La burocracia, el excesivo gasto de tiempo y recursos en el mantenimiento de aplicaciones o incluso la gran cantidad de herramientas tecnológicas existentes -1.400 aplicaciones y 70 herramientas distintas- lo complicaban todo.

Pero de todas las trabas con las que se puede encontrar una administración autonómica o de cualquier ámbito, la de la formación de los funcionarios es un hecho que nadie se atreve a discutir.

El propio Martínez Gilabert explicaba que "Murcia es una de las pocas comunidades autónomas que dentro de su cuerpo de funcionarios tiene programadores" y que eso era "un activo fundamental porque se trata de personas que conocen la tecnología, pero también conocen el lenguaje de la administración".

Al respecto, consideraba que es importante su papel, pero "hoy en día debemos apostar también por las empresas TIC, aunque no conozcan ese lenguaje administrativo, ya que son estas empresas las que están a la última en cuanto a tecnologías".

En este sentido, asumía que "para tener ese talento en nuestro cuerpo de funcionarios la competencia con las empresas es muy dura: están pagando muy buenos sueldos y apenas hay paro en el sector".

Todo lo anterior ha sido clave como argumento principal para el desarrollo de las políticas formativas que ha emprendido la administración murciana y que demuestran que se ha tomado muy en serio la transferencia de conocimientos digitales y tecnológicos hacia los empleados públicos.

3.000 plazas ofertadas

Un ejemplo lo encontramos en un nuevo paquete de acciones formativas implantadas por la consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital.

Esta semana han comenzado las primeras nueve acciones formativas que permitirán que más de 500 empleados públicos de las diferentes administraciones de la Región de Murcia adquieran o mejoren competencias y aumenten sus conocimientos sobre el uso de herramientas digitales antes del verano.

Serán 24 las ediciones de cursos en esta materia que se realizarán hasta junio en la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública (EFIAP) con el fin de dotar de las herramientas que contribuyan al desarrollo de una de las líneas principales de la Estrategia para la transformación de la Función Pública Regional. Asimismo, para el último trimestre del año hay programadas otras 23.

La directora general de Función Pública, Carmen María Zamora, indica que "con estas acciones formativas continuamos la apuesta del gobierno regional por la adquisición de competencias digitales por parte del personal empleado público como elemento esencial para impulsar la transformación de la administración y la mejora en la calidad de los servicios públicos que prestamos al millón y medio de murcianos".

De hecho, la oferta de formación en el área tecnológica y digital alcanza casi las 3.000 plazas entre los distintos programas de la EFIAP ofertados para este año y que cada día son más reclamados por los empleados públicos.

Conviene resaltar que más del 25% de solicitudes de cursos que se presentaron este año fueron para participar las acciones formativas del área de Administración Electrónica y Competencias Digitales.

Y eso demuestra que la implicación del funcionariado también es evidente. Para prestar hoy en día un buen servicio a los ciudadanos, no sólo es necesario tener un buen trato y ser eficientes detrás de una ventanilla sino también serlo en un mundo digital.

No en vano, según datos de la propia administración autonómica se ha pasado "en meses" de 1,2 millones de documentos firmados telemáticamente a 2,8 millones, de una pasarela de pago con 57.000 expedientes a la misma pasarela de pago con 132.000, o de 180.000 expedientes tramitados on line a "más de un millón".

Para poder asumir este ingente crecimiento de trámites on line, la formación de los empleados públicos se antoja clave. Y de ahí el interés del gobierno murciano en incrementar su potencial formativo, que ya está viendo sus primeros resultados.