Sea por la crisis o por la influencia de la todopoderosa Inditex, España es uno de los últimos mercados a los que llegan las grandes marcas internacionales de moda. Pasó con Abercrombie & Fitch, que aterrizó en España en 2011. Y pasó con la también estadounidense GAP, que llegó en el recién finalizado 2015. Además, ésta lo hizo tímidamente, con espacios propios en El Corte Inglés (los denominados corners) cuando en el resto de grandes capitales europeas cuenta con tiendas en las principales vías comerciales.
Este año, parece que se puede romper esa tendencia con una de las grandes marcas de la industria de la moda que, hasta ahora, ha esquivado España: Uniqlo. Es la principal enseña del textil japonés y forma parte de uno de los gigantes del sector, Fast Retailing. El grupo nipón lleva cinco años jugando al gato y al ratón con España y todo hace indicar que en 2016, finalmente, se decidirá.
Hace un lustro parecía inminente su llegada, buscó ubicaciones, principalmente en Madrid pero cambió de preferencia y viró su mirada a Barcelona. La idea de la japonesa, según fuentes del sector inmobiliario, era abrir en el Paseo de Gracia, donde están todos los grandes del retail. Aseguran que allí llegó a tener un local apalabrado. Ahora se lo ha vuelto a pensar y estudia varias opciones de alquiler en la capital madrileña.
Uniqlo es uno de los interesados en hacerse con el uso comercial de Palacio de la Música, según publicó el diario El Mundo. El inmueble (inaugurado en 1926 y que ha sido auditorio, teatro y cine) forma parte de la Fundación Montemadrid (la antigua Fundación Caja Madrid), cuyas obras de remodelación quedaron paralizadas a consecuencia de la crisis de la entidad financiera. Es uno de los emblemas de la Gran Vía que permanecen cerrados a cal y canto. Por él también se interesó la catalana Mango, pero las dificultades para poder adaptar el edificio al uso comercial le hicieron desistir.
Si esa opción, permisos municipales mediante, no sale adelante, Uniqlo se decantaría por otras ubicaciones. El problema, que en la capital no existen excesivas localizaciones que se adapten a lo que suele requerir Uniqlo. Grandes arterias comerciales, las denominadas ubicaciones ‘prime’. Ahí, la Gran Vía juega con ventaja. Si fuera en 2017 podría optar por el complejo Canalejas, donde también estudia instalarse Abercrombie & Fitch. En otras ciudades, siempre llega a los ejes comerciales. Por ejemplo, en Londres, Uniqlo está en la comercial Oxford Street y en la más exclusiva Regent Street. En Nueva York, en la Quinta Avenida y en el Soho.
Un pequeño gigante asiático
Uniqlo puede dar vida al sector comercial español porque es uno de los pocos nombre que puede hacer sombra a Inditex. De hecho, son muchos sus paralelismos. Detrás de su matriz Fast Retailing está un hombre, Tadashi Yanai, que ha construido, desde cero, un imperio de varias cadenas.
La primera tienda del grupo se abrió en Hiroshima, en 1984. El nombre de la tienda era Unique Clothing. Con el paso del tiempo, la marca se convirtió en un acrónimo de ambas palabras y se quedó en Uniqlo. La tienda funcionó y, en la década de los 90 comenzó su expansión por la isla.
Con el cambio de siglo inició su carrera internacional y la creación del holding paraguas: Fast Retailing. Un crecimiento que tuvo su traspiés. Para cimentar su crecimiento inicial apostó por aperturas masivas en Londres y acabó por cerrar parte de ellas ante el desplome de sus ventas. Por eso, desde ese momento, la compañía sólo opta por localizaciones ‘prime’.
Prácticamente, Fast Retailing abre una tienda a la semana. De hecho, aunque Uniqlo aún sea una desconocida en España, ya está presente con otra de sus marcas, de apariencia francesa, Comptoir des Cotonniers. Sus otras enseñas, que tampoco están en el mercado español, son J Brand, Theory, GU y Princess Tam.Tam.
En total, cuenta con 2.878 tiendas y 41.600 empleados, al cierre del último ejercicio, que concluyó el 31 de agosto. Aún está lejos de Inditex, que suma casi 7.000 tiendas y supera los 170.000 trabajadores. Durante ese año, su facturación se situó en 12.840 millones de euros. Su objetivo es ambicioso, quiere alcanzar los 45.900 millones de euros (el equivalente a 50.000 millones de dólares) en ingresos en el ejercicio 2020.
Hasta ahora, su crecimiento se ha concentrado en Asia, Estados Unidos y las principales capitales europeas, España al margen. En concreto, en el viejo continente, está en Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica y Rusia. “Nos hemos concentrado en abrir en las mayores ciudades de Europa. El objetivo es ser la mayor marca del mundo, para lo que es imprescindible hacer lo mismo en otras capitales”, asegura Fast Retailing en su última memoria.
El hombre más rico de Japón
Al frente de Fast Retailing está su fundador Tadashi Yanai, de 66 años. Es consejero delegado y presidente del grupo. Cobra, según Bloomberg, el equivalente a 1,82 millones de euros. Hoy ocupa el puesto 41 del ránking de los más ricos del mundo que elabora la agencia estadounidense y, además, es el hombre más rico de Japón.
Su retribución dista mucho de lo que alcanzan algunos de los grandes directivos del comercio en España. Por ejemplo, el presidente de Inditex, Pablo Isla percibió el pasado año casi 8 millones de euros. Sin embargo, Tadashi Yanai compagina su trabajo en el grupo textil con la gestión de firmas de inversión. Por ejemplo, es director externo de Nippon Venture Capital y de Spartx Asset Management.
Yanai se dedicó al textil porque ése era el negocio de su familia en una pequeña localidad, Ube. “En esa época, Japón todavía estaba ocupado. Era un país pobre. Mis padres tenían una tienda en el primer piso y nosotros vivíamos en el segundo”, asegura en una entrevista al diario Financial Times. Es conocido por su meticulosidad, su obsesión por el orden y la limpieza de sus tiendas, donde parte de la colección se ordena por colores. Vive en el centro de Tokio donde, según el rotativo británico, tiene un minigolf en el jardín.
Hace tres años, la agencia Bloomberg lo nombró el noveno directivo más influyente del mundo (en un ránking de 50 nombres, liderado por Warren Buffett), por delante del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
“La matriz de Uniqlo es uno de los mayores componentes del índice Nikkei, después de que sus acciones hayan subido un 158% en los últimos cinco años”, aseguraba entonces Bloomberg. En 2015, sus acciones han seguido un camino muy diferente y, al cierre del ejercicio, han recortado su valor en un 3,18%, influido por la debilidad del euro y porque su negocio en Estados Unidos no ha logrado crecer como Yanai esperaba.