La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, recordó este martes que las medidas adoptadas el pasado fin de semana para endurecer el confinamiento dejando a la economía en estado de "hibernación" serán positivas para la economía en tanto que permitirán atajar antes los contagios.
Invertia ha preguntado a cinco conocidos economistas de prestigio sobre el alcance que tendrá esta decisión en términos económicos: Íñigo Fernández de Mesa, Emilio Ontiveros, Rafael Doménech, Lorenzo Bernaldo de Quirós y Juan Ignacio Crespo.
Todos coinciden en que frenar el avance de la pandemia es el primer paso para reactivar la economía. Pero hay discrepancias sobre si la hoja de ruta seguida por España ha sido la adecuada y diferentes ideas sobre las recetas con las que se tendrá que reactivar la economía para salir de esta crisis. Eso sí, todos coinciden en que los poderes públicos tendrán que proteger y ayudar a las empresas para que sea posible la deseada recuperación.
Íñigo Fernández de Mesa
Tras las tiranteces entre el Gobierno y el mundo de la empresa por el endurecimiento de las medidas de confinamiento, el presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y vicepresidente de la CEOE comienza aclarando que los empresarios no están "en contra de las decisiones que recomiendan las autoridades sanitarias, pero sí de la improvisación".
En ese contexto, pide "que las medidas sean contundentes". "Los empresarios no queremos que esto se prolongue sino que se reactive la actividad cuanto antes", explica Fernández de Mesa.
El también senior advisor de Rothschild señala que si se hubiera dado tiempo a la empresa y a la industria para prepararse para esta 'hibernación' hubiera sido menos dañino para la economía.
Llegados al momento actual, Fernández de Mesa afirma que "no se puede hacer cargar a las empresas con todo el coste". Además, considera que el Gobierno debería estar trabajando ya en un plan para que los empresarios puedan adaptarse al fin de la cuarentena en caso de que sea gradual y que contemple estímulos para el sector privado. "Será importante contemplar medidas de flexibilidad. A medida que sean más inflexibles, quebrarán más empresas", advierte.
A medida que las medidas sean más inflexibles, quebrarán más empresas
Ante el discurso social del Gobierno, el presidente del IEE recuerda que "también hay empresas vulnerables y ahora mismo son cientos de miles". Se trata de empresas y autónomos que viven al día y a las que el "coste brutal" de este shock ha dejado sin capacidad para hacer frene a sus pagos más allá de un mes o mes y medio.
Emilio Ontiveros
El presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, coincide con el diagnóstico del Gobierno de que "limitar la movilidad de la gente es aconsejable para neutralizar y paliar el contagio" y aunque reconoce que "la extensión del virus mantiene una correlación estrecha con la paralización económica", también recuerda que "ya había un grado de cuarentena empresarial importante en España".
En ese sentido, para Ontiveros, "la decisión que se ha tomado no supone paralizaciones adicionales muy significativas porque la importancia del sector industrial en España es menos relevante que en otras economías". Ayudaría también el hecho de que coincida de forma parcial en el tiempo con la Semana Santa.
Sin embargo, ese diagnóstico no impide que el presidente de AFI dibuje un negro panorama empresarial para el medio plazo. "La tasa de mortalidad empresarial ya era elevada antes incluso del estado de alarma. Los primeros brotes de contagio pusieron de manifiesto que las empresas de servicios presenciales muy pequeñas iban a sufrir", explica.
"Me temo que cada día que pasa que en un país con un censo empresarial tan dominado por empresas con escasa capacidad defensiva y en sectores muy vulnerables, como servicios presenciales (bares, pequeños comerciales…), esta cuarentena va a tener un impacto grave", pronostica.
En un país con un censo empresarial dominado por empresas con escasa capacidad defensiva y en sectores vulnerables la cuarentena va a tener un impacto grave
Sobre las medidas para paliar los efectos de esta crisis, Ontiveros considera que las recetas pasan por más cooperación europea, no solo a través del MEDE, sino fomentando las inversiones desde el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y por soluciones sin tabúes.
Tanto es así que el presidente de AFI no descarta que se tenga que poner sobre la mesa dinero para nacionalizar empresas de forma transitoria, como hizo Estados Unidos con la crisis financiera de 2007. Y es que advierte que también hay muchas grandes empresas españolas que lo van a pasar muy mal por los efectos de esta crisis.
Lorenzo Bernaldo de Quirós
El presidente de la consultora Freemarket Corporative Intelligence califica de "desesperada" la situación para un país como España en el que las pymes representan el 99,8% del tejido empresarial y solo el 0,2% son empresas de más de 250 trabajadores.
"De ese porcentaje, además, más de la mitad son micropymes de hasta cuatro trabajadores. Son empresas que van muy justas de tesorería y circulante y funcionan al día. No tienen aguante financiero", advierte.
