Biofertilizantes y biopesticidas, los aliados del agricultor enredados en la maraña burocrática de Europa
Las empresas españolas que desarrollan estas innovadoras alternativas naturales a los productos de origen químico lamentan que la lentitud en las autorizaciones crea un vacío que acaba perjudicando a los productores.
18 febrero, 2024 02:26La falta de rentabilidad del campo no es una situación nueva en España, ni desgraciadamente un mal exclusivo de nuestra economía; aunque al hablar de un sector tan crítico para la estabilidad económica y social de un país como es la agricultura, el manido mantra de mal de muchos, consuelo de tontos, deviene en -casi- una temeridad.
La pandemia puso nuestras debilidades ante el espejo. No sólo adolecíamos de un sistema sanitario lo suficientemente robusto para atender las necesidades sanitarias que exigía la covid, sino que la tensionada cadena de suministro nos hizo detener la mirada -esta vez sí- en nuestros productores, aquellos que habíamos escuchado en tantas ocasiones lamentarse por una producción a pérdidas -casi sistemática-.
La convulsión del campo, trasladada en las últimas semanas a la calle con las acciones de protesta en infraestructuras críticas de todo el país, nos recuerda que el problema sigue latente y que responde a una compleja combinación de factores que, en la actualidad, mantiene al sector en un callejón sin salida.
La solución no es sencilla, ni responde a una única línea de actuación. Sin embargo, sea cual sea la receta última que se aplique para sacar al sector agrario del atolladero, deberán tener en cuenta dos factores clave: la colaboración público-privada -sobre todo, a la hora de establecer los marcos normativos por los que regirse-, y, por otro lado, y de forma transversal a todo el proceso, la tecnología y la innovación.
Un nuevo modelo productivo más sostenible, que nos ayude afrontar la emergencia climática y la necesidad de alimentar a una población mundial en continuo crecimiento, será inviable sin introducir soluciones innovadoras que ya están desarrollándose y que, lamentablemente, no cuentan todavía con el respaldo del regulador para ayudar a los productores a implementarlas y poder iniciar una nueva etapa.
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Y para prueba, un botón. La Unión Europea retiraba a principios de este mes, justo en el inicio de las tractoradas, el plan de reducir un 50% los pesticidas ante la convulsión creada en Europa.
Era el último movimiento de un plan que ya se gestó sin el necesario consenso que requiere un tema tan sensible y transcendente para el futuro de la independencia europea en la producción agraria. De hecho, el pasado 22 de noviembre el pleno europeo ya rechazó este proyecto legislativo que ahora se ha paralizado.
Las empresas españolas que están desarrollando alternativas a estos pesticidas y abonos químicos ponen el acento en la falta de agilidad por parte de Europa para dar salida a sus productos.
D+I - EL ESPAÑOL habla con algunas de estas biotecnológicas que están abanderando un cambio en el seno del sector y la conclusión es clara: "Se ha creado un vacío. Se quieren retirar sustancias de origen químico, pero el ritmo de autorización de aquellas de origen biológico, que pueden dar origen a nuevas herramientas alternativas, es muy lento".
Habla para D+I - EL ESPAÑOL Pedro Peleato, CEO de Seipasa. "El llamado Pacto Verde Europeo es un gigante normativo que se ha trabajado en los despachos de Bruselas sin contar, al menos de forma suficiente, con los agricultores, con la gente del campo, que son el eslabón principal de la cadena a la hora aplicarlo y ponerlo en práctica".
El empresario insta a la Comisión Europea a "centrarse en resolver los problemas de los agricultores" y pone un ejemplo concreto para entender la complejidad del contexto actual.
"La legislación sobre sustancias químicas es cada vez más estricta, pero el ritmo de autorización de nuevas sustancias de origen biológico es muy lento: el agricultor sufre un vacío"
"Desde 2017 han desaparecido más de 100 sustancias activas de síntesis química, pero el mercado solo ha dado la bienvenida a una media de 6-7 productos de biocontrol al año", recalca.
"Estas sustancias desaparecen porque la legislación comunitaria es cada vez más estricta y prohíbe su uso pero, al otro lado, el ritmo de autorización de nuevas sustancias de origen biológico que pueden dar origen a nuevas herramientas alternativas es muy lento".
Al agricultor: atado 'de pies y manos'
La consecuencia es evidente y deja al agricultor atado de pies y manos. "Lo que se está produciendo es un enorme vacío que deja a los agricultores cada vez con menos herramientas a su alcance para luchar contra plagas y enfermedades".
En esta línea se manifiesta también el máximo responsable de otra de las compañías punteras en nuestro país en la construcción de soluciones biotecnológicas para el campo. Se trata de Luis Lombana, CEO de Fiscosterra.
