José María Amusátegui de la Cierva, de 84 años, utilizó varias sociedades radicadas en paraísos fiscales tras su salida del Banco Santander Central Hispano a principios de la pasada década para la compra de un yate valorado en 2,6 millones de euros, según informa eldiario.es en la investigación denominada 'los Papeles de la Castellana'.
Adicionalmente, el exbanquero se autoconcedió un préstamo desde la sociedad Amacayo Ltd con sede en Guernsey. “Esa sociedad opaca le permitió ahorrarse el IVA y el impuesto de matriculación del barco y con ella sorteó la ley española al recibir un préstamo autoconcedido por el financiero que no devengaba intereses; el ahorro fiscal pudo superar los 700.000 euros”, señala eldiario.es.
Según la versión de Amusátegui, el barco Cascais "jamás" transitó por aguas españolas, aunque de haberlo hecho debía haber pagado el Impuesto sobre Determinados Medios de Transporte en España (IDMT). Por otro lado, en Isla de Man, Amusátegui compró en 2005 otra sociedad para administrar un amarre en la Riviera francesa que todavía conserva.
El exbanquero Amusátegui fue protagonista de los procesos de concentración bancaria en los años 90, primero con la unión del Central y el Hispano, aunque su operación más importante se produjo con la fusión de éste con el Santander en 1999. Fue copresidente del nuevo grupo hasta 2001 junto a Emilio Botín y con su salida se situó en el centro de la polémica tras recibir una indemnización de 48 millones de euros y una pensión vitalicia de 5 millones, una de las mayores de la historia.