El pasado 8 de marzo el vicepresident y conseller de Hacienda de la Generalitat, Oriol Junqueras, llamó de urgencia al ministro de Economía, Luis de Guindos, para concretar una reunión excepcional, tanto, que se celebró en el mismo Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Fue un encuentro breve y cordial en el que Junqueras le pidió a Guindos que acelerara el proceso para permitir a Cataluña convertir una deuda de corto plazo en deuda de largo para que así quedara asumida por el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). En total son 1.600 millones de euros de un crédito sindicado (con varios bancos) que Cataluña ya había pedido convertir en diciembre y que para la Generalitat supondría un auténtico balón de oxígeno ante sus graves problemas de liquidez.
Guindos tranquilizó a Junqueras, compartió su preocupación y aseguró que activaría la operación. El Ministerio de Economía es quien tiene que poner en marcha el proceso redactando un informe favorable del cambio del plazo de la deuda. Posteriormente se traslada al Ministerio de Hacienda, que es quien tiene que elevar la petición al Consejo de Ministros. Esto significa que Junqueras tenía que llamar a otra puerta, a la de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda en funciones, con quien no se había reunido hasta entonces.
Diez días después de reunirse con Guindos, Junqueras entraba por las puertas del Ministerio de Hacienda para desbloquear la operación. La reunión fue cordial y correcta, y se fue satisfecho: “Hay acuerdo en firme de que algunos de los vencimientos de corto pasen a largo”, declaró ante los periodistas tras el encuentro.
Montoro dice que sí, pero luego no lo hace. En la última reunión de Junqueras con Guindos, Montoro ya tenía el informe favorable de Economía
Desde entonces han pasado más de dos meses y la situación sigue bloqueada. “Montoro dice que sí, pero luego no lo hace”, denuncian fuentes de la Generalitat. “En la última reunión de Junqueras con Guindos, Montoro ya tenía el informe de Economía”, explican a EL ESPAÑOL. El Ministerio de Economía confirma lo que le dijo Guindos a Junqueras, que el informe ya está elaborado y remitido a Hacienda. Por lo tanto, lo único que falta es que Montoro eleve la propuesta al Consejo de Ministros para que la apruebe definitivamente.
Para la Generalitat es vital, pero Hacienda sigue retrasando la decisión. Y no es porque sea una operación extraña, ya que la aprobación de nuevas operaciones de deuda en el Consejo de Ministros es algo habitual. Sin embargo, esta vez “Cataluña ha fracasado”, como explica Moody’s. Para la agencia de rating, este revés no significa que la región haya perdido el apoyo financiero del Estado, pero sí que es un duro golpe para su delicada situación financiera, ya que tiene que seguir refinanciando con los bancos todos estos vencimientos cada pocos meses para evitar el impago.
Un control exhaustivo
Hacienda vigila de cerca los pasos de las comunidades incumplidoras con su objetivo de déficit, es decir, de todas salvo Galicia, Canarias y el País Vasco. Montoro anunció en abril que aplicaría con contundencia la Ley de Estabilidad Presupuestaria. En su artículo 20 prohíbe que las regiones realicen operaciones de endeudamiento sin la autorización del Gobierno central. La ley es estricta con aquellos que se han saltado la normativa. En 2015, Cataluña fue la comunidad que más se saltó el objetivo del déficit: si el techo estaba en el 0,7% de su PIB, el desfase alcanzó el 2,7%.
Además, Cataluña ya estaba siendo vigilada por Hacienda desde noviembre, cuando la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos aprobara una partida extra de 3.034,8 millones de euros del FLA para pagar a proveedores, en especial a las farmacias y centros sanitarios concertados que acumulaban varios meses sin cobrar. Desde ese momento, Hacienda ya empezó a exigir al interventor general que certificase que todo ese dinero se empleaba “respetando la legalidad”, indicó el ministro Cristóbal Montoro, de modo que no se malgaste “ni un euro” en “veleidades independentistas”.
La Generalitat asegura que ahora es imposible saltarse los objetivos de Hacienda, ya que el Ministerio revisa cada operación de gasto con periodicidad mensual. Así, cuando la CUP exige al president, Carles Puigdemont, “desobeciencia” para saltarse el techo de déficit, la respuesta es clara: “No podemos hacerlo, es imposible”. En efecto, si quieren seguir recibiendo financiación para sus gastos ordinarios, como el pago a funcionarios o el mantenimiento de los servicios básicos, tienen que cumplir con Hacienda.
Cataluña está al corriente de todos los compromisos y requerimientos de Hacienda, aseguran fuentes de la Generalitat a EL ESPAÑOL, lo que es fundamental para que la región siga recibiendo los fondos del FLA. Además, los Presupuestos presentados por el Govern, y que están pendientes de aprobación, “cumplen con el objetivo de déficit marcado”. De este modo, el president quiere responder a las exigencias del Gobierno central para dar seguridad jurídica a la región en pleno proceso independentista. En 2015, por el contrario, fue la comunidad que más incumplió el objetivo de déficit y, además, la segunda que más aumentó su gasto público: un 8,3% respecto al año anterior. Sólo Baleares la superó, con un incremento de su gasto del 10,1%.