Castilla-La Mancha busca frenar el abandono de viñedos con un proyecto innovador de energía enovoltaica
La región una de las que más extensión tiene dedicada a este cultivo en el mundo y quiere hacerlo compatible con la instalación de paneles solares transparentes.
2 abril, 2024 01:55Explicábamos en D+I el pasado domingo cómo varias empresas están desarrollando soluciones de innovación tecnológica en zonas rurales que indirectamente se convierten en ejemplo para fomentar un relevo generacional que cuesta imaginar a día de hoy.
Pero es que la falta de relevo generacional en el campo en algunas zonas no es el único problema. Hay otro quizá más acuciante: la tentación de no pocos propietarios de suelo agrícola de abandonar explotaciones por la falta de rentabilidad.
Y también para tratar de salir al rescate de esta tendencia encontramos innovación y tecnología. En este caso, procedente de la Universidad de Castilla-La Mancha y para constatar otra tendencia innovadora, hacer compatible el sector primario con el sector energético.
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Si en 2023 vio la luz un proyecto en Extremadura que hacía compatibles los usos ganaderos con las instalaciones fotovoltaicas para aprovechar grandes extensiones de pastoreo, esta vez la fotovoltaica pretende combinarse con la viticultura.
Castilla-La Mancha pasa por ser una de las regiones del mundo con mayor extensión de viñedos y, si la prueba piloto que se está desarrollando se salda con éxito, sería un buen ejemplo para otras zonas geográficas dedicadas a la producción de vino.
Pablo Antonio Morales es investigador del Grupo de Acciones Sostenibles en Agricultura de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Castilla-La Mancha y conversa con D+I sobre la importancia de este proyecto.
"Estamos en un contexto en el que se está produciendo un auge del conflicto por el aprovechamiento del suelo agrícola. Dar la opción a un viticultor de que tenga un doble aprovechamiento de sus tierras, el agrícola y el energético, incrementa las posibilidades de que no quiera abandonar la explotación", resume.
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De ahí surge un proyecto nacional de colaboración público-privada llamado 'Smart PVwine - Sistema FV avanzado y de gestión inteligente para la mejora en la producción de vino', que se centra en el estudio del impacto que tiene la agrovoltaica en el cultivo de la vid para la producción del vino.
La pregunta a la que quiere contestar este proyecto es la siguiente: ¿pueden compatibilizarse la instalación de sistemas de producción de energía solar con el cultivo? La impresión general es positiva, aunque aún queda camino por explorar.
De momento, esta iniciativa, que también cuenta con socios como Leitat Technological Center, el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC) y la empresa Sensing & Control Sistems, ya ha iniciado su desarrollo, creando los diferentes equipos de trabajo para cada una de las tareas del estudio.
Morales es parte del equipo que se encargará de la supervisión de ese impacto, de asegurarse de que la instalación de paneles solares no afecta para nada al cultivo, "de monitorizar la planta para definir sus parámetros enológicos o fisiológicos".
Su principal tarea en Smart PVwine, en definitiva, será definir una estrategia de control agrícola integral, que abarca desde las labores en el viñedo hasta el monitoreo continuo de variables clave como evapotranspiración del cultivo, índices de vegetación, plagas y enfermedades, rendimiento y calidad de la uva producida, entre otros aspectos relevantes.
El objetivo técnico de Smart PVwine, según informan los investigadores implicados en el proyecto, es el desarrollo de un sistema novedoso de agrovoltaica para promover la generación de energía solar fotovoltaica en convivencia con la actividad agraria y, a su vez, mejorar la producción agrícola en Castilla-La Mancha.
Este sistema se basa en nuevos módulos fotovoltaicos adaptados para la gestión de la luz solar mediante lentes de fabricación aditiva y difusores de gestión espectral. Además, se incluyen sensores de monitorización para optimizar el uso del recurso solar entre la generación eléctrica y la producción agraria. Todo el sistema estará adaptado a las condiciones óptimas de cultivo.
Según explica Pablo Antonio Morales, la clave del proyecto, además de trabajar en cuál sería su ubicación y configuración idónea, será dar con un sistema de fabricación de paneles que permita que sean semitransparentes o incluso transparentes, mediante la utilización de componentes ópticos específicos.
El objetivo estratégico
Esta laboral será desarrollada por el centro tecnológico Leitat, que centrará su trabajo en desarrollar componentes ópticos robustos que serán integrados en los módulos fotovoltaicos, y que permitirán la difusión de la luz sobre el campo de cultivo.
ISFOC, por su parte, será el encargado de la implementación de las tecnologías agrovoltaicas en el cultivo, mientras que Sensing&Control centrará su investigación en maximizar la productividad de la instalación, tanto desde el punto de vista energético como de los cultivos.
Pero más allá de estos objetivos técnicos, en una capa inferior emerge el objetivo estratégico de intentar dignificar la labor de los agricultores gracias a fomentar que se puedan sacar rendimientos extra a sus parcelas.
"La idea es que el agricultor no sólo podrá aprovechar en favor de sus cultivos esa energía solar que se genera, sino que podrá extraer un beneficio por prestar su suelo a la instalación", explica Morales. Dicho de otro modo, estará propiciando que mejore el rendimiento de su terreno.
El investigador explica que la energía generada podrá ser utilizada tanto por parte del agricultor como por parte de una bodega. Y añade que experiencias como esta se están empezando a desarrollar en otras ubicaciones geográficas en otro tipo de cultivos como el olivar.
El proyecto está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de las ayudas públicas a proyectos de colaboración público-privada, del Programa Estatal para impulsar la Investigación Científico-Técnica y su Transferencia, del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.