Los bandazos del PSOE con los ricos: de crear las sicav con Felipe González al impuesto “temporal” de Montero
Los socialistas crearon las sicavs y luego le metieron la tijera. También bonificaron al 100% el Impuesto sobre el Patrimonio y luego lo resucitaron.
24 septiembre, 2022 02:53Impuesto a los ricos, no. Impuesto a los ricos, sí. Como si se tratara de deshojar una margarita, el PSOE ha ido quitando pétalos. Si el pasado mes de junio rechazó elevar los impuestos a quienes más tienen, esta semana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dado otra vuelta de tuerca y ha confirmado que habrá un impuesto “temporal” a las grandes fortunas que entrará en vigor el 1 de enero.
Fue el pasado 7 de junio cuando los socialistas se opusieron a tramitar una proposición de ley de sus socios de Gobierno (Unidas Podemos) para crear una nueva figura fiscal. Dicha figura tendría como fin que las fortunas superiores a los 10 millones de euros tributaran más. Constaba de ocho tramos y tipos marginales de entre el 3,6% y el 5%.
El PSOE argumentó su rechazo diciendo que no era el momento debido a la situación actual de crisis. Votaron en contra, junto a PP y Vox. Según Patricia Blanquer, diputada socialista, era “una propuesta no consensuada, con riesgo de solapamiento y con dudosa eficacia recaudativa”.
Ahora el cuento ha cambiado. Y lo ha hecho como respuesta a la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio en Andalucía. “Desde hace varias semanas trabajamos en la cuestión”, dijo Montero en el Congreso donde reconoció que la cuestión “se ha acelerado” por la decisión de bajar impuestos en algunas regiones gobernadas por el PP. De lo que se sabe, se tramitará como proyecto de ley, tendrá una duración de dos años, y se pretende que esté aprobado por las Cortes antes de que concluya 2022. ¿Su mecanismo real? Hay que esperar a conocer la letra pequeña.
No es la primera vez que el PSOE presenta contradicciones en su ‘relación’ con los más ricos. Para empezar, fue Felipe González quien creó las SICAV (Sociedades de Inversión de Capital Variable) allá por 1985. Sociedades que permitían a sus titulares jugosas ventajas fiscales. Y fue el 30 de junio de 2021 cuando el Congreso aprobó el Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. De esta forma, el Gobierno de Pedro Sánchez ha endurecido los controles a estas sociedades.
Evitar la marcha de los ricos
Hay que remontarse a 1985 para ver el nacimiento de las SICAV. Entonces gobernaba en España el PSOE de Felipe González. Y su ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, desarrolló este tipo de sociedades que, entre otras características, permitía a sus titulares tributar sólo el 1% en el Impuesto de Sociedades (frente al 25%).
¿La razón? Que los ricos no hicieran las maletas cargadas de billetes (metafóricamente hablando) y se marcharan a otros países. Preferían que aportaran algo a las arcas públicas, por mínimo que fuera, que nada. Siendo ministra Elena Salgado, el argumento se repitió.
Otro socialista, Luis Solana, resumió lo que eran las SICAV de la siguiente manera: “Si un rico ahorrador obtiene plusvalías en sus operaciones paga un 18%. Pero si lo hace con una SICAV, paga el 1%”. Por tanto, según sus palabras, era “un entramado hábil, legal e injusto”.
Desde 2021, con el propósito de “modernizar el sistema tributario español y adaptarlo a los retos del siglo XXI”, el Gobierno de Sánchez ha enmendado la plana a los ricos con sicavs. Hasta entonces, el único requisito era un capital mínimo de 2,4 millones de euros y 100 partícipes. Requisitos que cambian: inversión mínima de 2.500 euros, o de 12.500 euros en el caso de una sociedad por compartimentos para los socios que, como mínimo, tienen que ser 100.
Según el Gobierno, antes del cambio, no se exigía a los miembros una inversión mínima. Esto propiciaba concentraciones muy elevadas en una o varias personas “mientras que el resto del accionariado se reparte entre socios con participaciones económicamente insignificantes”. Es decir, que era el patrimonio de una sola familia y el resto de partícipes eran los conocidos como ‘mariachis’. Por tanto, así se desvirtuaba su carácter colectivo que justificaba la aplicación del gravamen reducido.
El resultado es que, en el último año, han cerrado una de cada cuatro sicavs que operaban en España. En total, se han disuelto 1.679 sociedades, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así, sólo quedan operativas 448. Y el patrimonio que ha ‘volado’ ha sido de 17.626 millones de euros. Han pasado de tener bajo gestión 29.026 millones de euros a 11.400 millones (un 39% menos). El mal menor es que el 86% de su cartera estaba invertido en activos fuera de España.
Patrimonio de ida y vuelta
Más allá de las sicavs, el otro ‘frente abierto’ del PSOE con los ricos tiene que ver con el Impuesto sobre el Patrimonio. El mismo se remonta a 1977, en plena transición política, y se cedió su regulación a las comunidades autónomas.
En 2008, siendo presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el PSOE incluyó en su programa electoral dos ideas respecto al mismo: se había quedado obsoleto y gravaba el ahorro de las familias de rentas medias. Por eso, y antes de la celebración de las elecciones, se había bonificado al 100%. No suprimido.
Sin embargo, la crisis económica hizo que sufriera un particular frenazo y marcha atrás. Es decir, que Zapatero lo restituyó en septiembre de 2011. El motivo era recuperar 2.000 millones de euros cada año. Voces del PSOE dijeron que, si no se hubiera bonificado, se hubiera evitado la congelación de las pensiones.
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ya había abierto la puerta a recuperar el impuesto un año antes. Con su vuelta, el PSOE trató de contentar a una clase trabajadora y a los pensionistas descontentos por el castigo que había supuesto para su bolsillo la subida del IVA. Un renacer, el del Impuesto sobre el Patrimonio, que hizo que se le conociera como el ‘impuesto zombi’.
“Me parece bien que cuanto más se gane, más se pague, que no está claro que se haga así”, dijo por aquel entonces Felipe González. El mismo que había creado las sicavs. Más adelante, en 2011, siendo líder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso un impuesto sobre las grandes fortunas.
Pedro Sánchez, entonces, dijo que Mariano Rajoy estaba “a la derecha de la derecha europea” por oponerse. Hace tres meses, el partido que él dirige, se opuso a un impuesto similar propuesto por sus socios de Gobierno. Ahora, y ante la política del PP en Andalucía, y con vistas a las elecciones del próximo año, ha vuelto a deshojar otro pétalo de la margarita de los impuestos a los ricos. Y ha salido sí.