España se posiciona entre las economías digitales más estables con una tasa del 67%
La media global de los 90 países analizados es del 54% según el informe elaborado por la Universidad de Tufts y Mastercard
4 diciembre, 2020 14:39Noticias relacionadas
El estado actual de la digitalización en España se sitúa en una tasa del 67 sobre 100. Un dato que coloca a nuestro país por encima de la media global (54%) y que ha alcanzado gracias a factores como la alta adopción de productos tecnológicos e inclusión digital, según el informe ‘Índice de Inteligencia Digital’ elaborado por la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts en colaboración con Mastercard'
Este documento tiene como objetivo tomar el pulso del desarrollo digital en términos globales y analizar los factores clave que promueven este cambio. En esta tercera edición (las otros dos se publicaron en 2014 y 2017), también se desvelan los desafíos que supone la pandemia global y se ofrece una previsión del escenario tras la actual crisis.
Para ello han tenido en cuenta dos factores clave: evolución y confianza digital. El primero refleja el progreso histórico de las economías y cómo han llevado a cabo la transición hacia un modelo digital. Mientras que a través del segundo se analiza el estado actual de la digitalización en los distintos mercados y cómo alcanzar un futuro más inteligente e inclusivo.
La situación de España
Los datos de España revelan que es una de las economías digitales más estables con una tasa del 67%, mientras que la media global de los 90 países participantes en el informe es del 54%. Una de la razones es que nuestro país está muy bien posicionado en cuanto a la oferta y demanda de productos tecnológicos, donde ocupa los puestos 22 y 29 de la lista, respectivamente. En el primer caso con un 77%, superando el promedio mundial de 51%; y en lo que respecta a la demanda con un 79%, casi 15 puntos porcentuales más que la media global de 64%.s
Asimismo, España ha sido bien valorada en los indicadores que miden el apoyo de instituciones, superando la media internacional (53%) ocupando la posición 34 con un promedio de 64%. En innovación, en el puesto 41, también está por encima de la media con un 41% frente al 37%.
Sin embargo, en cuanto al impulso tecnológico, aún estamos por debajo de la media global (48%) con un porcentaje de 40,5% y ocupando el lugar 70 de 90. Aunque, según este informe, es el único indicador en el que España está por debajo del promedio internacional.
Las economías más dinámicas
Los resultados arrojan que las economías digitales más dinámicas, como Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos y Alemania, superaron significativamente la tasa de crecimiento de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en el segundo trimestre de 2020, en medio del confinamiento y las medidas preventivas para paliar la pandemia global.
Asimismo, el índice desvela que estos países cuentan con un alto nivel de talento disponible; colaboran de forma activa en la investigación y el desarrollo de la tecnología, tanto en el mundo académico como con distintas industrias, y tienen un historial sólido a la hora de crear e incorporar productos digitales en sus mercados.
“La pandemia es la prueba más pura de la transición mundial hacia la digitalización. Tenemos una visión más clara de cómo las economías digitales dinámicas pueden facilitar la resiliencia económica durante una época de cambios globales sin precedentes y cómo pueden ayudar a los países a prepararse para la recuperación y el cambio”, asegura Bhaskar Chakravorti, decano de Negocios Globales de la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts.
Actualmente, casi dos tercios de la población mundial tiene acceso internet, con lo cual, el estudio señala que el mundo se encuentra en una fase posterior, donde el acceso por sí solo no es suficiente. Aspectos como la calidad del acceso, el uso eficaz de las tecnologías digitales, el apoyo de instituciones responsables, las políticas sólidas en cuanto al tratamiento de datos y la confianza son factores importantes para determinar la competitividad y la sostenibilidad en el ámbito digital.