Volkswagen empieza a desgranar cómo va a ser su factura por haber mentido en el ‘dieselgate’. El gigante alemán va a tener que pagar, al menos, 10.000 millones de dólares (8.853 millones de euros) para cerrar las reclamaciones civiles que ha interpuesto el Gobierno de Estados Unidos, así como las demandas penales de los conductores que compraron alguno de los coches trucados en ese país, según señala la agencia Bloomberg.
El acuerdo entre empresas y representantes legales de la Administración y de los afectados se produce después de meses de negociaciones, según la agencia, que cita fuentes próximas a las mismas. Y llega horas después de que la japonesa Mitsubishi también asumiera que engañó en sus emisiones.
Una parte de los coches manipulados, cerca de 500.000 vehículos podrían ser recomprados por la empresa, según Reuters. Sólo compraría algunos modelos, los más pequeños: Jetta, Golf y Audi A3 vendidos en 2009.
Estados Unidos fue, precisamente, el origen del escándalo de Volkswagen. Allí las autoridades medioambientales descubrieron que el grupo alemán contaba con un ‘software’ en algunos de sus motores diésel que le permitía reducir las emisiones en los test legales. Después, con los vehículos ya en carretera, el software se desactivaba y las emisiones se disparaban.
Resultados, la próxima semana
La manipulación no se centraba sólo en Estados Unidos, también en Europa, y el número de coches afectados superó los 11 millones de unidades. Entre otras medidas, conllevó la dimisión del entonces consejero delegado del grupo, Martin Winterkorn, y el retraso de la presentación de resultados de la multinacional durante 2015. Hasta la próxima semana no se sabrá qué pasó con sus cuentas el pasado año.
En Europa, no ha optado por recomprar coches, sino por arreglarlos y modificar el software de los motores. Eso es, por ejemplo, lo que ha hecho en España con sus diferentes marcas (Volkswagen, Audi y Seat).
“Un acuerdo que cubra la mayor parte del coste financiero en Estados Unidos puede ser una buena noticia para Volkswagen y reducir la incertidumbre a futuro”, asegura el analista Marc-Rene Tonn, citado por Bloomberg. Las negociaciones son, hasta el momento secretas y, ni la empresa ni los representantes legales de las administraciones estadounidenses confirman el acuerdo. Además, las investigaciones continúan, por ejemplo, para saber cuántos directivos conocían la manipulación.
Por lo tanto, aún es pronto para saber qué parte de esos 10.000 millones de dólares irá a parar a los dueños de un coche afectado en EEUU. Además, una parte, que tampoco se conoce, se destinará a la creación de un fondo para reducir la contaminación y los daños medioambientales, incluso retirar vehículos con altas emisiones en California, el Estado donde se destapó el escándalo.
Hasta el momento, Volkswagen ha provisionado 6.700 millones de dólares para hacer frente al ‘dieselgate’. Pero la factura será, definitivamente, mucho más alta. En un primer momento, se llegó a hablar de más de 42.000 millones de dólares, sólo en reclamaciones civiles y sólo en Estados Unidos. La recompra de todos los coches podría costarle más de 9.000 millones de dólares, según estimaciones de analistas.
Al cierre del pasado mes de septiembre, la última fecha de la que se conocen sus datos financieros, Volkswagen guardaba en caja liquidez por valor de 27.800 millones de euros.