Difícil lo tiene el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez para lograr llevar el proyecto presupuestario de 2020 de forma exprés al Congreso. Según indican fuentes del Ministerio de Hacienda, el Gobierno renegociará la senda fiscal, es decir, los objetivos de déficit y deuda máximos de España con la Comisión Europea, lo cual hace que la aprobación del techo de gasto de este año probablemente se retrase.
Cabe recordar que para que se puedan presentar Presupuestos Generales del Estado es necesario haber aprobado antes el correspondiente techo de gasto. De ahí que el tener que negociarlo con Bruselas vaya a provocar, casi con toda seguridad, el retraso del proyecto. "No nos atrevemos a poner plazos", dicen desde Hacienda.
No se trata de un simple paso burocrático. El Gobierno, junto al nuevo techo de gasto, tiene que someter al Congreso una nueva senda fiscal que marque los nuevos déficit y deuda pública máximos que tendrá que cumplir España en este año y en los próximos.
Objetivos fiscales
Y es que, a día de hoy, siguen activos los objetivos de estabilidad que aprobara el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que incluyen un límite del 0,5% de PIB de déficit público en 2020. Este techo es prácticamente imposible de cumplir dado que 2019, según las estimaciones públicas, se habrá cerrado con un déficit del 2% del PIB, aunque hay órganos que dicen que será todavía más elevado.
No está claro qué límites negociará el Gobierno con Bruselas. Aunque se puede suponer que Moncloa trabajará por una lógica flexibilización de los objetivos de estabilidad. En el último informe presupuestario enviado a la Comisión se indicaba que la expectativa para 2020, en un escenario inercial sin medidas fiscales, era la de que el déficit público estuviera alrededor del 1,7% del PIB.
Conocer estos límites es clave para dar forma a unos presupuestos cuyo armazón, según Hacienda, ya está montado (o a punto de terminarse). Los objetivos fiscales tienen que estar recogidos en el proyecto y contar con partidas específicas para pagar, por ejemplo, la deuda pública.
Plazos
Esto dificulta el tempo con el que contaba el PSOE para poner en marcha las nuevas Cuentas. Esperaban poder presentar el techo de gasto antes de que acabara enero, pero parece que esto no será posible, aunque Hacienda no matiza plazos.
De hecho, no llevará ni el techo de gasto ni los nuevos objetivos de estabilidad al Congreso hasta haber cerrado todos los apoyos necesarios para su tramitación. Estas fuentes indican que lo mismo harán con los Presupuestos.
Concretamente, el Gobierno no llevará los Presupuestos a la Cámara Baja hasta haberlos negociado con los grupos parlamentarios, y tener su contenido cerrado con ellos.
Fiscalidad del siglo XXI
Esto se ha conocido el mismo día que María Jesús Montero ha celebrado un acto en conmemoración de haber mantenido la cartera que dirige, el Ministerio de Hacienda, al que ha sumado la Portavocía de Gobierno.
En él, la ministra ya con plenas facultades ha aclarado que su labor se enfocará en activar una "fiscalidad del siglo XXI", una reforma tributaria en la que el departamento ha estado trabajando durante todo el mandato de Pedro Sánchez y que incluye la "fiscalidad verde" (que no definió pero que incluye la equiparación fiscal del gasóleo con la gasolina) y la lucha contra el fraude fiscal.
El otro reto en el que se enfocará Montero será un caballo de batalla contra el que se han enfrentado otros ejecutivos con escaso resultado: el modelo de financiación autonómica."Queremos acabar con las brechas territoriales".
La ministra ha hecho hincapié en que tiene la intención de sacar los Presupuestos "en la mayor brevedad posible" (pero si cerrar fechas, como ha precisado las fuentes indicadas anteriormente) y ha indicado que "no hay que perder lo que de verdad importa: que España siga progresando".