Una de las funciones más reconocidas de la innovación es la de idear nuevas soluciones para solucionar viejos problemas. Y, como sucede en tantas otras ocasiones, esa innovación no tiene por qué ser un invento sino, sencillamente, un descubrimiento.
La Comunidad Valenciana y Baleares han demostrado en las últimas fechas que algo que estaba ahí y que es parte fundamental del paisaje estas regiones puede servir para resolver una crisis, que también está ahí y que cada vez afecta de forma más importante a nuestros bolsillos y al medio ambiente.
El mar es el elemento fundamental para esta innovación; la generación sostenible de energía, el problema a resolver.
El Puerto de Valencia y el de Port Adriano (Mallorca) van a instalar sendos proyectos de tecnología undimotriz, o lo que es lo mismo, sendos sistemas para generar energía a partir de las olas del mar.
A la energía solar y a la eólica, las más conocidas y desarrolladas, se une la que se genera gracias a los movimientos oscilantes del mar. Teniendo en cuenta que nuestro país dispone de 8.000 kilómetros de costa, las posibilidades, pues, son prometedoras.
Para conocer el cómo o el porqué, nada mejor que acercarnos tanto a Valencia como a Mallorca.
En tierras valencianas, la Autoridad Portuaria (APV) y el Ayuntamiento de Valencia han suscrito un convenio para la instalación de un dispositivo para la generación de energía eléctrica a partir de las olas que se va a ubicar en la Marina.
El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramón, y el jefe de Transición Energética de la APV, Federico Torres, han explicado los objetivos de la iniciativa WEC (Wave Energy Converter).
A través de este convenio, el Puerto de Valencia otorga al Ayuntamiento la autorización de ocupación de dominio público portuario para la instalación de un dispositivo especial cuya tecnología hará posible esa generación de energía.
Este captador de energía undimotriz, por sus características y su propia funcionalidad, va a situarse en el martillo del canal de acceso de la Marina de Valencia, una zona donde incide el oleaje sin obstáculo.
En esta área, tanto por la orientación, como por la morfología del dique exterior (dique vertical), la reflexión del oleaje sobre el propio paramento vertical provoca el aumento de la altura de ola y por tanto de la energía del oleaje.
El dispositivo ocupará una superficie total de 105 metros cuadrados, correspondiente a 77 metros cuadrados de terrenos y 28 metros cuadrados de lámina de agua.
El sistema de funcionamiento es sencillo y consiste en la instalación en el mar de un dispositivo, parecido a un flotador, que está conectado a un brazo hidráulico.
130.000 Kw por año
La generación de energía se produce por el movimiento constante y repetitivo de elevación e inmersión del flotador. El coste del dispositivo es de 495.000 euros.
Evidentemente, este sistema de generación de energía no sólo afecta de forma económica, sino que, además, tiene una repercusión en su huella medioambiental. Así, según explican los promotores del proyecto, éste generará unos 130.000 kilovatios al año, lo que equivaldrá a reducir en 16 toneladas la producción anual de CO₂ de la ciudad.
El Ayuntamiento de Valencia licitará en las próximas semanas este proyecto, cofinanciado al 50% por la administración local y la UE, y está previsto que esté en funcionamiento en 2023.
El concejal Alejandro Ramón ha explicado que "las obras empezarán durante este 2022. Esperamos que después del verano puedan empezar y que, en 2023, las olas de esta ciudad se puedan utilizar para generar energía eléctrica".
Torres subraya que "este proyecto va en la línea estratégica de la APV de la descarbonización y la apuesta por las fuentes renovables en el marco del objetivo de Valenciaport 2030, cero emisiones".
Desde la Autoridad Portuaria "estamos apostando con hechos concretos con iniciativas como la subestación eléctrica que suministrará energía a los buques en puerto, la instalación de placas fotovoltaicas o la ubicación de aerogeneradores para la producción de energía eólica".
Este proyecto tiene su réplica unas millas hacia el Este. En Mallorca, la empresa que gestiona la zona portuaria de Port Adriano, OCIBAR, ha llegado a un acuerdo con Eco Wave Power Global AB, líder en la producción de electricidad limpia a partir de las olas del mar y del océano.
El objetivo, como en Valencia, es instalar una planta de energía undimotriz de hasta 2MW y, en palabras de la compañía "ayudar a España a alcanzar sus ambiciosos objetivos de energía renovable, aprovechando su importante capacidad costera".
Según los términos del acuerdo, Port Adriano cederá a Eco Wave Power un emplazamiento potencialmente adecuado por un periodo de 20 años, mientras que Eco Wave Power se encargará de conseguir todas las licencias, construir y poner en marcha la central y vender la electricidad que genere de acuerdo con una cuota de producción aprobada, que se determinará para el emplazamiento.
Port Adriano se ha puesto en contacto con Ports de les Illes Balears (entidad pública responsable de las competencias y funciones ejecutivas de los puertos gestionados por la comunidad autónoma) para informarle del proyecto, y procederá a realizar todos los trámites legales necesarios para la instalación de esta innovadora central de energía de las olas, primera aplicación de esta tecnología en España.
Explicado el funcionamiento de este tipo de proyectos, aprovechamos la aproximación a la iniciativa balear para conocer el contexto que hace tan conveniente su implantación.
Inna Braverman, fundadora y consejera delegada de Eco Wave Power, comenta que "en lo que respecta a las energías renovables, España prevé un considerable aumento de la capacidad de nuevas energías renovables para alcanzar el 74% de la generación de electricidad en 2030".
Además -prosigue-, "España cuenta con 8.000 km de costa. La combinación de los ambiciosos objetivos de España en materia de energías renovables, junto con su importante litoral, hace que sea un mercado óptimo".
Por su parte, Antonio Zaforteza, director general de OCIBAR, destaca que "se trata de crear una nueva forma de generar energía renovable, que ayudará a nuestro puerto y a nuestro país a cumplir sus ambiciosos objetivos para hacer frente a la crisis climática".
Clave de cara a 2030
A todo lo anterior, hay que sumar, como recuerdan ambos, que los objetivos climáticos de nuestro país incluyen una reducción del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990, una cuota del 42% de renovables en el uso final de la energía, una mejora del 39,5% en la eficiencia energética y una cuota del 74% de renovables en la generación de electricidad.
El compromiso de España con las energías renovables queda patente en el hecho de que la cuota de renovables (incluidos los residuos no renovables) en el mix eléctrico nacional creció del 24% en 2009 al 38% en 2019. España ha seguido apostando por las energías renovables al planificar la eliminación progresiva de la producción de carbón y de la energía nuclear.
A todo lo anterior contribuyen de manera determinante proyectos disruptivos como el de los que son capaces de generar energía limpia gracias al mar que tienen a Estados Unidos como el mercado a seguir, según la multinacional.
Eco Wave Power cree que hay "una oportunidad significativa" para contribuir a la transición de España a la energía renovable, haciendo que la energía de las olas sea una parte importante del mix energético renovable de España.
La construcción y puesta en marcha de la central en Baleares está prevista en dos fases. Una primera etapa comprende la construcción de una planta de hasta 1MW. La segunda etapa consiste en la construcción, operación y mantenimiento de la capacidad restante de la planta (2MW).
Port Adriano tendrá un derecho de tanteo para invertir parcial o totalmente en ambas etapas del proyecto, y Eco Wave Power tendrá el derecho de combinar las dos etapas del proyecto y ejecutar la totalidad de los 2MW desde el principio.
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