Bruselas

Primer paso en el debate sobre posibles sanciones de la Unión Europea a España por déficit excesivo. La oficina estadística comunitaria, Eurostat, ha certificado este jueves que España es el segundo país con más déficit de la UE. La cifra final validada por Bruselas, que incluye las ayudas a la banca, asciende al 5,1% del producto interior bruto. Sólo Grecia, un país que ya va por el tercer rescate, registra un desfase presupuestario superior, el 7,2%.

 

Sin contar las ayudas a la banca, que la Comisión no computa en el procedimiento sancionador por déficit excesivo por tratarse de un gasto no recurrente, el déficit de España en 2015 quedó en el 5%. Es decir, ocho décimas por encima del objetivo del 4,2% al que se había comprometido el Gobierno de Mariano Rajoy. Eurostat avala así los últimos datos que dio el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el pasado 7 de abril, después de varias rectificaciones forzadas precisamente por Eurostat.

 

Desde la llegada al gobierno de Mariano Rajoy, el déficit ha disminuido del 10,4% en 2012 al 6,9% en 2013, el 5,9% en 2014 y el 5,1% en 2015. Pero en ninguno de los ejercicios se lograron los objetivos exigidos por la UE. El volumen de deuda pública ha aumentado del 85,4% en 2012 al 99,2% el año pasado, según los datos de Eurostat.

Además de Grecia y España, los países de la UE con más déficit público son Portugal y Reino Unido (-4,4%), Francia (-3,5%), Croacia (-3,2%) y Eslovaquia (-3%). En el extremo contrario, en 2015 Luxemburgo (+1,2%), Alemania (+0,7%) y Estonia (+0,4%) registraron superávit presupuestario, mientras que Suecia tuvo unas cuentas públicas equilibradas. En la eurozona, el déficit bajó del 2,6% en 2014 al 2,1% en 2015.

 

Los próximos pasos

 

Los datos de Eurostat confirman el fuerte desvío del déficit en España el año pasado, y ello a pesar de registrar un crecimiento económico del 3,2%, uno de los más potentes de la UE. Con las cifras definitivas, la Comisión tiene que examinar ahora si el gobierno de Rajoy hizo el esfuerzo de ajuste estructural requerido (y su conclusión preliminar es que no) y si hay alguna circunstancia que pueda justificar el desfase.

 

El siguiente paso será el envío a Bruselas por parte del gobierno en funciones del programa de estabilidad y de reformas para los próximos años, antes de que acabe abril. Al tratarse de un ejecutivo en funciones, no tiene poder para incluir ajustes nuevos que puedan frenar la multa.

 

La Comisión publicará sus previsiones económicas de primavera durante la primera semana de mayo. En ellas actualizará las cifras de crecimiento y también las de déficit público para los próximos años. Sobre la base de estos datos, la Comisión debe decidir a mediados de mayo si avanza en la multa a España por el desvío del déficit.

La sanción máxima podría llegar al 0,2% del PIB (2.000 millones de euros), aunque también puede convertirse en una multa simbólica, como ocurrió con la manipulación del déficit en la Comunidad Valenciana (se quedó en 19 millones frente al máximo posible de 1.000 millones). Bruselas tendrá en cuenta que España no tiene Gobierno, según fuentes del Eurogrupo, y por ello podría retrasar la decisión a después de las elecciones del 26 de junio si se confirma su repetición.

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