A pesar de que Unidas Podemos había llegado al Gobierno con, entre otras ideas, la intención de aumentar las indemnizaciones por despido improcedente, por lo pronto esta idea está descartada. A cambio, el Ministerio de Trabajo va a priorizar la reforma del despido para endurecer las causas.
Así lo indican fuentes cercanas al departamento que dirige Yolanda Díaz. La razón por la que este asunto haya quedado apartado de las medidas previstas por el Ministerio en sus futuras políticas es, esencialmente, técnica.
Estas voces precisan que las indemnizaciones por despido son de los elementos de análisis más complejos de Europa y consideran que, en estos momentos, hay que poner el foco en la temporalidad laboral.
Por ello, consideran, las medidas que se tienen que poner sobre el tapete han de ir en la dirección de redefinir el despido y sus causas para hacer que la ruptura del contrato sea el último recurso, y siempre con una justificación.
De esta manera, a corto plazo, no habrá cambios en el campo de las indemnizaciones. Cabe recordar que en España las empresas están obligadas a pagar por un despido objetivo o improcedente una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades en contratos a partir de 2012, que es cuando se formularon estas condiciones.
Endurecimiento del despido
La citada reforma del despido, aunque el Ministerio de Trabajo ya la está enfocando, se abordará en la segunda fase de la derogación de la reforma laboral, que se considerará una vez se hayan solventando los ‘aspectos más lesivos’, que es lo que corresponde a los convenios y a la subcontratación y que ya se está negociando en el Diálogo Social con sindicatos y patronales.
En el caso del despido, se van a abordar sus mecanismos y sus fórmulas. ¿El objetivo? Endurecerlos de manera que despedir no sea tan ‘fácil’ para las empresas.
“La clave está en la reforma del despido y en las nuevas modalidades”, admitía la ministra Díaz en su intervención en la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados, donde también aclaró que todo lo que se aborde se tratará antes en el Diálogo Social.
Trabajo acumulado
La ‘contrarreforma’ laboral y la reforma del despido son solo dos de los frentes que tiene abiertos la ministra de Trabajo. Después de subir el salario mínimo a 950 euros y suprimir el despido por acumulación de bajas médicas, cabe recordar que le ha declarado la guerra a los falsos autónomos, concretamente a las empresas que obligan a los trabajadores a acogerse a esta fórmula para evitarse pagar las correspondientes cotizaciones.
Para ello recurrirá al Plan de Trabajo Digno, inaugurado por el Gobierno con Magdalena Valerio al frente de Trabajo, que ya está en marcha, empleando elementos de ‘big data’ para recabar y acabar con situaciones fraudulentas.
Además, también va a abordar una importante reforma del sistema de subsidios por desempleo, para ampliarlo y mejorarlo. Como ya ha contado Invertia, el departamento tiene previsto abordar este cambio sin aumentar la partida presupuestaria actual y espera tener el nuevo modelo aprobado en noviembre.