Entramos en el centro de datos de Data4 en Alcobendas: un búnker de hormigón del que emana todo lo digital
Su director general, Juan Carlos Vaamonde, nos hace de guía mientras adelanta sus planes de expansión en San Agustín de Guadalix y la importancia creciente de los hiperescalares.
7 diciembre, 2023 01:37Juan Carlos Vaamonde es vigués, aunque gran parte de su vida ha vivido fuera de España por motivos laborales. Y no es para menos, este ingeniero industrial ha trabajado en Suecia, como consultor de Volvo, en Italia, desplegando los centros de datos de AWS en el país. Su vida va ligada a la evolución misma de los data centers: desde 2007, primero en IBM y luego en Global Switch, ha pasado el mismo tiempo tras un escritorio que viendo salas llenas de servidores, unidades de almacenamiento y switches.
Él es nuestro guía hacia el interior del enorme centro de datos que Data4 tiene en Alcobendas. Vaamonde, ahora director general de este proveedor de colocation, se conoce cada rincón de las instalaciones como la palma de su mano. Y en su cabeza los grandes números de este CPD sobrevuelan de manera constante.
"El primer centro que construimos aquí tiene una potencia instalada de 13 MW y estaba más pensado hacia salas pequeñas y un modelo de jaulas para clientes más pequeños. Luego ampliamos a un segundo CPD, de 6,6 MW y 3.300 metros cuadrados con dos salas, ya orientado a los grandes hiperescalares. Y en julio de 2024 inauguraremos el tercero, del mismo tamaño pero con 12 MW, el doble de densidad, en respuesta al aumento de demanda de los hiperescalares en nuestro país", explica a D+I - EL ESPAÑOL.
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De hecho, nuestra visita comienza atravesando los tradicionales controles de seguridad ("Cuando viene gente de la Administración Pública se quedan alucinados con las medidas de protección que tenemos", presume) y por medio de andamios y obreros que se afanan en terminar a tiempo esa tercera ampliación. Cualquiera que lo vea desde fuera pensaría que se está construyendo un búnker, así lo reconoce Vaamonde, porque es difícil imaginar que de una enorme estructura de hormigón sin ventanas surja después el corazón de la digitalización.
Algunas salas, en las que podemos entrar, se ven los distintos racks diseminados en sus pasillos de calor y frío. También algunos espacios vacíos, aunque Juan Carlos Vaamonde asegura que están al 100% de ocupación y que esas lagunas son "de gente que reserva su espacio para seguir creciendo, pero que todavía no ha instalado sus equipos". Todo perfectamente colocado y delineado. Lo que es, en definitiva, un centro de datos de colocation: "Un hotel que alberga a muchos clientes distintos, frente al modelo de los hiperescalares que serían como pisos de soltero donde puedes hacer lo que quieras y tenerlo colocado o descolocado según prefieras".
Otras salas cuentan con medidas de protección adicionales y con un acceso tan restringido que ni el propio director general del centro puede entrar sin permiso. Al acercarnos a una de ellas, salen inmediatamente a nuestro encuentro dos agentes de seguridad privada que nos miran de arriba a abajo. "Están aquí permanentemente, nosotros hemos desplegado la infraestructura de red y de energía en una sala paralela para evitar tener que entrar salvo lo imprescindible", admite nuestro guía, que no revela la identidad de este misterioso cliente.
Luz, frío y red
Su trabajo, empero, es proveer de lo esencial para que sus inquilinos puedan hacer vida en el espacio que hayan contratado. Eso implica la energía, el principal consumo de cualquiera instalación de esta índole. "Tenemos ocho líneas de Iberdrola conectadas, con 40 MW de potencia total, cuya electricidad proviene de tres subestaciones distintas -Fuencarral, Mirasierra y Alcobendas-. Y en caso de que se cayeran todas, tenemos generadores autónomos que nos darían hasta 48 horas de autonomía", explica.
