Economía

El AVE a La Meca supera el medio millón de pasajeros

5 junio, 2019 19:10

Riad, 5 jun (EFECOM).- El tren de Alta Velocidad (AVE) entre las ciudades saudíes de La Meca y Medina ha rebasado el medio millón de pasajeros desde que comenzó sus operaciones en octubre del año pasado, informó este miércoles a Efe una fuente del Consorcio Al Shoula.

El Ave Haramain superó el 28 de mayo la cifra de 500.000 pasajeros desde que comenzó sus operaciones comerciales el pasado 11 de octubre, tras ser inaugurado por el rey Salman bin Abdelaziz de Arabia Saudí el 25 de septiembre.

La fuente dijo que hasta el 28 de mayo, última fecha de la que hay datos, el AVE ha tenido una puntualidad del 95,7 % en los 1.240 servicios que ha prestado.

En total los trenes de la línea han cubierto 715.263 kilómetros con una ocupación de alrededor del 85 %.

Desde el 6 de mayo hasta el 4 de junio, el denominado "AVE del desierto" ha cubierto además 242 servicios especiales por el mes sagrado de Ramadán, que concluyó ayer, con una ocupación del 93 %. 

Durante la operación normal, el AVE Haramein tiene diez frecuencias diarias (cinco en cada sentido) durante cinco días a la semana.

Pero con los servicios especiales de Ramadán, comenzó a operar durante toda la semana con 12 trayectos en tres de los siete días.

El consorcio Al Shoula está integrado por doce empresas españolas -Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo- y las saudíes Al Shoula y Al Rosan, y empezó en 2012 los trabajos para hacer posible un tren en el que se han incorporado decenas de soluciones tecnológicas novedosas.

El AVE a La Meca es el contrato más ambicioso y de mayor valor logrado por empresas españolas fuera de España y fue adjudicado en 2011 por 6.736 millones de euros, aunque por los ajustes en el proyecto el coste ya supera 7.000 millones.

La Saudi Railway Organization (SRO) firmó en octubre la ampliación para la operación comercial del AVE a La Meca con todas sus prestaciones hasta septiembre de 2019, reconoció que los retrasos no eran atribuibles al consorcio español y puso 210 millones de euros adicionales sobre la mesa.