El análisis de la inversión extranjera directa era, hasta hace unos años, relativamente sencillo. Los países que más invertían en el exterior eran los más prósperos y con empresas más fuertes, capaces de dar un salto multinacional. Sin embargo, esta perspectiva no sirve para entender los datos actuales. El dinero se canaliza hoy a través de una nueva ingeniería: la fiscal. Luxemburgo se ha convertido en el principal país que realiza inversiones productivas en España. Y estos datos no contabilizan las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE), vehículos que tienen ventajas fiscales para la repatriación de beneficios y tampoco las inversiones en cartera, que es lo que hacen principalmente los fondos de inversión erradicados en el país.
Luxemburgo es el país que más invierte en España en fábricas, edificios, explotaciones, empleo… Pero no es dinero público, sino privado, la gran mayoría procedente de las empresas y vehículos de ahorro establecidos en el país. El año 2014 ya fue histórico, con una inversión directa de Luxemburgo en España de 2.565 millones de euros, y en 2015 se disparó casi un 40%, según los datos publicados por la Secretaría de Estado de Comercio. “En Luxemburgo se ha desarrollado un régimen fiscal muy atractivo que permite que la inversión se desarrolle desde plataformas societarias en ese país”, explicó el lunes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
En Luxemburgo se ha desarrollado un régimen fiscal muy atractivo que permite que la inversión se desarrolle desde plataformas societarias en ese país
En total, 3.584 millones de euros viajaron desde Luxemburgo hasta España para realizar inversiones productivas, un 16,5% del total. De este modo, el pequeño país europeo se ha convertido en el principal inversor español al adelantar a EEUU, que en 2014 fue el primero con una cuota del 19,3%.
El crecimiento de la inversión de Luxemburgo en España se ha disparado en los últimos cinco años. Una evolución paralela al desarrollo del país como un pequeño paraíso fiscal dentro del euro. Antes de la crisis, el dato más elevado de inversiones procedentes de Luxemburgo no llegaba a los mil millones de euros: 921 millones en 2007. Desde entonces se ha multiplicado casi por cuatro.
¿En qué invierten?
El principal destino de las inversiones es el ladrillo. No parece algo nuevo: empresas y fondos invirtiendo en la compra y el alquiler de inmuebles, pero es la realidad. Tres de cada diez euros se destinaron a este sector, esto es, 1.040 millones de euros. En 2015 entró más dinero desde Luxemburgo al sector inmobiliario español que toda la inversión de China y Arabia Saudí juntas. También se ha dedicado un esfuerzo inversor fuerte a la promoción inmobiliaria. En total, Luxemburgo destinó 443 millones de euros a estas actividades.
Las empresas y fondos luxemburgueses estarán entre los más beneficiados por la recuperación de los precios del sector inmobiliario en España, en especial en el caso de las inversiones realizadas en los grandes núcleos urbanos. Teniendo en cuenta que la Comunidad de Madrid y Cataluña acaparan casi el 70% de la inversión, es más que probable que sus inversiones hayan salido muy rentables.
No podían faltar las inversiones relacionadas con los servicios financieros. En 2015 se disparó el dinero destinado por empresas residentes en Luxemburgo a desarrollar el negocio de la intermediación y comercialización de productos financieros. En total dedicaron 425 millones de euros a este sector, casi cuatro veces más que en 2014.
También se ha disparado la inversión en producción eléctrica después de que el Gobierno haya conseguido corregir el problema del déficit tarifario. Casi 630 millones de euros de Luxemburgo se dedicaron a energías que no sean la hidroeléctrica, térmica, nuclear ni eólica (el Ministerio no desagrega más los datos).
El paraíso estadounidense
Junto a Luxemburgo, hay otro país que destaca este año por el crecimiento de la inversión en España: Holanda. El flujo de dinero se duplicó en 2015, al pasar de 1.158 a 2.777 millones de euros, lo que sitúa al país como el segundo socio inversor del mundo, sólo superado por Luxemburgo, y con una cuota del 12,8% de la inversión.
García-Legaz explicó que este fuerte aumento se debe, principalmente, a la tributación favorable que tienen las sociedades estadounidenses que domicilian su sede europea en el país. Sólo con Luxemburgo y Holanda se explica la mitad de todo el aumento de la inversión extranjera directa en España. El resultado de la ingeniería fiscal.