La Comisión Europea ha lanzado este martes una nueva alerta a España por considerar que acumula desequilibrios económicos excesivos que suponen una amenaza para el crecimiento. Nuestro país supera los umbrales máximos en 4 de los 11 indicadores que utiliza Bruselas para detectar riesgos económicos: deuda pública, deuda privada, deuda externa y nivel de desempleo.
A raíz de estos resultados, el Ejecutivo comunitario tiene previsto realizar un análisis en profundidad sobre el Estado de la economía española que se publicará en febrero de 2020. Si el Gobierno no aplica medidas correctivas para hacer frente a los problemas detectados, la Unión Europea podría imponer una multa de 1.200 millones de euros (el 0,1% del PIB). No obstante, esta sanción nunca se ha aplicado, ni en los peores momentos de la crisis.
"En conjunto, los indicadores económicos señalan problemas relacionados con la sostenibilidad externa y la deuda pública y privada en el contexto de un elevado desempleo y un débil crecimiento de la productividad", subraya el informe de la Comisión.
Bruselas destaca en el lado positivo que España sigue registrando superávit por cuenta corriente, aunque en 2018 se redujo. No obstante, la deuda externa neta, aunque se ha rebajado, sigue siendo muy alta (80,4%, muy por encima del límite de riesgo del 35%). Los costes laborales unitarios aumentan ligeramente en un contexto de crecimiento de la productividad prácticamente cero.
Pese a cierto debilitamiento en 2018, en parte debido a factores transitorios, las exportaciones han crecido moderadamente y la cuota de mercado exportadora de España se ha mantenido estable en términos generales.
La deuda del sector privado siguió bajando el año pasado (hasta el 133,5% del PIB, cerca del umbral del 133% que usa la Comisión) pero las necesidades de desapalancamiento persisten. La reducción de la deuda empresarial continua, pero se ha ralentizado debido al ligero crecimiento del crédito nuevo. Los hogares también se han desendeudado, aunque el crédito ha vuelto a crecer en 2018.
Los precios de la vivienda siguen subiendo y la infravaloración posterior al estallido de la burbuja inmobiliaria "parece estar acercándose a su fin".
"En los últimos años, el fuerte crecimiento económico ha sido el principal motor de la reducción del déficit público, pero los déficits persistentes implican que el todavía elevado nivel de deuda pública (97,6% del PIB, muy por encima del umbral del 60%) disminuye muy lentamente", avisa el Ejecutivo comunitario.
También el paro continua bajando en los últimos meses, pero "sigue siendo muy alto y por encima de los niveles previos a la crisis, especialmente entre los jóvenes y los trabajadores poco cualificados". La tasa media de los últimos tres años es el 17,4%, frente al 10% que Bruselas considera como umbral de riesgo.
Además de España, la Comisión Europea ha detectado desequilibrios económicos y hará informes en profundidad sobre Bulgaria, Croacia, Chipre, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Holanda, Portugal, Rumanía y Suecia. En el caso de Alemania y Holanda, el problema es el elevado superávit por cuenta corriente, que refleja un nivel débil de inversión en relación al ahorro, tanto en el sector público como en el privado.