¿Se han parado a pensar la creciente importancia que tiene esa tecnología llamada Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés)? La progresiva recta final de la pandemia está haciendo emerger cambios en los modelos de muchas empresas e incluso del comportamiento de los ciudadanos. Y en todos estos procesos, la IoT está teniendo un papel capital.
Monitorizar datos, desarrollar inteligencias artificiales que contribuyan a agilizar trámites, puntear multitudes para contener los aforos, implantar realidad aumentada en museos, emplazamientos turísticos o incluso hospitales... El Internet de las Cosas ya está presente en casi cada rincón.
Ahora bien, parece lógico pensar que no todas las regiones avanzan al mismo ritmo en lo que se refiere a la utilización de esta tecnología. En este sentido, surge otra pregunta: ¿cómo están repartidos los dispositivos compatibles con IoT?
Para responder a esta pregunta, recurrimos a un estudio elaborado por la compañía Sigfox. Esta empresa es el principal proveedor mundial de conectividad para IoT y el creador de la red 0G.
La empresa ha construido una red global para conectar a Internet miles de millones de dispositivos con el mínimo uso de energía y de la forma más sencilla posible. El enfoque de comunicación dispositivo-nube de Sigfox aborda las tres grandes barreras que frenan la adopción del IoT: los costes, el uso de energía y la escalabilidad global.
En la actualidad, la red está presente en 70 países, proporcionando cobertura a mil
millones de personas.
Para su estudio, Sigfox ha analizado el total de dispositivos conectados a su red, presente en el 75% del territorio y con una cuota de mercado nacional del 40%. Y con los datos intenta conocer qué regiones y sectores lideran la implantación del IoT en el país. En total, se han analizado más de 4,2 millones de dispositivos.
La primera conclusión parece lógica, hasta cierto punto. La Comunidad de Madrid y Cataluña lideran el ránking. El mayor volumen de desarrollo tecnológico (económico e incluso de implantación social) o incluso el mayor volumen de negocio justifica que el 19,26% de los dispositivos analizados estén en la región madrileña, mientras que el 15% estén distribuidos por la catalana.
La primera gran sorpresa llega al observar cuál es la primera región en implantación de IoT del resto de territorios. Y es Baleares, que no se caracteriza precisamente por estar en puestos de honor cuando se analizan índices relacionados con la tecnología, con la I+D+i en relación al PIB, con la inversión pública...
La brecha territorial
Pero en este caso, el estudio de Sigfox revela que el 12% de los dispositivos de IoT están en esta región insular. Buceando un poco en las tendencias disruptivas en Baleares, la implantación de esta tecnología casa perfectamente con el auge de iniciativas de monitorización medioambiental, de innovación en el sector turístico o la agricultura, o incluso en procesos industriales cada vez más robotizados.
Lo que es evidente, según el estudio, es que aún hay cierta brecha territorial en lo que se refiere a la implantación de IoT. Mientras que cinco comunidades autónomas aglutinaron 2 de cada 3 dispositivos conectados a internet en 2020, hace falta sumar el total de las 8 últimas para rozar el 10%, lo que refleja el desigual avance de la implantación del internet de las cosas en España.
La compañía cree que esta es la principal conclusión de la primera edición del 'Mapa del Internet del IoT en España'.
Además de Madrid (19,26%), Cataluña (15,08%) y Baleares (12,01%), destacan en el ranking de mayor número de dispositivos conectados la Comunidad Valenciana (10,69%) y Andalucía (9,51%). Es decir, según estos datos, las 3 primeras comunidades concentran prácticamente la mitad de los dispositivos conectados mediante IoT en España.
En contraposición, Extremadura, Cantabria y La Rioja son las comunidades con menor cuota de implantación de dispositivos IoT, no superando ninguna de ellas el 1% sobre el total.
En cuanto a los sectores más maduros en la implantación del IoT, destacan la agricultura (27,21%), las utilities -servicios- (25,77%) y la gestión de instalaciones o facility management (20,63%).
Siguiendo con el ranking, otras áreas de actividad destacadas por su elevada proporción de dispositivos conectados son la automoción (13,22%) o el retail (8,52%).
"Tal y como reflejan los datos, existen distintas velocidades en la implantación y uso del IoT en nuestro país", destaca Rebecca Crowe, managing director de Sigfox en España.
"Los planes de recuperación europeos han puesto el foco en la necesidad de avanzar en la digitalización de los territorios y mejorar nuestra conectividad y capacidades a través de la tecnología", indica.
"En este contexto -subraya Crowe-, destacan los esfuerzos que están llevando a cabo algunas de las comunidades a las que más afecta la despoblación y el fenómeno de la España Vaciada, como es el caso de Castilla y León, que aglutina casi un 5% de los dispositivos conectados en España, principalmente, en el sector de la agricultura, pero no únicamente. Por ejemplo, en la provincia de León, el mayor uso está destinado al sector de las utilities".