Innovadores
Investigadoras catalanas crean una malla quirúrgica inteligente para contener hernias
Este tejido creado en la Universidad Politècnica de Catalunya es capaz de modularse ante cambios de temperatura y humedad para minimizar los riesgos de inflamación y dolor crónico
23 julio, 2020 08:00Cada año se practican en el mundo más de 20 millones de intervenciones quirúrgicas de reparación de hernias, la mayoría abdominales e inguinales. La técnica más efectiva para reparar el tejido dañado, ya sea con cirugía abierta o laparoscópica, es la colocación de una malla quirúrgica, explican fuentes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
Ahora, las investigadoras del Grupo de Innovación en Materiales e Ingeniería Molecular (IMEM) de la UPC Elaine Armelin y Sonia Lanzalaco han creado una malla quirúrgica inteligente para contener hernias abdominales e inguinales.
Así, han desarrollado una malla quirúrgica dinámica capaz de modular ante cambios de temperatura y humedad, para minimizar los riesgos de inflamación y dolor crónico en el cuidado de las hernias abdominales e inguinales.
Se trata del proyecto 4D-POLYSENSE, que se ha desarrollado en el marco del programa europeo Horizon 2020 y ha liderado la UPC junto a la empresa B. Braun Surgical, S.A.U, multinacional del sector hospitalario líder en la producción y venta de productos sanitarios en Europa, que colabora activamente con varios grupos de investigación de la UPC.
La nueva generación de mallas quirúrgicas desarrolladas tienen una capa de hidrogel biocompatible, diseñado para ayudar a reducir los problemas relacionados con la implantación de materiales poliméricos rígidos en zonas en contacto con tejidos delicados de la pared abdominal.
Según la universidad, la clave está en el gel polimérico termosensible con el que están diseñadas las mallas, y que es un material inteligente capaz de responder a los cambios de temperatura y de adaptarse a los tejidos blandos modulando su forma.
Los hidrogeles son un tipo de material polimérico capaz de retener una gran cantidad de líquido sin disolverse y los hidrogeles termosensibles tienen propiedades de hinchamiento moduladas por los cambios de temperatura. Así, en contacto con la temperatura corporal, el material es capaz de expandirse o contraerse para adaptarse a la zona de implantación.
Según la investigadora principal del proyecto, Elaine Armelin, se trata de la primera malla quirúrgica capaz de responder a cambios de temperatura de 25 a 40 grados centígrados. "Por primera vez, se ha obtenido una malla quirúrgica no absorbible capaz de ofrecer unas propiedades de adaptabilidad según la temperatura y la humedad del entorno local donde se implantará", ha añadido.