El Tesoro Público español ha colocado este jueves 4.502 millones de euros en deuda a medio y largo plazo de varias denominaciones, incluida una de obligaciones ligadas a la inflación, que en la mayoría de los casos han salido a menor interés.

En concreto, solo se ha elevado el interés marginal aplicado a unas obligaciones a quince años ligadas a la inflación (con vida residual de 11,10 años), de las que se han colocado 772,6 millones, y que han salido a un rendimiento del 0,271%, frente al 0,250% previo.

Por el contrario, España ha reducido el interés de otras obligaciones a quince años, pero con vida residual de 7,6 años, de las que se ha colocado 1.072,5 millones, a un interés del 0,867% frente al 1,142% anterior.

El Tesoro también ha vendido otros 1.456 millones de euros en una referencia nueva de obligaciones a quince años, a un rendimiento del 1,782%, muy inferior al 2,134% de la puja anterior.

Por último, se han adjudicado otros 1.200 millones en bonos a tres años que han salido a un interés del -0,080%, aún más negativo que el -0,039% aplicado previamente, lo que significa que España cobra aún más a los inversores que adquieran este tipo de deuda.

Para el analista de XTB Rodrigo García, el Tesoro "sigue emitiendo capital con un coste espectacularmente bajo", una situación que ya lleva varios años y que ha derivado en un incremento muy importante del montante total de la deuda en términos absolutos.

Algo que se traduce en una subida del ratio de deuda sobre PIB, ha advertido el analista, para quien es "fundamental que los poderes públicos sean conscientes de que el hecho de contar con tipos bajos no debe ser sinónimo de endeudamiento soberano salvaje".

En un escenario de crecimiento negativo, la deuda de nueva emisión podría ser más cara si los inversores perciben una economía sobre endeudada, ha añadido García, que considera importante que los responsables de las administraciones aprovechen los momentos de más desahogo económico para sanear las cuentas y sólo buscar financiación en los momentos que sea "estrictamente necesario".

En total, España ha colocado en esta subasta 4.502 millones de euros, un importe que se sitúa en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que oscilaba entre los 4.000 y 5.000 millones.

Por su parte, los inversores han solicitado 10.351 millones de euros, con lo que la ratio de la subasta -diferencia entre lo demandado por el mercado y lo finalmente colocado- ha sido muy alta, de 2,2 veces.

La subasta de hoy es la primera que lleva a cabo el Tesoro en febrero, mes en el que están previstas otras tres más.