"No termina de remontar". La situación de la economía sevillana, ya en clara ralentización, hace que el empresario alce la voz para pedir una acción conjunta para "impulsar, de una vez, la economía sevillana", maltratada por la inflación y la inestabilidad política, señalan voces destacadas a este periódico.

La grieta se abre ante unas cifras tozudas. El PIB de Sevilla se situará en el 2% a final del año, un nivel inferior al 2,4% y 2,3% estimados para España y Andalucía. Lo acaba de advertir en un reciente informe la Universidad Loyola Andalucía, con la colaboración del Colegio de Economistas de Sevilla y la Caja Rural del Sur. 

Y éstas son cifras más halagüeñas que las que pronosticaban en su anterior Barómetro; en octubre creían que sería del 1,6%. El rosario de malas noticias ha llevado esta semana a que la patronal ya hable abiertamente del mal momento y pida empuje y sobre todo un consenso porque justamente las desavenencias del largo ciclo electoral, consideran, han pasado factura a la economía.

[El crecimiento económico de Sevilla se ralentiza en 2023 a pesar de la estabilización de los precios y el empleo]

"Es el momento de sumar y de no dividir, ya que esto no es sólo malo para las instituciones, lo es, sobre todo, para Sevilla y sus ciudadanos", enfatizaba el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, Miguel Rus en la entrega de premios de la confederación.

Una mujer compra en un mercado. Europa Press

¿Qué está pasando con la economía sevillana? Todo se ha torcido en el segundo semestre, y no solo por la incertidumbre con lo que podría pasar a nivel político a raíz de las elecciones a finales de julio.

También ha entrado como un huracán la inflación, que se desbocó en el periodo estival en algunos productos esenciales, como el aceite de oliva, y ha trastocado las cuentas. Domésticas y empresariales.

Caída "en picado" del consumo

Sobre todo se ha visto afectado el comercio y el sector servicios, pilar fundamental de la economía sevillana. "Se puede decir que en los seis primeros meses las cifras comparativas con el año 2022 iban muy por encima. Entre el 2,5% y el 3% en ventas", señala a EL ESPAÑOL de Sevilla Tomás González, presidente de la Confederación Provincial de Comercio, Servicios y Autónomos de Sevilla (Aprocom).

Estaban por ello "esperanzandos en que se fuera marcando la sintonía de la recuperación", pero entonces llegó la caída del consumo.

Y fue "en picado". "Fue un verano un poco atípico con respecto al verano de 2022 y ahora pues tememos que acabemos el año por debajo de lo que fue el 2022", comenta, a la espera de que la Navidad insufle aire, aunque en ningún caso permitirá igualar las cifras.

"Con el bajón que hemos tenido después de las elecciones pues no va a ser posible", apunta, teniendo en cuenta la inflación, "el factor clave", que ha acabado por espantar al cliente.

"El consumidor para consumir tiene que estar tranquilo, ver que todo a su alrededor está en orden... son muchos los factores que influyen, entonces todo esto y la subida desmesurada de precios en la cesta de la compra pues hace que al final el consumidor si tiene 10 para consumir pues se retrae algo", resume.

El turismo, en busca de otros mercados

El otro gran sostén de la economía sevillana, el turismo, también está muy pendiente del contexto internacional.

"Tenemos conflictos que no teníamos el año pasado. El mar Rojo, el conflicto en Gaza... los países motores, además, están gripados, como Alemania, que es vital para la UE", apunta Manuel Cormax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla (AHS).

Son situaciones que hacen que, pese a haber superado este año los números del excelente 2019, el sector esté en alerta. Porque el golpe de la inflación se ha sentido en toda Europa y puede hacer que los viajeros de los principales mercados, como el Reino Unido, se lo piensen dos veces. 

"Pensando que el turismo se basa en el excedente económico que haya en otros países, pues entonces hay que estar a la expectativa viendo toda esta situación. La demanda de Sevilla es muy fuerte, está de moda, tenemos muchos atractivos para seguir manteniendo la demanda", comenta.

Pero se va a abriendo paso ya la idea de apostar por otros mercados que puedan suplir eventuales baches de los tradicionales. 

"El banderazo lo tenemos que poner en Fitur. Estamos ahora mismo en un momento de incertidumbre en el que estamos mirando a un tipo de clientela nueva. Sigo creyendo mucho en los mercados del sur de Estados Unidos y Latinoamérica… Sobre todo México y el sur de Estados Unidos, donde están al margen de conflictos y podemos crecer", indica.

Es una estrategia que se ha ido desarrollando sotto voce en los últimos meses. De hecho, la celebración de los Grammy en Sevilla se entendió en el gremio hotelero como una excelente oportunidad para mostrar la oferta de la ciudad, donde han florecido los hoteles de cuatro y cinco estrellas.