El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha tenido que encajar las críticas desde algunos sectores políticos en las últimas semanas, en especial del ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schauble, que criticaba su política de estímulos monetarios. Hoy se ha desquitado con la clase política alertando de que su participación es imprescindible para conseguir una recuperación económica completa y salir de “un crecimiento moderado”. “Otras áreas de la política tienen que ayudar de forma más decisiva a mantener la recuperación económica”, ha advertido Draghi, por lo que demanda actuaciones decididas “tanto a nivel nacional como europeo”.
Draghi ha alertado que “las previsiones económicas para la eurozona se han inclinado a la baja”, por lo que es necesario apuntalar la recuperación lo antes posible. Por este motivo ha demandado políticas estructurales encaminadas a mejorar la productividad y el clima empresarial. En otras ocasiones también ha demandado que los países que tienen espacio fiscal (esto es, que no tienen un déficit elevado), pueden aprobar estímulos fiscales (ya sea con una política de inversiones o bajando los impuestos) que ayuden a sostener la recuperación. Las demandas del presidente del BCE llegan en un momento en el que la política española lleva cuatro meses paralizada en una situación que podría prolongarse varias semanas más. En cualquier caso, Draghi quiso limitar la polémica al afirmar que la discusión con Schauble se realiza siempre en términos “productivos y amistosos”.
El presidente del BCE también ha defendido sus políticas monetarias no convencionales con las que está protegiendo la tibia recuperación de la eurozona. Draghi ha advertido que las políticas que ha aprobado la institución “no son diferentes a las que han aplicado otros muchos países, incluyendo todas las principales jurisdicciones”. Y además advierte que esos estímulos que aprobaron otros bancos centrales “funcionaron” y pidió “tiempo” para ver los efectos positivos de sus estímulos.
Los años de Trichet
Europa está en una fase del ciclo económico retrasada respecto a Estados Unidos y el Reino Unido, como ha reconocido Draghi, por lo que la política monetaria seguirá siendo divergente: la Reserva Federal empezó a subir los tipos de interés en diciembre de 2015 y el Banco de Inglaterra está retrasando su primera subida por los efectos negativos del Brexit. Pero el presidente del BCE advierte que esas políticas ya funcionaron en estos países, la diferencia es que Europa se adoptaron varios años más tarde. Años en los que el presidente de la institución era Jean Claude Trichet y en los que llegó a subir en dos ocasiones los tipos de interés antes de que la eurozona cayese en su segunda recesión de la crisis
El BCE también ha respondido a las críticas sobre los tipos de interés negativos y cómo afectan a la banca. Draghi lo ha dejado muy claro: “No hay evidencias empíricas de que la facilidad de depósito en negativo se haya trasladado a los depósitos o los créditos bancarios”.
Lo que ha querido rechazar de forma tajante es la posibilidad que habían barajado algunos analistas de que el BCE apruebe una ronda de estímulos que vayan directamente a los ciudadanos. Lo que se conoce como ‘helicóptero monetario’ y que consistiría en dar o prestar una cantidad de dinero directamente a la gente. Draghi ha asegurado que esta política tendría “problemas operativos”, esto es, podría vulnerar el mandato que tiene el BCE y, además, “nunca se ha discutido”.
En cualquier caso, Draghi ha asegurado que el BCE tiene herramientas suficientes para poner en marcha si fuese necesario, en especial, si las perspectivas económicas o de inflación se resienten en los próximos meses. Una de ellas sería bajar más los tipos de interés, lo que llevaría al tipo de interés principal de refinanciación a terreno negativo, como anticipó en marzo que podría hacer si la situación lo requiere.
Sin nuevas medidas
La de hoy era una reunión de transición después de la batería de estímulos históricos que aprobó el BCE en su reunión del 10 de marzo. Por ese motivo, decidió mantener sin cambios el corredor de los tipos de interés: el principal en el 0%, la facilidad de depósito en el -0,4% y la facilidad de crédito en el 0,25%.
La institución también está poniendo en marcha su programa de compra de deuda de las empresas públicas, la medida estrella que anunció en su última reunión. Draghi ha explicado algunas características técnicas que tiene este programa: el riesgo estará completamente compartido por todos los países de la eurozona, adquirirá bonos con un periodo de vencimiento máximo de 30 años y con un techo de compra del 70% de cada emisión de deuda.