Una planta de Arabidopsis superpuesta sobre moléculas de ADN.

Una planta de Arabidopsis superpuesta sobre moléculas de ADN.

Investigación

Así se puede hacer un mapa genético fiable de las plantas con ADN modificado

Investigadores de Salk Institut utilizan las últimas tecnologías de secuenciación de ADN para estudiar el proceso a nivel molecular

7 febrero, 2019 07:00

Investigadores del Salk Institute han mapeado los genomas y epigenomas de plantas modificadas genéticamente con la resolución más alta conseguida hasta ahora para revelar exactamente lo que sucede a nivel molecular cuando se inserta un fragmento de ADN extraño.

Las empresas de biotecnología están dedicando mucho tiempo y esfuerzo para “caracterizar las plantas transgénicas y descartar a los candidatos con cambios no deseados sin comprender, desde una perspectiva biológica básica, por qué estos cambios pueden haber ocurrido”, el investigador del Instituto Médico Howard Hughes y profesor en el Salk Institute, Joseph Ecker.

“Nuestro nuevo enfoque ofrece una manera de comprender mejor estos efectos y puede ayudar a acelerar el proceso”. De hecho, Ecker subraya que este trabajo es el punto de partida para “demostrar que es posible utilizar las últimas tecnologías de mapeo y secuenciación para observar el impacto de la inserción de genes en el genoma de la planta”.

El problema es que para cambiar genes se suele utilizar la Agrobacterium cuyos efectos no siempre son previsibles. Se trata de una bacteria que causa tumores en los troncos de los árboles. Hace décadas, los científicos descubrieron que cuando la bacteria infectaba un árbol, transfería parte de su ADN al genoma del árbol.

Ahora, las tecnologías de secuenciación de ADN apuntan que cuando se usa Agrobacterium para realizar una transferencia de ADN e insertar nuevos genes en una planta, puede causar cambios adicionales en las propiedades químicas y estructurales del ADN nativo.

Con el mapeo óptico, realizado en esta investigación publicada en la revista PLOS Genetics, se ha podido desvelar si las plantas tenían entre una y siete inserciones o reordenamientos distintos en sus genomas, con un tamaño de casi diez veces mayor. Así se puede reducir la incógnita y saber si se insertó transferencia de ADN y en cuántas copias.