El responsable de la compañía está convencido que la reciente paralización del plan europeo para reducir el uso de pesticidas químicos sólo conllevará un retraso del proceso porque la transición hacia una sustitución por productos de origen biológico es ya, a su juicio, imparable.
"Como fabricantes de insumos agrobiotecnológicos a partir de algas marinas, creemos que esta marcha atrás supone una demora en la aplicación de la normativa, pero sólo eso, pues el camino a seguir está perfectamente definido por las necesidades que tiene nuestro medioambiente", indica Lombana a esta redacción.
"Al agricultor le falta más información sobre los beneficios de estos nuevos productos. En ocasiones, hemos sentido que predicábamos en el desierto"
"Esta medida, como se puede imaginar, no nos viene nada bien al sector, que necesita despegar cuanto antes y consolidarse. Pero si esta marcha atrás conlleva la construcción de una nueva política de consenso, cuya aplicación no se demore en el tiempo, tendremos que verla como positiva. Después de todo, no tenemos que olvidarnos de que el agricultor es nuestro cliente", recalca.
El empresario también recalca la necesidad que existe todavía de divulgación para que el agricultor entienda los beneficios de este tipo de productos sostenibles para el campo.
Más divulgación sobre las alternativas
"Al agricultor le falta mucha más información sobre los beneficios de este nuevo tipo de productos y sobre los manejos que conllevan. Se necesita una amplia política de concienciación y una comunicación institucional más efectiva y directa", se lamenta el CEO de Fiscoterra quien, asegura que en ocasiones, desde hace más de ocho años se han sentido desde la compañía que "predicábamos en el desierto".
Por su parte, Javier Lucas, gerente de Lucas Biotech, apela al papel que estas soluciones biotecnológicas deben desempeñar en esta coyuntura para transitar hacia un modelo de producción más sostenible.
"Se ha de proceder de forma objetiva y técnica para asegurar la producción de alimentos y, desde la óptica de la seguridad, también debe afectar a los productos de terceros países"
"Se ha de proceder de forma objetiva y desde una perspectiva eminentemente técnica para asegurar la producción de alimentos, cumpliendo con las exigencias que aseguren una óptima seguridad alimentaria de todo lo que se consuma en Europa, incluidas las producciones de terceros países que vayan destinadas a la población europea".
Y coincide con Lombana en la urgencia por difundir y priorizar estas soluciones desde la esfera pública para que el agricultor pueda implementarlas con garantías.
"Debido a su eficacia, seguridad y al valor que aportan, deberían incentivarse y potenciarse para que tengan un mayor peso en las gestiones y estrategias productivas frente a otras más convencionales", afirma Javier Lucas.
Y ¿cómo ven desde el sector de la alimentación más innovadora esta problemática? D+I - EL ESPAÑOL consulta a Eatable Adventures, uno de los protagonistas del sector foodtech con más proyección en este sector dentro y fuera de nuestras fronteras.
Su compromiso con cómo se producen esos alimentos que fomentarán un nuevo modelo más sostenible en el futuro le ha llevado a invertir en compañías como Agreen Biosolutions -alternativa natural a los fitosanitarios químicos basada en aceites ozonizados-; Bio2Coat -elabora biofilms 100% naturales para la protección de frutas y verduras- o AgreeNet -biomateriales innovadores para envasados-.
"El contexto actual ha revelado brechas y áreas de mejora en el ámbito regulatorio para que una transición eficiente no perjudique al sector primario"
"El mero hecho de que se esté debatiendo sobre estas medidas regulatorias es muy positivo y supone un impulso para este sector emergente. Sin embargo, el contexto actual ha revelado brechas y áreas de mejora en el ámbito regulatorio, con el objetivo de garantizar una transición eficiente que no perjudique al sector primario", detalla para D+I - EL ESPAÑOL José Luis Cabañero, CEO de Eatable Adventures.
El responsable también apunta a otros ámbitos de investigación dentro del sector agroalimentario que están contribuyendo a esta necesaria transición, como la reducción de plásticos en envasados con empresas emergentes que ofrecen bioplásticos y envases inteligentes.
"Estamos convencidos de que el incremento de opciones biológicas que reemplazarán las químicas tradicionales será notable en los próximos años. En esta línea es importante contar con planes de transición que fomenten esta migración y soporten el posible incremento económico derivado", revela.
Porque no sólo se trata de reemplazar un modelo productivo por otro, sino de hacerlo sin que, una vez más, el agricultor tenga que ser la parte más débil de la cadena y el que peor parado resulta del proceso.