El BdE ve un margen "elevadísimo" en las hipotecas inversas para la jubilación
- Pide acuerdos políticos para el sistema aunque sean sin unanimidad
- La institución calcula que en 30 años se duplicará la tasa de dependencia
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El Banco de España aboga por un mayor desarrollo de la innovación financiera para que los mayores puedan transformar su riqueza inmobiliaria en capacidad de consumo, por ejemplo a través del margen "elevadísimo" para avanzar en productos como la hipoteca inversa ante la situación del sistema de pensiones. Además, pide acuerdo político para implementar ya medidas, aunque no haya unanimidad de todos los partidos.
Durante una mesa redonda en las jornadas 'El futuro de las pensiones España-México', organizadas por Fidentis Gestión y Vitalis en la Casa de México en España, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha indicado que el sector financiero debería tener un papel más activo para desarrollar innovación financiera que permita transformar riqueza inmobiliaria, que es "muy líquida", en mayor capacidad de consumo para las personas mayores.
"España es un país con viudos con pisos muy grandes y rentas muy pequeñas", ha señalado Arce, quien ve un margen "elevadísimo" en el desarrollo de productos de innovación financiera como la hipoteca inversa, la operación financiera dirigida a mayores de 65 años y dependientes que permite convertir, sin perder la titularidad, el valor patrimonial que representa la propiedad de su vivienda en dinero. En este sentido, Arce ha advertido de que hay una "ineficiencia" en la composición de las carteras de las personas mayores.
Asimismo, ha alertado de la "enorme presión" actual que existe sobre la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones y ante tal "magnitud", derivada en gran medida del envejecimiento poblacional, Arce cree que se requerirá combinar "todas las vías de ajuste" y "soluciones" existentes, siendo "inevitable" movilizar recursos adicionales por el lado de ingresos y "reequilibrar" el sistema por el lado de los gastos.
En este sentido, Arce ha avisado de que en 30 años se duplicará la tasa de dependencia, por lo que ha insistido en la necesidad de asegurar la sostenibilidad financiera y apuntalar la sostenibilidad "social" del sistema, de forma que las medidas sean "socialmente aceptables", ya que de lo contrario, "cualquier ajuste será necesariamente inestable y estará sujeto a reversiones" como las actuales.
"Es fundamental que los beneficios del sistema y los costes se repartan de manera equitativa entre los beneficiarios de hoy del sistema y los del futuro", ha enfatizado Arce, quien ha citado como pasos a seguir un mayor automatismo con mecanismos de ajuste automático, mantener y reforzar la contributividad del sistema y una mayor transparencia y predicibilidad.
En este punto, también ha coincidido el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, quien ha insistido en la necesidad de impulsar la información sobre el sistema de pensiones y que se facilite una estimación actualizada periódicamente del sistema de reparto, algo que ha recordado que se lleva incumpliendo desde el año 2011 cuando así se fijó en el Parlamento.
Martínez-Aldama considera que el sistema de reparto, tal y como está concebido, genera "ineficiencias e inequidades", si bien podría ser eficiente si se diese paso a un sistema de cuentas nocionales.
EL SISTEMA ACTUAL "NO ES SOSTENIBLE"
En este sentido, ha advertido de que el sistema público de pensiones "no es sostenible tal y como está definido hoy en día", por lo que ha abogado por trabajar en la dirección de los sistemas mixtos, en los que los pensionistas reciben dos pensiones del sistema de reparto y del sistema de capitalización. "Son exitosos, viables, proveen adecuación y mayor sostenibilidad", ha enfatizado, para subrayar a continuación que a partir del duodécimo año de jubilación los pensionistas han percibido de media todo lo que han aportado, por lo que "se están regalando ocho años de prestación por la cual no se ha contribuido".
De su lado, la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, ha incidido también en que el sistema debería dotarse de reglas pactadas de cálculo de los derechos y obligaciones futuras que permitan "sistemáticamente" comunicar cuál va a ser el nivel de déficit o superávit que soporta el sistema, de forma que quedase en manos de una autoridad independiente de "reconocido prestigio".
González de Frutos ha recalcado que ha llegado el momento de que el sistema de pensiones se apoye en "varios pilares" y de que empresa y trabajadores se planteen cuál es el papel que los sistemas colectivos de ahorro deben jugar para las generaciones de pensionistas futuras.
A su juicio, los tres principales retos a afrontar son el riesgo demográfico, la productividad y la alta volatilidad del empleo, y se constata una "fuerte crisis" del sistema, debido a que "las cotizaciones de hoy no son suficientes para las pensiones de hoy".
ACUERDO POLÍTICO AUNQUE NO HAYA UNANIMIDAD
Respecto a la respuesta política al reto de las pensiones, Arce se ha mostrado "moderadamente optimista" respecto a que los políticos sean "responsables" con el asunto y conscientes de la necesidad de acometer ajustes al sistema, ya que las últimas decisiones sobre gastos del sistema lo dejan en una situación de "desequilibrio financiero intertemporal".
"Tras poner en suspenso los elementos de la reforma del sistema de 2011 y 2013, el sistema se queda cojo y hay que movilizar recursos nuevos. Confío en que se haga algo", ha apostillado Arce, insistiendo en que "es fundamental arreglar el tejado mientras brilla el sol, antes de que vengan las lluvias".
En este punto, ha indicado que la mayoría de partidos del Pacto de Toledo eran conscientes de la necesidad de acometer ajustes, por lo que ha pedido "revitalizar" la Comisión al día siguiente de las elecciones generales y que no se base la toma de decisiones en la "unanimidad" de los partidos, ya que se avanza a un entorno de mayor fragmentación parlamentaria e "incluso polarización ideológica", que "no debe llevar a la inacción".
Ha coincidido en este argumento el presidente de Inverco, ya que para Martínez-Aldama cada año que pasa es "más difícil" hacer una reforma que genere un sistema transitorio "razonable" y que no cambie abruptamente la fórmula de cálculo de las pensiones, lo que generaría "contestación social".
Por ello, ha pedido que el Parlamento y el Gobierno establezcan un plan de acción para 2030 y 2040 y ha insistido en la importancia de mejorar la información, ya que si no se hacen reformas, solo se podrá aumentar los impuestos y cotizaciones, disminuir el gasto o una mezcla de ambas, que en cualquiera de los tres casos será una decisión "dolorosa para el bolsillo".
"Confío en que el Titanic no se hunda mientras la orquesta sigue tocando", ha concluido por su parte González de Frutos.