Si no hay retrasos de última hora, el Gobierno llevará este jueves al Congreso un proyecto de Presupuestos que debería entrar en vigor el próximo 1 de enero para cubrir las necesidades del Estado en un año marcado por muchas citas electorales en España.

En esas cuentas, se ha disparado el gasto social hasta la mayor cifra de la historia: 266.719 millones de euros. Una cuantía con la que el Gobierno espera financiar la subida de las pensiones un 8,5% -dato que confirmará en noviembre-, el incremento salarial de los funcionarios, nuevas ayudas por la crianza de los hijos, más partidas para Dependencia, la prórroga de la ayuda de 250 euros para el alquiler de los jóvenes o el aumento del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

[El Gobierno subirá un 8,5% las pensiones y mantendrá el tren gratis en 2023 en los PGE que llevará al Congreso] 

Además, el Ejecutivo ha decidido transformar en estructural una de las medidas estrella de su último paquete para hacer frente a la inflación derivada de la guerra de Ucrania. En concreto, la gratuidad del tren de Cercanías, Rodalíes y Media Distancia de Renfe. Una partida para la que destinará a partir del próximo año 700 millones de euros.

Sin embargo, habrá otras medidas que arrancaron como temporales en 2022, pero se extenderán en 2023 -sin llegar a ser consideradas como estructurales-. En esos casos, el Gobierno las financiará con un colchón no recogido en su proyecto de Presupuestos.

Entre esas medidas, se incluyen las rebajas al IVA del gas y la electricidad, paquetes anticrisis para sectores afectados o la subvención a los carburantes.

Son ayudas temporales que terminan de aquí a final de año, pero que el Gobierno considera que habrá que prolongar en 2023. Hasta ahora, han tenido un impacto presupuestario de 30.000 millones de euros (sin incorporar la excepción ibérica por no tener consideración de gasto).

Asumir más gastos

Gracias a la buena evolución de la recaudación tributaria en los últimos meses, esos paquetes de medidas no impedirán que España cumpla con el objetivo de déficit del 5% en 2022, pese a ese gasto que no fue previsto en las cuentas que se elaboraron hace un año.

Ahora, Hacienda está preparada para asumir más gastos extraordinarios fuera de los Presupuestos. Y pese a ello, confía en cerrar 2023 con un déficit del 3,9%, ya que ha guardado un colchón procedente de dos frentes, según ha podido saber este periódico.

Fuente: Ministerio de Hacienda

Por un lado, las subidas fiscales focalizadas en los 'ricos' que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aprobó la pasada semana y cuyo efecto total no está recogido en las cuentas públicas. Por otro, el impacto que la subida de la inflación seguirá teniendo en la recaudación.

El proyecto de Presupuestos contempla un aumento de la recaudación del 7,7% en 2023. Ese aumento de los ingresos procede de una subida del 7,7% tanto en el IRPF, como en el Impuesto de Sociedades, otra del 5,9% procedente del IVA y una última del 8,2% de los impuestos especiales.

Fuente: Ministerio de Hacienda.

Es una previsión que, en la rueda de prensa celebrada este martes tras el Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda calificó de "conservadora". 

Fuentes conocedoras de las cuentas públicas dan por hecho que la recaudación será mayor en 2023. De ahí la confianza en poder tener listo ese 'colchón' para seguir aprobando medidas sociales que den cobertura a distintos colectivos.

Cifra récord

También la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, incidió en la idea de que las cuentas elaboradas por el Ejecutivo se han asentado en cuatro principios: "prudencia, responsabilidad fiscal, justicia social y modernización económica".

En el Gobierno se defiende que el límite de gasto no financiero para 2023 "solo crece un 1,1%", pese a ser un año electoral. En todo caso, es una cifra récord, de 198.221 millones de euros, en un contexto de incertidumbre económica.

De hecho, en la víspera de presentar este proyecto de Presupuestos, Calviño volvió a rebajar la previsión de crecimiento de 2023, hasta el 2,1%.

Además, aunque en el cuadro macroeconómico se contempla un ligero aumento del consumo privado en 2023, lo que se refleja es que el impulso al crecimiento vendrá más del aumento del gasto público que pasará de ser del -1 en 2022 al +0,4 en 2023.