Economía

El Banco de España apuesta por crear una cesta de bonos paneuropeos

28 mayo, 2019 13:07

Madrid, 28 may (EFECOM).- El Banco de España cree que Europa debe ser "más ambiciosa" en el diseño de un instrumento de deuda común paneuropeo, que podría ser una cesta de bonos de distintos países emitidos por los tesoros nacionales, para ofertar activos seguros y evitar problemas de fragmentación entre países.

Además, en la presentación del Informe Anual de 2018, fuentes de la Dirección General de Economía y Estadística del Banco han alertado nuevamente sobre el "excesivo optimismo" en el gasto de los hogares "más precarios", por lo que apela a la cautela tanto de los usuarios como de los bancos.

Respecto de los títulos paneuropeos -un instrumento algo menos ambicioso que los eurobonos porque no supondría mutualizar la deuda- el informe destaca que contribuirían a dar seguridad a los inversores ante choques asimétricos en los distintos países.

Las fuentes del Banco apuestan por aprovechar la constitución de la nueva Comisión Europea para relanzar el debate sobre estos instrumentos -que se abrió fugazmente con la crisis de la deuda en 2012-, semejantes a los bonos americanos a más largo plazo, porque lo más parecido que tiene Europa es el bono alemán, pero se trataría de tener un activo común y seguro.

La institución aboga también por un impulso del proyecto europeo y por culminar la Unión Bancaria, de la que falta por desarrollar el "tercer pilar", el fondo de garantía depósitos único, que permitiría romper el círculo vicioso entre riesgo bancario y soberano.

Es preciso también avanzar en la Unión del Mercado de Capitales y definir un mecanismo de estabilización macroeconómico cíclico por el que países con dificultades puedan ser apoyados por otros en mejor situación.

Respecto del ahorro y el gasto en los hogares de menor renta, el Banco no advierte un problema "generalizado" aunque sí hay hogares demasiado "optimistas" sobre sus ingresos futuros. Pese a ello, por el momento no contempla activar herramientas macroprudenciales para limitar el volumen del crédito en determinados segmentos.

Además, el Banco ha considerado que hay margen para que la innovación financiera permita convertir riqueza ilíquida (como los pisos) en rentas corrientes en las edades avanzadas, para hacer posible una combinación equilibrada de ahorro que se puede convertir fácilmente en efectivo y del que es más difícil.

El sector financiero, según el informe anual, debe continuar la venta de activos problemáticos, aunque ha avanzado en este terreno, y tiene que seguir "racionalizando" los gastos de explotación para conseguir mejores rentabilidades, que siguen en niveles reducidos en relación con el coste del capital.

Además, insta a las entidades españolas a reforzar su capital y los pasivos susceptibles de recapitalización interna para afrontar los retos regulatorios pendientes y mejorar su capacidad de resistencia frente a perturbaciones adversas.

También debe adaptarse a la nueva estructura sectorial derivada de la entrada de nuevos competidores, entre ellos las empresas financieras de base tecnológica (las "fintech") y los grandes operadores de internet (las "bigtech").

Resalta igualmente la necesidad de mejorar la reputación del sector para superar prácticas "inapropiadas" aplicadas por algunos bancos, de las que, en parte, deriva la alta litigiosidad, que a su vez se ha traducido en pérdidas económicas y en un aumento de la incertidumbre sobre los posibles costes legales adicionales derivados de estos procesos.

En el informe, el propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, explica que los bajos tipos de interés estrechan el margen de maniobra de los bancos centrales para reaccionar ante futuras recesiones, lo que ha abierto un debate acerca de posibles vías para paliar esta limitación, una de las cuales es elevar el objetivo numérico de inflación o fijar metas relativas al nivel de precios.

Además, añade Hernández de Cos, los bancos centrales tienen que evaluar si sus balances deben tener el tamaño actual (por las compras de deuda que hicieron en los años de la crisis) o reducirlo hasta los niveles anteriores, lo que puede tener consecuencias para la estabilidad del conjunto del sector financiero.