¿Para qué esperar meses para ver al especialista, si se pueden usar datos para saber que se necesita una resonancia y programarla? ¿Para qué redactar informes, si puede hacerlo una tecnología tras escuchar la charla entre médico y paciente? Son solo dos de los cambios que puede introducir la Inteligencia Artificial en la sanidad, aunque los expertos advierten: hay que estar preparado para cambiar la mentalidad.

Un reto expuesto en la tercera jornada del IV Simposio del Observatorio de la Sanidad organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. 

Llevará un tiempo, pero será necesario para que se deje de usar la IA "como un juguete" en el sector, ha expuesto Ángel Blanco, director de Sistemas y Transformación Digital de Quirónsalud. 

"La IA es una herramienta que va a suponer un paso revolucionario en diagnóstico y tratamiento", ha dicho, si se tiene en cuenta que no se trata de "acumular datos para seguir más tiempo sin cambiar los procesos".

"Mientras la organización no cambie sus procesos de relación con el paciente…", ha apuntado, para explicar que la IA podría ofrecer pruebas recomendadas antes de que al paciente le vea el especialista, un sistema con el que se ganaría tiempo, pero que ha encontrado fuerte oposición entre los profesionales sanitarios.

"Hemos ido a juicio porque los especialistas no lo aceptaban", ha subrayado Blanco, que ha admitido que a este cambio de modelo "hay que echarle valor".

Por ahora, es algo "muy incipiente", ha destacado Javier Ochoa, Technology associate director de Accenture Iberia, aunque sus ventajas son evidentes. "El 40% de horas de la Sanidad pueden ser aprovechables gracias a la IA generativa" ha advertido.

¿Cómo? Por ejemplo dejando de hacer informes médicos, una tarea "tediosa", en palabras de Albert Triola, CEO de Oracle en España, de la que quedarían eximidos los médicos. Bastaría con dejar el móvil con un app abierta sobre la mesa, durante la consulta, para que la IA recopilase los datos relevantes de la charla y elaborase el documento.

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"Yo ya no te voy a insistir en que hagas un informe bien hecho. El informe ya está hecho por IA generativa", ha completado Blanco. También funcionan ya los chatbots en servicios como el de Oncología de Quirón. El 44% de las respuestas que se dan a pacientes con preguntas antes por ejemplo de un ciclo de quimio las resuelve este sistema.

"No ha venido a sustituir a todos, sí a los malos. No a los buenos", ha agregado antes de recordar que hace un par de décadas se pensaba que la inclusión de robot en la sala de operaciones se debía a presuntas carencias de los profesionales, mientras que hoy nadie duda de su papel como complemento.

Aunque hay que conocer también los riesgos de la IA generativa, ha puntualizado Manuel Gallardo, director de Data Analytics e Inteligencia Artificial del Grupo Oesía. 

Gallardo ha comentado que el desarrollo de la IA "es dispar". "En imagen el avance es enorme", ha comentado, estando aún por ver cómo se desarrollan los pacientes con la generativa. "Desde el punto tecnológico las posibilidades son infinitas, pero desde el punto legal hay retos", ha señalado.

Al respecto, Gabriel López, Government Affairs director de Microsoft, ha apuntado que hay "distintos modelos jurídicos" para abordar el asunto: la perspectiva asiática, la europea y la estadounidense, que cuenta con un matiz relevante. 

"Se trata de que no podemos hablar de regiones. Necesitamos un entendimiento a nivel global", ha resaltado. Mientras, mucha regulación a nivel europeo camina ya en dirección "a establecer guías de trabajo protegiendo derechos fundamentales".

Una cuestión que roza con el asunto de la normativa es la preocupación por la seguridad del dato. Aspecto ante el que Triola ha mencionado el sistema de "nube soberana".

"No hay forma de que los datos salgan de Europa, está físicamente desconectada", ha comentado, por lo que se podría ensayar una nube soberana que aplicara a un único hospital, si hay reticencias, para que "se empiece por algo".