Se acaba de cumplir el noveno aniversario. El 9 de enero de 2007, Steve Jobs presentó el iPhone, la primera generación del teléfono que revolucionó la forma de acceder a Internet y consumir contenidos digitales.Desde entonces se han vendido más de 820 millones de terminales desde entonces y, a lo largo de 2016, Apple superará el número de los 1.000 millones. Su cotización se ha multiplicado por nueve en el periodo.
Pero detrás de las mareantes cifras de éxito sin parangón, el gigante tecnológico se enfrenta a una nueva crisis en este ejercicio. Lo está sufriendo en los últimos meses. China, el mercado clave para el crecimiento reciente de la empresa, ha pasado de ser una fortaleza a una debilidad. La desaceleración de su economía parece un hecho y los inversores esperan que esto pronto se traslade al negocio de la tecnológica.
Todo pasa por China
Estas expectativas, sin embargo, se contradicen con lo logrado hasta ahora. El volumen de ventas en China se duplicaron en su último ejercicio fiscal (de octubre de 2014 al mismo mes de 2015), hasta situarse cerca de 59.000 millones anuales. El gigante asiático supuso una cuarta parte (24%) de todo el negocio de Apple, superando en importancia al mercado europeo (20%).
Por eso China es ahora la principal incertidumbre para la compañía y cualquier noticia relativa a sus planes de producción allí se resuelve con amplias fluctuaciones en bolsa para la tecnológica que dirige Tim Cook.
Desde que estalló la crisis bursátil china el pasado verano, la cotización de Apple ha caído un 26%, de cerca de 130 a los 96,96 actuales. En términos de capitalización bursátil, la empresa ha perdido 220.000 millones de dólares (203.000 de euros), hasta los 540.000 millones actuales. Con esa cifra, todavía se se mantiene con holgura como la mayor empresa del mundo por valor en bolsa.
Junto a China, también ha cotizado a la baja sobre Apple la incertidumbre que le rodea en Europa por sus prácticas fiscales. Italia ha sido el primer país en mover ficha con una multa de 318 millones de euros que el grupo estadounidense se plegado a pagar. Bruselas sigue la pista de la compañía en este terreno y se esperan novedades para 2016. No es un asunto menor. La mayor parte de los 200.000 millones de dólares (186.000 millones de euros) que tiene en caja están fuera de EEUU y no puede repatriarlos sin afrontar el pago en impuestos sobre un tercio de esa cantidad.
Un recambio para el iPhone
Pero no sólo el comportamiento del mercado chino es uno de los factores más temidos por los inversores, también está pesando la falta de diversificación de sus productos, debido al excesivo protagonismo que ha tomado el iPhone en sus cuentas y la falta de recambio para mantener su increíble crecimiento. Hace poco menos de un año, el teléfono que ahora ha cumplido su noveno aniversario marcó un hito de ventas de 74 millones en un trimestre y el próximo 26 de enero, cuando Apple presente resultados, volverá a enfrentarse a ese récord, cada vez más difícil de batir.
Las ventas de iPads se han situado por debajo de los 10 millones de unidades al trimestre, su nivel más bajo desde 2011, apenas un año después de su lanzamiento. El aumento de la competencia y la llegada de los llamados phablets -mitad teléfono, mitad tableta- han frenado el crecimiento de uno de los productos estrella de la compañía, que desde su lanzamiento en 2010 ha vendido más de 290 millones. Sin embargo, en el último trimestre, las ventas de Macs (ordenadores de sobremesa y portátiles) superaron en ingresos al iPad.
Entre las divisiones de producto emergentes se encuentra la venta de contenidos digitales a través de su tiendas iTunes y Appstore. Entre música, libros, series, cines o aplicaciones, Apple ha construido un mercado propio que mueve cerca de 20.000 millones de dólares anuales. Es su gran esperanza de crecimiento junto al lanzamiento de nuevas líneas de producto, como es el coche conectado, donde Apple ya colabora con los principales fabricantes automovilísticos.