"Sí, son zapatos baratos, pero a la gente que viene no le importa. Ya lo saben, supongo que por eso, a veces, se llevan varios modelos", asegura María, dependienta de una de las tiendas de Marypaz en Madrid. María es un nombre ficticio porque prefiere no dar el suyo. "No sé, nunca se sabe, prefiero no decirlo".
La cadena Marypaz está desde hace unos días en preconcurso de acreedores. Ha tenido que recurrir a esa situación ahogada por sus deudas a los proveedores. Un pasivo de cerca de 30 millones de euros, según adelantó el diario Expansión, que llevó a la compañía a solicitar el preconcurso para defenderse. Con ese movimiento se protegía ante la posibilidad de que uno de sus acreedores instase el concurso para cobrar las deudas. Si eso ocurriera, la cadena de zapaterías estaría cerca de su liquidación.
"Entre nosotras lo hemos hablado pero no sabemos nada del tema. Yo estoy tranquila", asegura María. Esquiva así la respuesta sobre qué sabe de la situación de la empresa. "Pero es que tampoco llevo mucho", matiza sonriendo.
La empresa andaluza asegura que se trata de un problema temporal. Explica que se ha enfrentado “a una tensión puntual de liquidez, provocada por la exigencia del pago inmediato de tres millones de euros por un fabricante extranjero”.
Este “proveedor [que no identifica] ejecutó, unilateralmente, una letra cambiaria tras un desencuentro en torno a la validez de diversos pedidos”, explica a través de un comunicado. Por eso, solicitó el 8 de abril, en un juzgado mercantil de Sevilla, el preconcurso de acreedores. Así, tendrá cuatro meses para renegociar con sus acreedores. Además, iniciará “una reestructuración a fondo de su deuda que impida que una situación así pueda volver a producirse”.
Un plan de negocio ambicioso
Marypaz nació en 1972 de la mano de Ángel Aguaded. Hoy está al frente de la enseña familiar la segunda generación, su hijo Juan José Aguaded Santos. Él ha sido el encargado de pilotar su expansión en los últimos años. Un proceso demasiado rápido que ha coincidido con los años más complicados de la crisis.
El problema de Marypaz ha sido su estrategia agresiva: ha querido llevar sus zapatos ‘low cost’ por medio mundo justo cuando arreciaba la tormenta. Hace menos de tres años, hablaba de llegar a 800 puntos de venta en el año 2017. Hoy, cuando quedan meses para esa fecha objetivo, está muy lejos de esa cifra. Al cierre del último año, Marypaz tenía 280 tiendas.
En los últimos ha ido replegando la red en la misma medida que asumía un recorte de ventas. En 2013, cuando hablaba de alcanzar los 800 locales gracias a una expansión centrada en Oriente Medio y Europa. Entonces, su red comercial superaba los 400 establecimientos y sus ingresos, según decía, rozaban los 140 millones. Al cierre del último ejercicio, ingresó 117 millones.
Marypaz argumenta que puede salir de esta “situación singular”, porque tiene una “deuda financiera muy reducida”, de siete millones de euros en compromisos a largo plazo. Es decir, no tiene problemas con los bancos, sino con sus proveedores españoles. “Actualmente son tres compañías las que aglutinan casi el 80% de la deuda”, indica. Empresas que están dispuestas a negociar, asegura, y a llegar a un acuerdo lo antes posible, sin plantear quitas, sino ampliar los plazos de vencimiento.
La cadena ha hecho gala de su estrategia de precios bajos, la mayoría de sus productos llegan de China, aunque en sus tiendas también hay zapato español. Y, cuando lo es, lo destaca bajo la etiqueta de ‘hecho en España’.
Reordenación del negocio
La empresa ha declinado responder a las preguntas de EL ESPAÑOL sobre cómo va a impactar esta situación de preconcurso en su negocio, si puede traducirse en cierre de más establecimientos o en algún recorte de empleo. Lo único que señala, a través del citado comunicado, es que, en los próximos cuatro meses [el tiempo que dura el preconcurso] reordenará el negocio y pondrá las bases para evitar que se repitan los problemas de liquidez.
Su crecimiento fuera de España “seguirá según lo previsto”. Asegura que en España, Francia y Portugal es ella misma la que pilota el crecimiento. En otros países sí va de la mano de grupos locales. Por ejemplo, en Arabia Saudí tiene como socio a Alhokair, la firma que se hizo con el control de Blanco; y en Emiratos Árabes, está con Azadea. En estos dos países tiene contemplado abrir 65 locales. En Egipto tiene intención de sumar 16.
Red de sociedades
Otra duda que queda sin responder es cómo está constituido el entramado de empresas que hay detrás de Marypaz. La cadena tiene como razón social Indushoes SL, una firma que no ha presentado en el Registro Mercantil sus resultados del ejercicio 2014. En noviembre de ese año, según la documentación societaria que figura en Informa, Indushoes ‘nació’ de un cambio de denominación social tras una fusión por absorción de varias empresas. La denominación anterior de la sociedad cabecera era Inversiones Mar Blanco.
En esta última empresa, según la memoria que figura en el Registro, no consta cifra de negocio durante el ejercicio 2013, en el que perdió más de 273.000 euros. De ella pendía, ese año, una decena de empresas vinculadas al comercio al por menor de calzado, incluida otra que también se denomina Indushoes.
Alrededor de Juan José Aguaded Santos, según los datos que figuran en Informa, hay 51 sociedades. De ellas, la mayoría, casi 40, están vinculadas al negocio del calzado. Y, de ese medio centenar, sólo cinco siguen en activo. Una de ellas Indushoes SL. De estas empresas, la que alcanzaba una facturación más alta era Compras de Zapatos Madrid, que en el ejercicio 2011, ingresó más de 64 millones. Esta sociedad, según la citada información, dejó de estar activa en noviembre de 2014.