Ferrari F8 Tributo, la apuesta para Ginebra del Cavanillo Rampante
El Ferrari F8 Tributo es la apuesta para el Salón del automóvil de Ginebra (del 7 al 17 de marzo) de la marca italiana de deportivos del Cavanillo Rampante.
El F8 Tributo es un homenaje al motor de serie V8 de Ferrari más potente, que ha sido galardonado como mejor propulsor durante los años 2016, 2017 y 2018, así como de los últimos 20 años.
Con sus 720 CV y una potencia específica de récord, de 185 CV por litro, es el motor de serie más prestacional que Ferrari dice haber construido en su historia, lo que además le convierte en referencia absoluta.
Esta ubicado en una posición central-trasera para un óptimo reparto de pesos que garantice una conducción deportiva y agradable.
La nueva berlinetta de Ferrari sustituye al 488 GTB de 670 CV, al que también supera en incremento de la eficiencia aerodinámica (+10%).
El Ferrari F8 Tributo dispone de la nueva versión 6.1 de Side Slip Angle Control (Control de ángulo de deslizamiento lateral).
Otras avanzadas soluciones dinámicas que equipa son la activación, por primera vez en la posición RACE del manettino, del Ferrari Dynamic Enhancer (FDE+) para poder exprimir el límite en la conducción.
El volante es de diámetro reducido, para garantizar una mayor maniobrabilidad, y el peso se ha reducido en 40 kilogramos en comparación con el 488 GTB.
Inspirado en la competición, el F8 Tributo monta, para la gestión térmica del motor, los radiadores delanteros inclinados hacia atrás y las tomas de aire dinámicas del motor desplazadas de los flancos a la parte lateral del alerón.
Por lo que respecta a su diseño, Ferrari asegura que es el puente hacia un nuevo lenguaje orientado hacia la deportividad y la funcionalidad.
El frontal destaca por la integración del S-Duct (como se hizo en el Ferrari 488 Pista), que le aporta un 15% más de carga aerodinámica global respecto al 488 GTB.
Los faros, de Led, son horizontales y más compactos, lo que ha permitido a los ingenieros dotar a este biplaza de nuevas entradas de refrigeración para los frenos que, combinadas con las del exterior del parachoques, mejoran el flujo de aire en toda la rueda.
La nueva luneta trasera realza el compartimento motor y reinterpreta la que su momento montó el Ferrari F40.
Las ranuras de la luneta ayudan a extraer el aire caliente del motor sin afectar a la eficiencia del spoiler soplado, que se ha evolucionado para aumentar la carga generada en la parte trasera del vehículo.
El spoiler envuelve los pilotos traseros, lo que visualmente baja el centro de gravedad del vehículo, al tiempo que permite el retorno del clásico doble piloto engastado en el cuerpo en el mismo color que la carrocería, lo que recuerda a las primeras berlinettas de 8 cilindros, como el 308 GTB.
En el interior se mantiene el clásico estilo "cockpit" de los biplazas de ocho cilindros con motor central-trasero, pero con actualizaciones estilísticas que afectan a salpicadero, paneles de las puertas y túnel.