Lenovo quiere liderar en tres años el negocio de los de megacentros de datos
Lenovo, el mayor vendedor mundial de ordenadores, se ha propuesto también ser en tres años el primer proveedor de centros de datos hiperescala, recintos donde miles de servidores trabajan juntos para atender las descomunales necesidades de procesamiento de gigantes como Facebook, Google o Amazon.
Se trata de un mercado que vive un despegue vertiginoso. Según Synergy Research, en el mundo había al comienzo del año 430 centros de datos hiperescala (con más de 5.000 servidores), un 43 % más que dos años antes, y otros 132 en desarrollo.
"Es un mercado muy especializado, que mueve un par de miles de millones de dólares anuales. Ahora somos los sextos y queremos ser los primeros en tres años", ha explicado en una entrevista con Efe el director de Clientes de la división Data Center Group (DCG) de Lenovo, Wilfredo Sotolongo.
Esa división, con 6.000 empleados, apenas representa aún una décima parte de la facturación del grupo y aunque todavía no ha entrado en beneficios, está creciendo con fuerza a raíz de que hace cinco años comprara la unidad de servidores de IBM por 2.300 millones de dólares.
"Los dos primeros años (tras la compra) fueron un desastre, por cuestiones de integración, pero aprendimos y ahora esto ya está funcionando", resume el directivo de una empresa que, por ejemplo, ya es el mayor constructor de supercomputadoras del mundo y ahora quiere dominar el mercado de los megacentros de datos, suministrando servidores, almacenamiento y servicios de telecomunicaciones.
En el conjunto del sector de los centros de datos, necesarios para procesar de forma ágil la gran cantidad de datos que las empresas manejan para hacer negocios en el mundo digital, Lenovo es ya el cuarto mayor proveedor de servidores y este mismo año quiere avanzar una posición.
Sólo en España, Lenovo DCG cuenta con una cuota de mercado próxima al 11,3 %, por detrás de HP Enterprise (en torno al 39 %) y de Dell EMC (más del 20 %), según datos de consultoras externas a los que se remite la empresa.
"Nos hemos propuesto convertirnos en el segundo mayor proveedor en un año y alcanzar a HP en dos años", ha añadido al respecto Rafael Herranz, responsable de esa división de Lenovo para España y Portugal.
Una de las áreas en las que Lenovo DCG es más potente es la de supercomputadoras, donde ha logrado posicionarse como líder mundial, con 173 de las 500 mayores que hay en el planeta, entre ellas MareNostrum (Barcelona), la más potente de España y entre las de veinte primeras del mundo. Con 3.500 servidores, es utilizada por científicos de toda Europa.
Lenovo dice no temer los vetos de la Administración Trump a compatriotas como Huawei y ZTE, porque, aunque nació en China, tras su integración con parte del negocio de IBM -a la que en 2004 compró toda su división de ordenadores personales- es vista como una firma global, según Sotolongo.
"Nuestro mercado más fuente es Europa. Esto da una idea de nuestra personalidad. Mantenemos un enfoque de negocio muy balanceado, con una cuarta parte de nuestro negocio en cada una de las cuatro grandes áreas geográficas", explica el ejecutivo estadounidense, criado en Panamá y de raíces gallegas, que ocupó varios cargos de responsabilidad en IBM antes de incorporarse a Lenovo.
Además de la citada integración con IBM, para lograr este fuerte crecimiento, Lenovo DCG ha sellado un acuerdo estratégico con NetApp en el área de almacenamiento y prevé impulsar otra "alianza a nivel mundial" en servicios, aunque los directivos no sueltan prenda sobre con qué socios potenciales se está negociando.
"El mercado mundial de los centros de datos está atravesando un año complicado (con caídas de más del 15 % en servidores), después del fuerte crecimiento registrado en 2018, pero nosotros estamos logrando un leve crecimiento", ha celebrado Sotolongo, a lo que ha añadido que el mercado español, sin embargo, sí está creciendo a buen un ritmo.
Lenovo confía en que se trate de un rebote derivado de las fuertes subidas de ejercicios anteriores y que este año se irá recuperando, para en 2020 llegar a crecer a un ritmo de dos dígitos.
Según Sotolongo, la aplicación en Europa del Reglamento General de Protección de Datos ha obligado a muchas empresas europeas -"los bancos son un ejemplo obvio"- a repatriar la gestión de sus datos y crear centros de procesamiento en territorio europeo, lo que está favoreciendo negocios como el de Lenovo.