España compra 50 % del gas importado a Argelia y es de sus mejores clientes
Madrid, 10 mar (EFECOM).- España es el segundo mayor cliente extranjero de Argelia, de donde proviene la mitad del gas que importa, y el cuarto mayor proveedor del país magrebí, que vive desde hace semanas protestas contra la decisión de Abdelaziz Bouteflika, de 82 años, de optar a un quinto mandato.
Según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), el 51 % del gas que España tuvo que importar en 2018 lo compró a Argelia, un país al que físicamente incluso está unido por un gasoducto submarino.
No es de extrañar por ello la gran presencia de empresas españolas del sector en Argelia, entre ellas Repsol, que cuenta con cinco campos de producción de crudo (que generan en conjunto unos 18.000 barriles diarios) y dos perímetros exploratorios.
Además, participa en un 29,25 % en el macroproyecto Reggane, que incluye seis campos de gas situados al sudeste de Argelia, de los que se extraen ocho millones de metros cúbicos de gas, el 10 % de la demanda española.
Cepsa también explora y produce allí crudo (para lo que cuenta con tres yacimientos, entre ellos el segundo mayor jamás descubierto en Argelia) y gas, ya que participa en el campo de Timimoun, tiene derechos de exploración en el bloque Rhourde el Rouni II y forma parte de Medgaz, el gasoducto submarino que une Argelia con Europa a través de España.
En el accionariado de la sociedad que gestiona esa importante infraestructura también figura Naturgy, cuyo principal proveedor de gas natural es Argelia.
La antigua Gas Natural ha asegurado esta misma semana que no prevé interrupción alguna del suministro pese a la situación política en Argelia y ha desvelado que dispone de un plan de contingencia para garantizarlo por otras vías si fuera necesario.
Junto a los combustibles, el agua es otra de las áreas que más atención despierta entre las grandes empresas españolas, como FCC, que a través de Aqualia -participada también por un fondo australiano- se adjudicó la gestión de las desaladoras argelinas de Mostaganem (200.000 m3/día) y Cap D'Jinet (100.000 m3/día).
También Abengoa se adjudicó allí la planta desaladora de Ténès por 25 años, mientras que Acciona precisamente estrenó en el país magrebí la internacionalización de su negocio de agua, con la desaladora de Fouka, que produce 120.000 m3/día, capaces de abastecer a medio millón de habitantes.
En transportes, CAF se adjudicó el suministro de 17 trenes diésel para servicios regionales y 14 unidades para la primera línea de metro de Argel que une Haï el Badr y Tafourah Grande Poste, las navieras Trasmediterránea y Balearia unen por mar ambos países, e Iberia y Vueling vuelan a Argel y a Orán.
En el ámbito comercial destaca Inditex, que cuenta con ocho tiendas en Argelia, mientras que, según el ICEX, en el ámbito agrícola y de transformación y comercialización agroalimentaria, "de gran potencial de crecimiento", hay empresas españolas "jugando un rol primordial en Argelia" como Dulcesol, Gallina Blanca y Pastas Gallo.
También según el ICEX, entre las siete entidades extranjeras registradas por el Banco de Argelia con oficinas de representación allí figuran Banco Sabadell y Caixabank, que no están autorizadas para realizar operativa bancaria.
Según los datos más actualizados de la Dirección General argelina de Aduanas, Argelia logró colocar en España en 2018 el 12,5 % de sus exportaciones, para encontrar así en este país su segundo mayor cliente extranjero, sólo por detrás de Italia.
Además, España suministró a Argelia el 7,6 % de las importaciones argelinas, lo que la situó como el cuarto mayor proveedor del Estado argelino, que exige invertir en ese país de la mano de un socio nacional mayoritario.
Concretamente, y según el Ministerio español de Industria, Turismo y Comercio, en 2018 España vendió a Argelia bienes por valor de 3.384,1 millones de euros.
Al mismo tiempo, España compró 4.774,2 millones de euros a Argelia, un 4,2 % más que en 2017, con lo que el saldo comercial entre ambos países arroja un déficit para España de 1.390,1 millones, un 27,1 % más que un año antes.
Así, sólo el 70,9 % de las importaciones (el 94,6 % de ellas son gas y el resto, muy de lejos, productos químicos inorgánicos y abonos) se podrían pagar con las exportaciones que España realizó a Argelia, que es lo que se conoce como tasa de cobertura.