Innovación y educación son dos términos que históricamente han caminado de la mano. Sin embargo, la constante evolución tecnológica ha obligado a reformular los conceptos para avanzar en la excelencia formativa. Haciendo uso del método mayeútico, cabe recurrir a la duda para encontrar la respuesta: ¿cómo se incluye la innovación en el proceso educativo? La clave, según los expertos, pasaría por combinar píldoras formativas breves, una educación continuada desde los 0 años y la implementación de proyectos a largo plazo. Todo ello, aprovechando el talento local.
Esa, precisamente, ha sido la cuestión que se ha tratado en la cuarta mesa redonda del foro Málaga en la vanguardia del talento: educación, innovación y tecnología. Sobre esta idea, José Antonio Buzón, CEO de Vértice eLearning, ha defendido la necesidad de tratar este campo como una matriz de varias dimensiones, en la que la tecnología, metodología y otros vínculos den lugar a iniciativas e ideas que aplicar de distinta manera.
El objetivo, ha expuesto, no es otro que dar respuesta a un problema evidente: en España hay 125.000 puestos vacantes que no se pueden cubrir porque “no tenemos profesionales”. La mayoría de ellos relacionados con 16 sectores estratégicos como ciberseguridad, sostenibilidad, logística…
De los 20 millones de personas que componen la población activa, prácticamente el 50% no tienen acreditada su competencia profesional, ha expuesto: “Hay que formar y no tenemos personas (para esos puestos).
Del mismo modo, ha asegurado que “siempre se nos olvida” que la sociedad demanda cada vez píldoras formativas más cortas: “Va a permitir poner a profesionales del sector cada vez más rápido. En ese ámbito, la administración podría ayudar dando visibilidad”. Algo que se podría completar con itinerarios formativos personalizados: “Tendríamos que llegar a zonas rurales o personas que quieran reciclarse”, ha afirmado.
Natividad Calvente, directora de Relaciones Institucionales de Novartis, ha apostado por la preparación del sector farmacéutico ante el reto venidero: “Para llegar a nuestros objetivos, le daría la vuelta a la pregunta: ¿cómo educar innovando?”. La estrategia marcada por Novartis pasa por implementar proyectos largoplacistas sobre los que ya se está trabajando con las generaciones más jóvenes: “Es muy importante formatear las vocaciones”.
Málaga, como atracción internacional
Enrique Javier Benítez Palma, economista del área de Atracción y Captación de Inversiones de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), ha afirmado que el desafío multidimensional nace de la necesidad de invertir recursos en modernizar el sistema educativo. Precisamente, es uno de los campos estratégicos recogidos en el marco europeo para la asignación de los fondos Next Generation.
¿Qué hay del posicionamiento de la ciudad en el panorama internacional? “Las empresas extranjeras no piden ayudas públicas para instalarse en Málaga, pero sí un espacio y captación de talento”, ha afirmado. La realidad, en las conversaciones mantenidas con instituciones finlandesas, cabe en una frase: “Es más fácil atraer ese talento ofreciendo una oficina en Málaga que en Helsinki”.
Así, pese a lo positivo que resulta captar talento extranjero, “tenemos que captar” talento local para cubrir la demanda existente.
Mayor cercanía entre empresas y universidades
Miguel Briones Artacho, delegado territorial de Desarrollo Educativo, Formación Profesional y Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía en Málaga ha asegurado que “ya sabemos el análisis”: “Se ha hecho un diagnóstico impecable, pero seguimos hablando de lo mismo. Las empresas y las universidades tienen que estar más cerca. Ese nexo de unión que forme y busque empleabilidad tiene que venir de la administración pública como obligación irrenunciable”.
Briones ha defendido que se pueden formar futuros profesionales desde los cero años, empezando el proceso con el nacimiento de la persona y finalizando con su fallecimiento: “Tiene que haber un cambio de mentalidad. La estructura organizativa de la Junta habla de ese discurso, que no puede quedar solo en palabras. Estamos en el mejor de los escenarios para hacer de Andalucía la punta de lanza del crecimiento”.
¿Cuál es entonces la línea trazada? El delegado de Educación ha abogado por “conectar todo eso”: “Una mesa social de formación profesional y empleo en el ámbito autonómico, que pueda buscar alianzas con otras comunidades”. Entre las herramientas aplicables, ha apuntado a las cámaras de comercio, parques tecnológicos, universidades públicas y privadas.
Una FP de calidad
“Dejemos de implantar ciclos formativos baratos y económicos que no se traducen en riqueza, empleabilidad, desarrollo y cohesión social”, ha defendido.
Miguel Briones ha incidido en una de las afirmativas más repetidas en el ámbito educativo: “Se dice que en Alemania la FP funciona muy bien y aquí ha fracasado. Tenemos cada vez más multinacionales, pero qué ocurre con las pymes. No pasa nada si en vez de mandar alumnos a grandes empresas al extranjero, los mandas a alguna pequeña”.
El modelo, en definitiva, tiene que ser más pragmático: replanteamiento de la digitalización conceptual, incrementar la digitalización como competencia y transformar todo eso en un valor añadido: “Que el centro acabe incorporándose a un proyecto de innovación sólido”.