Tecnológicas
El genio de ‘Moneyball’: “El reto hoy es evitar lesiones con datos”
Billy Beane, que llevó al éxito a los Oakland Athletics con su particular filosofía, dice que el big data aporta "transparencia" al juego rn
27 julio, 2018 07:00Que a uno lo reconozcan mundialmente con la cara de Brad Pitt, no parece importarle demasiado. Más bien, podría decirse que se siente cómodo con ello. "Cuando me dijeron que él iba a interpretar mi personaje, pensé que la productora había hecho un casting perfecto", bromea ante las miles de personas que escuchan su historia durante el OpenText Enterprise World, celebrado la semana pasada en Toronto. Su nombre es Billy Beane, aunque probablemente le suene más como el hombre detrás de Moneyball.
Continúa con la anécdota: "Cuando mi hija, que siempre viste vaqueros y camisetas, supo que Brad -porque yo puedo llamarle así, sin el apellido- venía a cenar, apareció en el salón con el vestido de graduación".
Pero Beane no ha pasado a la historia del deporte por su buena relación con el actor y su exesposa ("para mí es AJ, para vosotros, Angelina Jolie"), sino por ser el primero en hacer un uso inteligente de los datos en un deporte tan tradicional como es el béisbol. "Durante 150 años, esa información se había ignorado por completo", destaca. En 2009, Sports Illustrated lo reconoció como el décimo mejor gerente de la década en todos los deportes.
Cuenta cómo los responsables de los equipos deportivos ignoraban sistemáticamente las recomendaciones de los tecnólogos por el simple hecho de no conocer los entresijos del juego. Sin embargo, la experiencia de Beane como jugador profesional de béisbol le sirvió para hacerse oír y así, en los años 90, consiguió llevar su disruptiva visión a los Oakland Athletics, primero como ojeador y después como director general y vicepresidente. En este equipo logró implantar algo que por aquel entonces ni siquiera sabía qué era, el ahora archiconocido big data.
Consiguió que los Oakland Athletics llegasen a lo más alto sin apenas recursos económicos (en comparación con otros gigantes de la liga americana, la MLB). "Empezamos a recoger información, a grabar todo, a usar estadísticas y a dejar de basarnos tanto en jugadas concretas como en histórico de los jugadores", explica. "Llevamos transparencia al béisbol", concluye.
"Entonces no sentíamos que estábamos siendo arriesgados, sino que simplemente teníamos mejor información". Recuerda que las posibilidades de su equipo eran más bajas, ya que no podía pagar el sueldo multimillonario que costaban los mejores jugadores. Así que recurrió a las matemáticas. Explica su labor con un símil deportivo: "Es como si hiciésemos un arbitraje entre las estadísticas y los procesos".
¿Qué traerá el futuro? Beane sigue mostrándose ilusionado cuando habla de datos y béisbol. Afirma que el gran reto ahora es mejorar la «gestión» (e incluso prevenir) las lesiones a través de una gestión inteligente de la información. "La salud es el principal problema del rendimiento de un equipo y también puede solucionarse con datos".
La pasión por el deporte atrae al talento
Hoy, más de 20 años después, Beane sigue aplicando su filosofía ‘Moneyball’ en la misma casa que le vio crecer. "Amo mi trabajo", apunta. La diferencia es que ahora puede rodearse de personas "brillantes" que vienen de las mejores universidades de Estados Unidos. Dice que los deportes mueven pasiones y que, a pesar de no pagar sueldos astronómicos como las multinacionales tecnológicas, esa pasión empuja a los jóvenes talentos a trabajar en su equipo.