El expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ha posicionado públicamente del lado del candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, en la carrera presidencial estadounidense. En un evento de la gestora americana Principal Global Investors, el exdirigente europeo ha apuntado que una victoria de Biden allanaría el camino para cerrar la guerra comercial.
En un escenario económico en el que “el papel de China es cada vez más relevante y el acuerdo comercial esperado entre China y Estados Unidos se daba por hecho, las cosas han ido a peor. China no tiene prisa y EEUU sí por la cercanía de las elecciones”, ha indicado Juncker.
El expresidente de la CE ha expresado sus dudas respecto al final de la guerra comercial en el caso de que el republicano Donald Trump resulte vencedor, porque “reforzará su postura agresiva o, al menos, mantendrá el statu quo actual”. Por el contrario, se muestra más optimista en el caso de que Biden resulte elegido, ya que “está mejor preparado para la diplomacia global y podría facilitar la mejora en las relaciones internacionales”.
Respecto al papel de Europa, Juncker ha aclarado que “no quiere hacer de árbitro entre ambas potencias, mientras conserva su posición de aliado preferente de EEUU y ha aumentado sus lazos comerciales con China en los últimos tiempos”.
En el momento más crítico de la segunda ola del coronavirus, el luxemburgués se ha mostrado partidario de la cooperación internacional en la respuesta a la pandemia. "Compartir información y estrategias de respuesta entre los países puede ser la última oportunidad para el multilateralismo”, ha defendido.
Nuevas vías de ingresos
En este contexto de crisis, Juncker ha alabado la política monetaria expansiva del BCE, que ha sido "adecuada para este momento inicial de la crisis", aunque ha urgido a coordinar medidas fiscales por parte de los Estados europeos para apoyar la recuperación económica. También ha abogado por “una mayor creatividad en la vertiente fiscal, por ejemplo con nuevos impuestos a las grandes multinacionales de Internet”.
Juncker espera “la continuidad de los tipos de interés bajos” para seguir apoyando el crecimiento, y que los países impulsen un “crecimiento sostenible, que tenga en cuenta los objetivos de acuerdos mundiales como el de París 2015 para luchar contra el cambio climático”.
Perspectivas de inversión
En el evento, Principal Global Investors, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, ha dado a conocer sus perspectivas de inversión para los próximos meses. Después de una primera parte del año dañada por la Covid-19, la firma espera una "amplia recuperación" tanto en los países desarrollados como en Asia. "Los cambios que los gobiernos y los bancos centrales aplican en la política monetaria y fiscal son estructurales y permanecerán en el largo plazo", pronostica la gestora americana.
Como expertos en gestión multiactivos, Principal cree que el diseño de una cartera en el largo plazo deberá incorporar un "elevado nivel de riesgo", y los gestores deberán tener en cuenta la gestión de la volatilidad para alcanzar "retornos interesantes".
Pese a la guerra comercial, las perspectivas para la renta variable y la renta fija en los mercados emergentes, sobre todo China y el resto de Asia, son favorables. En un informe reciente sobre emergentes, la gestora aseguraba que, "aunque a corto plazo es posible que reine la incertidumbre, la tesis de inversión estructural a largo plazo sigue siendo tan sólida como siempre" para estos mercados. Así, las temáticas ligadas a la tecnología y el consumo interno están ayudando a reducir el carácter cíclico de los mercados emergentes.
Para Binay Chandgothia, director general de Principal Global Investors, la tensión social causada por la pandemia podría manifestarse en forma de disturbios que frenarían aún más la recuperación. En este caso, opina, una forma de proteger las carteras frente a una posible oleada de desglobalización consiste en abrir posiciones 'core' en mercados impulsados principalmente por el consumo interno y unos favorables factores demográficos (como China, India o Indonesia), y combinarlas con exposición a países que podrían beneficiarse de una reorganización de las cadenas de suministro (caso de la propia India o México).