Unicaja Banco prevé ganar un 10 % más y mejorar dividendo y rentabilidad
Madrid, 30 ene (EFECOM).- Unicaja Banco ha anunciado este jueves su plan estratégico 2020-2022, que tiene, entre otros, los objetivos de elevar un 10 % su beneficio neto cada uno de esos tres años, aumentar el dividendo que reparte entre sus accionistas y mejorar la rentabilidad y la eficiencia.
La nueva estrategia ha sido comunicada al supervisor español del mercado (CNMV) a primera hora y posteriormente ha sido explicada en detalle en rueda de prensa por los responsables de la entidad, el consejero delegado, Ángel Rodríguez de Gracia, y el director financiero, Pablo González.
En el marco de este plan, Unicaja Banco prevé un ahorro de costes anual del 30 % en el citado periodo, que equivale a unos 70 millones de euros brutos, mediante la mejora de la productividad y la aceleración de la digitalización de los procesos.
Todo esto se traducirá en el cierre de unas 100 oficinas, aunque los responsables de la entidad no han querido entrar en posibles ajustes de plantilla, que ya se verá si son necesarios y se comunicarán en ese momento.
La entidad con sede en Málaga quiere cerrar 2022 con una ratio de eficiencia inferior al 60 % y que la rentabilidad financiera para el accionista (ROE) supere el 6 % frente al 4,4 % que registraba al final del pasado ejercicio.
En lo relativo a la solvencia, Unicaja aspira a seguir teniendo para finales de 2022 un porcentaje de capital de máxima calidad CET1 "fully loaded", con todos los requerimientos normativos, de más del 13 % y a remunerar al accionista con todo lo que exceda de ese porcentaje.
En cuanto al tratamiento de los riesgos, la prioridad será compatibilizar el crecimiento con un bajo coste de los mismos, con una ratio de morosidad inferior al 2,5 % y un porcentaje de cobertura superior al 50 %.
Según Rodríguez de Gracia, se trata de un plan "prudente" y que tiene "los pies en el suelo", algo que prefieren antes que pecar de excesivamente ambiciosos, que es precisamente la razón de que no sean muy optimistas en sus previsiones de crecimiento del crédito, que son de sólo el 2 %, sobre todo de las hipotecas.