Tras la indignación surgida en torno a la inspección de trabajo que el ministerio dirigido por Yolanda Díaz envió en mayo al campo español con preguntas sobre posible esclavitud, alambradas reclusivas y magulladuras en los trabajadores agrarios y ganaderos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha indicado esta mañana que se trata, sin duda, de un planteamiento "desafortunado" y ha querido recordar a la ministra de Unidas Podemos que "la esclavitud en España acabó en 1886".
Planas ha defendido al sector que pidió el cese de la ministra tras la polémica sentenciando hoy ante los micros de la Cadena Cope que "en ninguna ocasión se debe de poner en tela de juicio a nuestros agricultores y ganaderos".
El ministro socialista ha explicado, no obstante, que las inspecciones de trabajo son parte del trabajo administrativo habitual y que justamente sirven para identificar actitudes no apropiadas por parte de los empresarios pero que insinuar actitudes de esclavitud en el campo español es "desafortunado".
Exportaciones en el Covid
Así mismo, Planas ha adelantado que en lo que a exportaciones se refiere el sector ha logrado vender 6.000 millones de euros más a mercados internacionales durante la primera quincena de la pandemia del Covid- 19. Planas ha indicado que España ha conseguido abrir sus exportaciones a nuevos mercados "como China y filipinas, e incluso el ovino a Arabia Saudita".
Un logro que ha valorado como muy positivo para la economía española en plena crisis económica.
En cuanto a las caídas en el sector del aceite de oliva, el ministro ha indicado que "existe un desajuste estructural entre la oferta y la demanda" que ha provocado que haya parte del sector del olivar que "esté vendiendo por debajo de costes de producción". Así, "hemos vendido más de un millón de toneladas pero teníamos un stock de 750.000 toneladas del año pasado acumulado", ha argumentado.
Apoyo al aceite de oliva
El ministro ha explicado que por ello desde el ministerio se ha trazado un paquete de medidas de apoyo basado en tres ejes. "El primero, lograr que ese desajuste entre la oferta y la demanda pueda delimitarse", ha expresado. Esto se lograría, "intentando limitar la producción"para que no haya excedente de oferta.
El segundo se dirige a la ampliación del mercado internacional y el tercero a la calidad y la trazabilidad del producto. "Hay que conseguir diferenciar la producción del olivar tradicional a la del intensivo para salvar al tradicional", ha asegurado.
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