El futuro está cada vez más cerca y la necesidad de lograr un modelo de movilidad sostenible, segura y respetuosa con las ciudades y las personas que en ellas habitan se ha convertido en obligación. La tecnología actual dota de las herramientas necesarias para definir una estrategia hoy que se proyecte mañana en un porvenir sostenible, como demuestra Mapfre.
Los coches eléctricos que ahora ruedan por las carreteras traspasando la ficción son solo un ejemplo de que la movilidad se ha transformado. Y las compañías aseguradoras no pueden quedarse atrás.
Mapfre lleva años trabajando en esa dirección. Consciente de que los riesgos son diferentes pero la necesidad de seguridad no ha cambiado, la aseguradora lanzó en 2017 la estrategia SAM 3.0 con el objetivo de impulsar las capacidades necesarias en el ámbito del automóvil para convertirse en un actor destacado de la nueva movilidad, marcada por el coche autónomo y conectado y la economía colaborativa.
Un paso en esta línea de actuación fue la implementación de sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) que, según los datos que maneja la Fundación Mapfre, podrían evitar más de 50.000 siniestros al año, 850 fallecidos y 4.500 heridos hospitalizados.
Los ADAS son herramientas tecnológicas que se aplican a los vehículos para proporcionar la asistencia necesaria y controlar al conductor y van desde los sistemas de frenado autónomo a los asistentes de velocidad inteligente, que en milésimas de segundos indica al usuario cómo debería actuar, pasando por los sistemas de control de somnolencia.
Coche eléctrico
Lo cierto es que aunque esto sea ya una realidad y cada vez haya más vehículos en el mercado con esta tecnología, es algo nuevo para los usuarios. Por ello, a través del programa de fidelización teCuidamos, Mapfre proporciona a sus clientes un servicio de asesoramiento al que podrán realizar diversas consultas sobre movilidad eléctrica: desde cuáles son las subvenciones para la compra de estos coches a las posibilidades de la instalación de puntos de carga.
Según el Global EV Outlook 2019 de la Agencia Internacional de Energía, en 2018 se vendieron dos millones de coches eléctricos, un dato que elevó la flota mundial electrificada hasta las 5,1 millones de unidades con una tasa de crecimiento anual del 68%. Este aumento exponencial obliga a las aseguradoras a ofrecer coberturas que contemplen las características de estos nuevos vehículos.
Mapfre dispone de una cartera de servicios adaptada a los coches eléctricos e híbridos con la que cubren los elementos específicos de estos, como el cable de recarga, la batería o los daños producidos a estaciones de carga.
Además, en el caso de quedar varados en la carretera, los clientes disponen de un servicio de asistencia que garantiza una carga rápida y, en caso de no poder dar solución al problema, se hace cargo del desplazamiento hasta el punto de recarga.
Para ello, la flota de asistencia de la aseguradora cuenta ya con 18 grúas híbridas y 32 vehículos taller 100% eléctricos que prestan servicio en zonas de bajas emisiones en capitales de provincia.
Las previsiones apuntan a que en 2026 los vehículos eléctricos supondrán la mitad de las nuevas matriculaciones en Europa. En 2030, serán el 70% y ya habrá en el mundo cerca de 116 millones de este tipo de coches. El futuro está cada vez más cerca y es sostenible.
Otros servicios
Mapfre ofrece una amplia gama de seguros que se adaptan a las necesidades de todos los clientes en cada momento así como una serie de herramientas para hacer la conducción más segura y responsable. En su cartera de servicios destacan, por ejemplo, los seguros basados en el comportamiento del cliente al volante, que permiten obtener una bonificación en la renovación de la póliza.
La última novedad en este sentido es CaReward, una app que premia a los buenos conductores. En concreto, permite con cada viaje acumular puntos que se transformarán en premios (desde un lavado del automóvil a cheques gasolina) y en el ahorro de hasta el 15% en la primera y segunda renovación del seguro.