Después de las quejas generalizadas del sector financiero al Banco Central Europeo (BCE) por los tipos de interés negativos, que se consolidaron ayer con la protesta de los presidentes del BBVA, Francisco González, y del Banco Santander, Ana Botín, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde ha recordado hoy que todavía queda por concluir e implantarse la última parte de la regulación de Basilea III.
Aunque la mayor parte de esta normativa ya está aplicada, todavía quedan por aplicar algunos requisitos de capital que supondrán, en última instancia, más presión a los maltrechos márgenes del sector. Es evidente que cualquier exigencia de capital supone contar en el balance con activos de máxima calidad que tienen un coste elevado y que presionan los resultados de las entidades.
Debería ser posible evitar aumentos significativos de los requerimientos de capital
Linde ha explicado, durante su intervención en las jornadas del encuentro de primavera que celebra el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) que “debería ser posible evitar aumentos significativos de los requerimientos de capital”. En otras palabras, que la regulación que todavía queda por aplicar no ejerza mucha presión sobre los márgenes de los bancos, ya muy penalizados.
En su opinión, “el reto realmente crucial sigue encima de la mesa” y que no es otro que “las cuestiones pendientes en cuanto al impacto de los requerimientos de capital”. En otras palabras, el gobernador del banco de España está reclamando un debate dentro del sector en el que se analice, no sólo la fortaleza de la banca, sino también su rentabilidad. En definitiva, su viabilidad.
El reto realmente crucial sigue encima de la mesa: las cuestiones pendientes en cuanto al impacto de los requerimientos de capital
El gobernador del Banco de España considera que la regulación que todavía está pendiente sirva para estandarizar y modelizar mejor los activos en los balances de los bancos y a “eliminar las diferencias en los activos ponderados por riesgo que existen entre los distintos bancos”. En su opinión, hay que centrarse en supervisar y regular sobre “aquellos bancos que utilizan modelos muy agresivos”, de modo que la nueva normativa tiene que “aumentar la sensibilidad al riesgo”.
Una eurozona más integrada
El gobernador del Banco de España también ha querido demandar a los políticos europeos un esfuerzo para seguir la hoja de ruta de la Comisión Europea y apoyar una “mayor convergencia y mutualización del riesgo común”. En su opinión, una eurozona que vaya en esta dirección servirá para “mejorar la resiliencia de la zona euro y permitirá construir la suficiente base de confianza para consolidar el crecimiento”.
De esta forma, Linde entra en un debate que actualmente está abierto en Bruselas en el que algunos países piden una mayor cohesión y mutualización de riesgos, frente al ala más conservadora, liderada por Alemania, que prefiere mantener la distancia entre los países. A medida que los países del sur de Europa vayan saliendo de los Procedimientos de Déficit Excesivo (PDE) y demuestren su compromiso con la estabilidad presupuestaria, la Comisión irá presionando con más fuerza para dar un nuevo paso hacia la integración europea.
Linde también considera que la reducción del déficit y la estabilidad presupuestaria es imprescindible, ya que, en su opinión, “apoyará al crecimiento este año”. En su opinión, “el proceso de consolidación ha conseguido buenos resultados”. Además, ha pedido a los políticos que pongan en marcha las políticas apropiadas para crear “sinergias con las políticas monetarias” para estimular la recuperación económica.
La normalización de tipos, sin fecha
Después de que BBVA y Santander certificaran ayer el impacto de los tipos negativos en el negocio bancario, Linde defiende la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) al considerar que ha contribuido a reducir el "estrés" financiero, reestablecer el crédito y mejorar la baja inflación. Sin embargo, sí admite que es necesario normalizar esta situación, aunque no ha puesto fecha al entender que es "imposible predecir" cuándo se llevará a cabo.
Linde recuerda que la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el de Japón están tomando medidas similares a las políticas del BCE, con programas de compra de activos tanto públicos como privados. Al respecto, incide que la inflación se encuentra por debajo del objetivo del BCE desde inicios de la crisis, más aún en un contexto de caída del precio del petróleo.
Sobre la política de banco central, Linde advierte de que su política persigue impulsar la recuperación de la economía y alentar la demanda. En este sentido, señala el "decepcionante crecimiento débil" de la economía mundial.