Bernaldo de Quirós añade a ese negro paisaje otro dato: la mayoría de las empresas son del sector servicios y "una venta que no realizan, es una venta que pierden para siempre".
En este contexto, no comparte las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno en sus primeros planes de choque al considerar que no tienen en cuenta esa realidad empresarial. "Las pymes tienen muchísima dificultad y los ERTE no les sirven para nada porque ni saben cuándo volverán a tener actividad, ni saben cuándo podrán volver a contratar trabajadores".
"Va a haber muchísimos cierres de pymes. La mortandaz empresarial va a ser demoledora. Las grandes empresas tienen más colchón financiero, más capacidad de aguante y más margen para adoptar medidas, como el teletrabajo, porque casi todas están digitalizadas", explica.
Va a haber muchísimos cierres de pymes. La mortandaz empresarial va a ser demoledora
Así, los avales aprobados por el Gobierno para dotar de liquidez a ese tejido empresarial no servirán para sostener a empresas que están abocadas al cierre, según el economista y columnista de Invertia y El Español. Haría falta un plan más acorde con la realidad del país para afrontar esta crisis. Y Bernaldo de Quirós es escéptico con la posibilidad de que la solución a los problemas de la empresa española llegue de la UE con algún tipo de fórmula como los llamados 'coronabonos'.
Rafael Doménech
El responsable de análisis económico de BBVA Research coincide en que "las medidas de confinamiento han mostrado ser las más útiles para frenar la expansión del virus y evitar el colapso del sistema sanitario, que en estos momentos es lo prioritario". Sin embargo, puntualiza que "endurecer las medidas de confinamiento tienen un elevadísimo coste económico".
"En muchas ocasiones es difícil distinguir lo que es esencial de lo que no lo es. Las cadenas de producción son complejas y las necesidades básicas de la sociedad y de sus sistemas sanitarios requieren inputs de muchas empresas y sectores. Una actividad que aparentemente no es esencial puede formar parte de una cadena o servicio que sí lo es", señala Doménech.
Una actividad que aparentemente no es esencial puede formar parte de una cadena o servicio que sí lo es
El economista, profesor de la Universidad de Valencia, considera necesario un plan para ayudar al sector privado a hacer frente a este parón. "Las empresas, en particular las pequeñas y autónomos que no puedan acogerse a la prestación por cese de actividad, necesitan poder aplazar cotizaciones sociales, impuestos y otras obligaciones tributarias ordinarias mientras no estén generando ingresos, como medida de alivio a los posibles problemas de liquidez", advierte.
Después, una vez que la emergencia sanitaria esté contenida y se supere el riesgo de colapso hospitalario, "lo prioritario es reactivar la economía cuanto antes, con una reapertura de la actividad de las empresas bajo medidas de seguridad que garanticen que no se produce un rebrote en la expansión del virus".
Y esto pasa por hacer "cuanto antes pruebas masivas a la población para comprobar quienes están ya inmunizados y, por lo tanto, listos para volver a trabajar y poner en marcha la economía de nuevo".
El resto de la población tendría que ser identificada por grupos de riesgo. "Las nuevas tecnologías como las aplicadas por algunos países asiáticos pueden ser de gran ayuda para reactivar el funcionamiento de las empresas y asegurar que no se produce el rebrote", concluye.
Juan Ignacio Crespo
El matemático y analista económico fue una de las primeras voces en pedir, a través de sus artículos semanales que se publican los lunes en este periódico, un confinamiento para hacer frente a la epidemia. "China nos regaló un virus y una bola de cristal", suele decir.
Ahora, preguntado por las últimas medidas anunciadas por el Gobierno para reforzar la cuarentena afirma que éstas "son malas para la economía, pero si no se toman todavía será peor".
Las nuevas medidas de confinamiento son malas para la economía, pero si no se toman será todavía peor
"Habría que haberlo hecho antes. No haber tomado medidas más duras hace 15 días significa que ahora tenemos otros 15 días de medidas duras y todavía me parecen blandas". Crespo considera que "no reconocer que las epidemias se cortan con cuarentenas es uno de los grandes errores" que están cometiendo todos los gobiernos.
También aboga por poner en marcha un plan ambicioso para ayudar al sector privado y lo concreta en una actuación sobre la mora de la deuda nacional. "Sería fundamental aplicar a todo una mora de la deuda: alquileres, hipotecas, impuestos, incluido el IVA... Si el Gobierno no tiene recursos para suportar eso durante dos meses, tiene la ventanilla del Banco Central Europeo".
La última premisa de Crespo es subvencionar solo al que no tenga ahorro y su modelo preferido para hacer frente a esta crisis es el de Dinamarca: "que no se despida y el Gobierno pague el 75% del salario".