El relevo de César Alierta al frente de Telefónica no ha sido una sorpresa. El calendario le presionaba para decidir su futuro. Está a punto de cumplir 70 años el próximo mes de mayo y debía repetir en el cargo en 2017, ya que su último nombramiento fue en 2012 por un plazo de cinco años.
Además, hace ya dos ejercicios, dio un paso clave para desbloquear su sustitución. Eliminó su blindaje a cambio de una única aportación (extraordinaria) de 35,5 millones de euros a su plan de pensiones.
A partir del próximo mes de abril, cuando el consejo de administración de la ‘teleco’ dé luz verde al relevo en la cúpula directiva, Alierta seguirá como consejero, además de máximo responsable de la Fundación Telefónica. No se sabe cuánto percibirá por esos cargos, pero sí cuánto ganó el pasado año.
Alierta percibió en 2015 un total de 6,5 millones de euros por ser presidente de la operadora. De ellos, 2,2 millones procedieron de su ‘sueldo’, ya que otros 4 millones de euros correspondieron a la retribución variable. En 2014, su retribución fue más alta: 6,73 millones de euros.
En 2015, el actual consejero delegado y futuro presidente, José María Álvarez-Pallete, percibió 5,39 millones de euros, prácticamente la misma cantidad que el año anterior cuando ganó 5,52 millones.
El cambio de gestión, que estará marcado por la continuidad dado que Álvarez-Pallete es la mano derecha de Alierta, tiene sobre la mesa problemas que solucionar en el corto plazo. El primero, la venta de su negocio en el Reino Unido, O2, paralizada por la Comisión Europea. El segundo (y vinculado) la reducción de deuda de la operadora que ronda los 50.000 millones de euros.