Alejandro Magno cruzando el río Gránico en una pintura de Charles Le Brun.

Alejandro Magno cruzando el río Gránico en una pintura de Charles Le Brun. Wikimedia Commons

Historia

Identifican el escenario perdido de una batalla crucial entre Alejandro Magno y los persas

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El primer enfrentamiento de importancia de la campaña de Alejandro Magno para conquistar Persia ocurrió en la primavera del año 334 a.C. en el río Gránico, al noroeste de la moderna Turquía. Aunque los aqueménidas, liderados por varios sátrapas de la región y un mercenario griego, contaban con una significativa ventaja numérica y se habían desplegado en un terreno favorable, el osado rey macedonio no quiso escuchar los consejos de su general Parmenio y decidió atacar, declarando que se sentiría avergonzado de detenerse ante aquel "insignificante arroyo" tras haber cruzado los Dardanelos.

La batalla fue feroz y confusa, con grupos de jinetes mezclados y formaciones desordenadas. Pero finalmente la caballería macedonia, más agresiva y con lanzas más largas, consiguió trepar por la inclinada orilla del otro extremo del río y alcanzar la llanura donde aguardaban más escuadrones enemigos. Alejandro, al mando de los hetairoi, su élite de guerreros montados, también entró en combate y cargó contra un poblado sector de las tropas persas.

Según las fuentes antiguas, el legendario conquistador mató a un par de oficiales enemigos: Mitrídates, que estaba casado con una hija del primer matrimonio del monarca persa Darío, y Resaces, hermano del sátrapa de Lidia y Jonia, quien logró golpear a Alejandro en el casco con la espada o el hacha, arrancándole una de sus características plumas blancas. En el caos de los combates, Clito el Negro, el comandante del escuadrón real, logró salvar la vida de su rey cuando otro enemigo estaba a punto de clavarle su espada.

Detalle de Alejandro Magno en el mosaico que representa la batalla de Issos

Detalle de Alejandro Magno en el mosaico que representa la batalla de Issos Wikimedia Commons

"La del Gránico fue una pequeña batalla comparada con los grandes encuentros con Darío en los años venideros", explica el historiador Adrian Goldsworthy en su obra Filipo y Alejandro (La Esfera de los Libros). "No fue tácticamente sutil. Alejandro necesitaba luchar, no quería esperar y arriesgarse a que el enemigo se retirase a otra posición, quizá mejor, y confió en la destreza y la ferocidad de sus hombres (...) Fue una apuesta, y si Clito se hubiese mostrado más lento, el rey bien podría haber muerto y la campaña habría fracasado ahí mismo. La suerte y la destreza estaban con los macedonios y la apuesta resultó ganadora".

El sitio del choque entre los ejércitos macedonio y persa se ha identificado a unos 10 kilómetros al norte de la moderna localidad turca de Biga gracias a un proyecto de investigación de más de dos décadas liderado por Reyhan Körpe, profesor del Departamento de Historia de la Universidad Canakkale Onsekiz Mart University. Aunque no se trata de una hipótesis de localización nueva, su equipo ha logrado recabar una serie de evidencias que ahora permiten confirmarlo.

Huesos humanos

"Tras casi 150 años de búsqueda, hemos localizado la ruta que siguió Alejandro y que condujo la batalla del Gránico. Nuestra investigación, combinada con una lectura cuidadosa de las fuentes antiguas, nos ha llevado a determinar la ubicación exacta de la batalla, los pueblos involucrados y su posición dentro de las llanuras", ha señalado el historiador, según recoge Türkiye Today.

Los arqueólogos han documentado los vestigios de un antiguo asentamiento utilizado supuestamente por Alejandro Magno como último campamento antes de la batalla. También se ha realizado una propuesta sobre la colina detrás del río en la que se desplegaron los mercenarios griegos de Memnón de Rodas que servían al Imperio aqueménida. Se trata de un lugar donde los agricultores locales han sacado a la luz restos humanos mezclados con armas de época antigua.

Clito el Negro le salva la vida a Alejandro.

Clito el Negro le salva la vida a Alejandro.

"La falta de lápidas o artefactos típicos indica que no formaban parte de un cementerio formal", ha revelado Körpe al portal LiveScience sobre los huesos de un varón adulto hallado este año durante el arado del terreno. Los análisis en el laboratorio tratarán de identificar su cronología y la causa de su muerte.

Los investigadores también han efectuado estudios geomorfológicos para reconstruir el paisaje de la zona en el momento de la batalla, en el año 334 a.C. Aunque se creía que el cauce del río se había visto alterado por los sistemas agrícolas de irrigación y los siglos de control de inundaciones, el equipo de Körpe señala que el curso del Gránico ha cambiado poco desde el siglo IV a.C. Estos resultados les han permitido descartar otras propuestas de lugares del choque ya que en la época de Alejando eran zonas pantanosas.

El historiador ha explicado que el proyecto, apoyado por el Ministerio de Cultura turco, sigue su curso y que planean realizar prospecciones geofísicas y excavaciones para conocer los secretos que se ocultan bajo el suelo. La identificación de las rutas seguidas por las tropas de Alejandro también serán puestas en valor como una ruta cultural para turistas.