador y CEO de Kaiju Group.
Pese a que Málaga ya empieza a apostar con fuerza por el videojuego con aperturas como la del museo OXO, que se convirtió unas semanas después de su inicio en el segundo museo más visitado de la ciudad, solo por detrás del Picasso, la realidad es que tanto Ramos como Roger Giménez, director académico de Animum Creativity Advanced School, coinciden en que le hace falta un "gran estudio" dedicado al videojuego.
Giménez sostiene que tiene que llegar alguien que "arriesgue", pues "el talento y la gente formada está". "Hace falta alguien que vea a Málaga como un atractivo donde vivir y seguir atrayendo al talento", ha dicho, a la par que cree que Madrid o Barcelona siguen haciendo daño a la ciudad en este sentido.
En este sentido, Javier Ramos se considera "positivo" con el futuro y está convencido que dentro de cinco años llegará a Málaga algún estudio potente o varios pequeños estudios en diferentes niveles.
Así, ambos han apuntado en la necesidad de que los fondos de inversión no vean el videojuego como algo banal, sino como algo muy rentable. Giménez ha incidido en que son una muy buena inversión, pues los videojuegos siempre tienen detrás "cifras ascendentes y varios ceros detrás". "Grandes producciones que han costado 900 millones de dólares han logrado el día del lanzamiento 900 millones de dólares. Es muy rentable", añadía Ramos, que también cree que los fondos ya tantean el mundo del videojuego, pero que por un motivo o por otro, no trasciende, al menos de momento.
Roger Giménez, desde su experiencia en Animum, ha animado a que cualquiera con mucho interés y ganas de aprender puede encontrar hueco en el sector del videojuego, pues la horquilla de trabajadores es muy amplia: "Hacen falta desde periodistas hasta animadores 3D". "En Animum tenemos a estudiantes de todas las áreas que no vienen necesariamente de Bellas Artes. Hay informáticos, arquitectos o hasta pilotos de aviones", ha dicho.
Según ha manifestado, el foco de su escuela es "formar artistas al máximo nivel" con docentes con una gran experiencia y que, a su vez, se siguen formando. Ante el público joven presente en la sala, ha recomendado que tengan muy en cuenta la amplia oferta formativa del sector y, aunque les lleve tiempo, elijan bien y vean en qué lugares han trabajado los docentes de la escuela que elijan y qué videojuegos han creado, por ejemplo.
Por su parte, Ramos les ha recordado que el hecho de que les guste los videojuegos no significa que valgan para ello y que deben ver cuáles son sus fortalezas y debilidades antes de decidir a qué quieren dedicarse. "Os llama la atención el testeo, probar videojuegos. Pero no es solo jugar a videojuegos. Ser tester no es sencillo, hay que tener muy buena formación y es una labor dura y tediosa, con procesos peliagudos", ha resaltado.
Giménez ha hecho hincapié en la formación, pues "ir por libre es muy difícil" y "el nivel de exigencia es alto". "Debéis tener quien os de los skills necesarios para estar dentro de una empresa. La oferta formativa ha de proporcionaros esa garantía", ha expresado.
Reciclaje y nuevos perfiles
Ambos han coincidido en que sus docentes sus temarios siempre están en constante "reciclaje" ante la rapidez con la que avanzan las nuevas tecnologías. "Ver hacia dónde va la industria es fundamental. En un chasquido de dedos estamos constantemente cambiando el temario. Hay que reciclarse y no estudiar algo que ya no esté en el mercado", ha contado Ramos. De la misma forma, Roger Giménez ha apuntado que es clave que los propios profesores sean personas activas en la industria trabajando en sitios punteros. De esa forma se garantiza la innovación.
Pese a que ahora se ha normalizado la labor de los casters, personas que narran partidas de videojuegos, la realidad es que hace unos años no era ni imaginable este nuevo perfil laboral en el sector. "Cada vez hay más nuevas profesiones. En programación, hay muchas ramas y en lo artístico también. Hay que estar al loro para cazar oportunidades y tener la formación necesaria", ha expresado Giménez.
Javier Ramos ha zanjado la conversación diciendo que "las normas han cambiado" y pasando el balón a los jóvenes, que creen que son ellos los que tienen que revolucionar el mercado con "creatividad y nuevas ideas". "Que nadie os diga lo que se puede o no puede hacer", les ha recomendado.
En su caso, junto a sus socios, hace más de una década trató de presentar un dossier de un evento dedicado al mundo del videojuego que causó "risa" a una empresa. Aquel dossier, prácticamente diez años más tarde, se convirtió en Gamepolis, uno de los eventos del videojuego más importantes de España que en su pasada edición generó once millones de euros de impacto en la ciudad de Málaga.