La mayoría absoluta de Johnson rebaja la incertidumbre e impulsa a la libra
Guillermo Ximenis
Londres, 13 dic (EFECOM).- La cotización de la libra esterlina y la Bolsa de Londres reaccionaron con subidas a la mayoría absoluta del primer ministro conservador, Boris Johnson, en las elecciones británicas, que allana el camino hacia el "brexit" y despeja parte de la incertidumbre que pesaba sobre la economía del Reino Unido.
La divisa británica se revalorizó el 1,31 % frente al euro, hasta 1,11988 euros, su mayor nivel en más de dos años, y un 1,18 % respecto al dólar estadounidense, hasta 1,3327 dólares.
En el parqué británico se registró el mayor volumen de operaciones en más de dos años y medio. Su índice principal, el FTSE-100, avanzó un 1,10 %, pero el mayor impulso lo dio el secundario FTSE-250, centrado en las empresas de ámbito británico, que se disparó un 3,4 % y alcanzó un máximo histórico.
Los analistas coinciden en señalar que la arrolladora victoria en las urnas de Johnson elimina la posibilidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin un acuerdo el próximo 31 de enero, cuando vence el plazo otorgado por Bruselas para ratificar un pacto de salida.
Johnson podrá aprobar en las próximas semanas el acuerdo en la Cámara de los Comunes y romper los lazos con el bloque comunitario en la fecha prevista de forma amistosa.
"Después de la volatilidad política que se vivía desde el referéndum del 'brexit', en 2016, a partir de ahora debería estar asegurada una mayor estabilidad", señaló el jefe de Inversiones Globales de Credit Suisse, Michael Strobaek.
Con la salida del bloque comunitario, el Reino Unido abrirá una nueva etapa en sus relaciones con Bruselas. Comenzará entonces la negociación sobre su futura relación con los 27 socios comunitarios restantes, cuyos detalles no están reflejados en el pacto.
Esa negociación será a tres bandas, porque Johnson aspira a avanzar al mismo tiempo en un acuerdo comercial con Estados Unidos, lo que puede dificultar el encaje de la relación entre el Reino Unido y la UE.
Hasta diciembre de 2020 se ha establecido un periodo de transición en el que Londres se mantendrá integrado en las estructuras comunitarias y cumplirá las normas de la Unión, a fin de evitar una ruptura abrupta que podría perjudicar a ambos lados del canal de la Mancha.
Si al terminar ese plazo no se ha logrado firmar un nuevo tratado con Bruselas, el Reino Unido se encontraría en un escenario similar al de un "brexit" sin acuerdo.
Ante esa posibilidad, los expertos advierten de que el impulso para las finanzas británicas de la victoria de Johnson puede difuminarse en las próximas semanas si el Gobierno no acepta extender el límite de la transición hasta 2021 o 2022, algo a lo que el primer ministro se ha negado por ahora.
El riesgo de "un final abrupto del periodo de transición puede limitar el impulso al alza", alerta Credit Suisse.
"Estas negociaciones van a ser aún más complicadas que las del acuerdo de salida", indica, por su parte, Michael Hewson, analista de la firma CMC Markets.
Con todo, la amplia mayoría con la que cuenta Johnson significa que el jefe de Gobierno está menos expuesto a las presiones desde el ala más euroescéptica de su propia formación, opuesta a extender la transición, y podría adoptar una postura más "pragmática", según el experto.
El diálogo con Bruselas será distinto a otras negociaciones sobre comercio internacional. El Reino Unido y la UE parten de una alineación normativa completa y la negociación se centrará en determinar cuál es la divergencia que las dos partes están dispuestas a aceptar.
"Si bien el resultado de las elecciones ha cambiado el sentimiento de los mercados, las decisiones más cruciales sobre la futura relación comercial del Reino Unido con Europa y la magnitud de cualquier estímulo fiscal están todavía por venir", alertó, por su parte, Thomas Pugh, de la firma Capital Economics.
El analista indica asimismo que el margen de maniobra que le otorga a Johnson su arrolladora victoria "le puede permitir buscar una relación comercial con la UE más cercana de lo que ha sugerido hasta ahora", dado que no estará tan presionado por el núcleo duro de los "tories" euroescépticos.
En el acuerdo al que ha llegado con Bruselas, se apunta que el objetivo del Gobierno británico es firmar con la UE un acuerdo de libre comercio similar al que el bloque comunitario mantiene con Canadá, una relación mucho más lejana de la que preveía el anterior Ejecutivo británico, liderado por la también conservadora Theresa May.