David Chaupis, emprendedor: "A España y Latinoamérica les unen la ambición visionaria y la resistencia creativa"
David Chaupis, uno de los seleccionados en la última edición Puentes de Talento, destaca el apoyo público al ecosistema emprendedor en Madrid.
28 abril, 2024 01:53David William Chaupis Meza cuenta que su primer recuerdo con el emprendimiento se remonta a cuando él apenas tenía siete años y vendía diferentes productos en los barrios del Callao en Perú. En esta época, explica durante una entrevista con DISRUPTORES, su abuela siempre le daba de comer "mazamorra de tocosh", un postre con propiedades gastroprotectoras, pero con un olor muy característico.
Años después, en su etapa universitaria, Chaupis recordó este alimento durante una enfermedad gastrointestinal y decidió probarlo. Al ver sus posibilidades, se le ocurrió comercializarlo con el objetivo de ayudar a toda la gente de Latinoamérica que sufre de este tipo de problemas.
No obstante, esta meta se complicaba por el fuerte olor que desprendía dicho producto y, para solucionarlo, apostó por utilizar la biotecnología de los biopolímeros. "Así, decido microesferificar la harina de tocosh usando biopolímeros naturales extraídos de algas y la pota neutralizando olores desagradables, pero también potenciando el efecto gastroprotector", precisa.
Años después, el trabajo detrás de este proyecto tan inusual le ha llevado a ser uno de los emprendedores seleccionados en la tercera edición de Puentes de Talento, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Madrid que busca potenciar el intercambio de conocimientos en innovación entre la capital española y los diferentes países de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, Chaupis apunta que este camino no ha sido sencillo y, entre las mayores dificultades que ha enfrentado en estos años, destaca la forma de aterrizar el modelo de negocio. "Muchas veces, desde la visión científica, uno hace investigación sin pensar en el mercado, esto me costó entenderlo al principio", señala. "Puede que tu producto sea muy innovador, pero, si no tienes un mercado que demande de ello, no tendrá repercusión y, por ende, no habrá compradores".
Así, cuenta que en los últimos cuatro años se dedicó a dejar a un lado su lado más científico para aprender más sobre la manera de hacer negocios. En este proceso, recibió una de sus mayores enseñanzas: entender el mercado como un "termómetro" que avanza las oportunidades que se pueden aprovechar para innovar.
"Momento oportuno"
Una de estas oportunidades llegó a través de la mencionada convocatoria de Puentes de Talento Madrid que, según el emprendedor, apareció "en el momento más oportuno". Chaupis explica que decidió participar en ella porque buscaba acelerar el crecimiento de su empresa y, sobre todo, expandirla fuera de Latinoamérica.
"Creí que este programa sería la puerta de entrada para ser conocido en Europa y sí que lo es, Madrid me ha sorprendido por todo lo que hasta ahora nos viene enseñando", reconoce.
El emprendedor señala que, durante las primeras semanas de esta iniciativa (que dura, en total, ocho), ha coincidido con diferentes representantes de instituciones, universidades y compañías dispuestas a colaborar con él, algo que "ha sido de gran apoyo".
"Durante esta mitad del programa he podido conocer nuevos socios que se están sumando a mi equipo, potenciales clientes con los que venimos trazando acuerdos e instituciones aliadas para impulsar el ecosistema de innovación en América Latina", precisa. "Este último mes toca concretar esas alianzas y colaboraciones".
Mayor apoyo
Ante esta primera toma de contacto con el ecosistema innovador de la capital española, Chaupis destaca que la principal fortaleza del mismo es "su gente", que califica de "bastante capacitada", tanto en la visión académica como empresarial, y los incentivos y las fórmulas de financiación locales.
También, menciona la amplia "masa crítica de académicos-emprendedores", favorecida por su impulso desde la universidad. "Y no hay apropiación de ideas o patentes, como sí pasa en universidades peruanas", reconoce. "Aquí, en España, se permite crear startups permitiendo que sean los alumnos los propios titulares de su invención y se les permita negociar con sus patentes de invención, esto es lo contrario en mi país", añade.
El emprendedor precisa que en Madrid nota "un mayor y continuo apoyo" desde el sector público ante este ecosistema, algo que echa en falta en Perú, donde este respaldo proviene del sector privado. Además, apunta que en su país no existe comunicación entre la ciencia y el emprendimiento, por lo que no se aprovechan las investigaciones para desarrollar tecnologías de alto impacto que sirvan a la sociedad.
No obstante, Chaupis también menciona algunas similitudes entre ambas regiones, entre ellas, la misma "ambición visionaria" y la "resistencia creativa" para sacar adelante sus proyectos, "pivotando tantas veces como sea necesario hasta lograr el producto que se ajuste a las necesidades del mercado".
Con la vista puesta en su experiencia, Chaupis señala que el consejo que le daría a las personas que se decidan a emprender hoy en día, como él lo hizo en su momento, especialmente para aquellos que vengan de la rama científica, es que se enfoquen en un nicho comercial partiendo de su línea de investigación. También, que se decida a conocer bien el mercado sobre el que aspira a impactar.
"El mundo del emprendimiento científico es muy largo por recorrer", afirma. "Solo si se tiene una visión clara, espíritu resiliente y una motivación imparable se podrá cumplir con sacarlo adelante".