Lo segundo que tiene que proveer cualquier centro de datos que se precie es de refrigeración adecuada y de medidas de extinción en caso de que haya algún incendio. En ese sentido, el CPD de Data4 utiliza un complejo sistema de extinción por nebulizadores de agua, que permiten apagar cualquier fuego sin dañar los equipos. "El sistema cuenta con detectores físicos que se abren o cierran al detectar humo, para asegurarnos de que incluso aunque salte una alerta, sólo se abran en las salas afectadas", detalla.
Sobre el porqué de usar agua nebulizada frente a otras alternativas, como el gas, Vaamonde replica que esa tecnología, "más obsoleta", presenta numerosos problemas con las boquillas que podrían provocar escapes no intencionados y potencialmente dañinos para las personas que están en las instalaciones.
Por último, nos queda conectar el centro de datos con el universo. En ese sentido, el CPD de Data4 es neutral, con cinco entradas de fibra óptica, alejadas entre sí al menos 12 metros para evitar cualquier interferencia. Trabajan, a diferencia de otros centros propietarios de algún operador, con todas las empresas que se quieran prestar a ello: EXA, Internet Exchange, Correos Telecom, Espaix, Reintel...
Y aunque Alcobendas no es conocido por sufrir inundaciones de manera frecuente, todos los edificios han sido pensados para evitar riesgos en este aspecto. "Hicimos un análisis de las inundaciones de los últimos 500 años para determinar que debíamos subir 1,2 metros los edificios del suelo", concreta el directivo. Las escaleras y plataformas elevadas de todos los equipos exteriores dan buena muestra de ello.
Aprovechar el calor residual
Y aunque los centros de datos han mejorado de forma notable en los últimos años en lo que concierne a su consumo energético, siguen siendo grandes consumidores de energía... y productores de mucho calor residual. Es por ello que, en sus instalaciones de Alcobendas, Data4 haya buscado una original fórmula para aprovechar ese calor y que revierta en los ciudadanos de la localidad.
Para ello se está desplegando una red de calor que llega a 1.225 viviendas de la ciudad madrileña. "Podríamos darle calefacción a todo Alcobendas, pero no podemos almacenarlo", se lamenta Juan Carlos Vaamonde. Lo que sí han hecho ya es enviar el calor de sus centros de datos a una planta de DH Eco Energías donde se modificada para poder ser utilizada por los hogares.
Además, y según adelanta el ejecutivo, se está trabajando para extender estas capacidades a una nueva zona residencial que se está construyendo en Alcobendas, con 8.000 nuevas viviendas a las que ofrecer este mismo servicio.
San Agustín de Guadalix
Si el centro de datos de Alcobendas es ingente, el que está levantando la misma compañía en San Agustín de Guadalix promete romper esquemas. El nuevo campus contará con 48 MW de potencia instalada para cuatro edificios distintos, de los que el primero estará en funcionamiento a finales de 2024.
Ese primer estandarte tendrá la misma superficie que la ampliación última de Alcobendas, 3.300 metros cuadrados, con 12 MW de potencia, pensado también para dar respuesta a las necesidades de los hiperescalares. Vaamonde asegura que ya están trabajando en el diseño del segundo de estos centros y que, en función de la densidad o las necesidades del mercado, irán adaptando también los planes del tercer y cuarto edificio.
"Trabajamos con casi todos los hiperescalares y ya tenemos prácticamente ocupado todo el espacio de los dos primeros CPD de San Agustín de Guadalix", asegura el ejecutivo.
Este nuevo campus, con una inversión total de 500 millones de euros, es la última adicción al catálogo internacional de Data4, que cuenta en París con una miniciudad dedicada a estas labores y 33 centros de datos en todo el mundo. Operativos en España desde 2020, la compañía acaba de abrir un centro en Frankfurt y está ampliando su presencia geográfica hacia Polonia, Francia e Italia.
¿Hay más planes de expansión en España? Juan Carlos Vaamonde tiene clara su voluntad: "Tengo otros 500 millones de euros en París esperando y que me los quiero traer a nuestro país, pero necesito potencia y espacio suficiente". Ahí queda la apelación.