Emprender en tiempos de crisis es algo difícil de imaginar. A esto hay que sumar la elevada tasa de paro juvenil, que a cierre del pasado año alcanzó el 40,7%. El resultado de estos ingredientes supone que ocho de cada diez jóvenes empresarios consideren que en España no existe un ecosistema favorable para la creación de empresas.
El sector del emprendimiento vive una etapa compleja. Además, el 78,2% de las personas que han emprendido reconocen que esta opción profesional no se encuentra en estos momentos bien valorada por la sociedad, según los datos recogidos en el ‘Indicador CEAJE de Emprendimiento’ elaborado por la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE).
"Para salir de esta crisis vamos a necesitar la creación y el desarrollo de miles de nuevas empresas. En esta coyuntura, creemos que conocer la experiencia directa de quienes ya han emprendido nos otorga un conocimiento muy valioso sobre qué tiene que mejorar en España para que esto suceda", ha señalado Fermín Albaladejo, presidente de CEAJE.
Miedo al fracaso
Emprender no significa tener éxito. Las start-ups son conocedoras del riesgo que entrama lanzar un nuevo servicio al mercado y las posibilidades de no lograr un buen emplazamiento que asegure su supervivencia.
Con todo, el 90,9% de los consultados creen que un fracaso empresarial lastraría su futuro profesional por culpa de las cargas generadas. La cultura empresarial de España en este sentido contrasta con la presente en otros países, donde "el fracaso empresarial está normalizado".
Nuevo ecosistema
Los entrevistados demandan una serie de medidas concretas para hacer posible un ecosistema emprendedor en España. De esta manera, seis de cada diez consideran primordial una reducción de cargas impositivas para estimular la puesta en marcha de nuevas empresas.
El objetivo de esta propuesta no es otro que el de aligerar el esfuerzo económico que una empresa debe asumir en sus primeros pasos. En esta línea, el 43,6% de los emprendedores consideran que existe un exceso de burocracia y trámites administrativos, que también complican la aparición de nuevas empresas.
Precisamente estas trabas administrativas son las que dificultan, según un 58,3% de los encuestados, que puedan acceder a una línea de financiación. Por otro lado, los emprendedores que sí logran obtener algún tipo de impulso económico consideran en un 45,7% que los importes han tenido un impacto menor.
Los jóvenes emprendedores reclaman al Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, la subsecretaría que depende de Presidencia y que está liderada por Francisco Polo, una mayor flexibilidad en las etapas iniciales y el desarrollo de medidas que acompañen en las etapas de consolidación y crecimiento.