"Estos años han estado marcados por la sucesión de acontecimientos inauditos, como la pandemia, y los vaivenes de la economía y de la inflación", afirma Hernández de Cos en un artículo publicado este lunes en el blog del Banco de España. Unas condiciones que han hecho todavía más compleja la labor del organismo.

Como recuerda el ya exgobernador, al comienzo de su mandato, en 2018, la economía española "estaba recuperando el pulso". Sin embargo, esa recuperación "fue cortada de cuajo por la sucesión de graves acontecimientos". Se refiere así a la pandemia, la incipiente inflación de 2021, después agravada por la invasión rusa de Ucrania, la crisis bancaria de 2023 -que no fue más allá de Estados Unidos y Suiza- y, por último, la guerra en Gaza.

No obstante, Hernández de Cos apunta que la situación económica se ha estabilizado. "La lucha contra la inflación va por buen camino, lo que nos ha permitido comenzar a reducir los tipos de interés (...). En paralelo, se ha mantenido la estabilidad financiera y nuestro sistema bancario cuenta hoy con mayores niveles de solvencia y liquidez".

Con todo, destaca en su carta de despedida esa advertencia sobre la posición de Europa en el orden mundial. Un problema, el de quedar rezagado, que se aplica específicamente a España, que "lleva ya más de una década sin conseguir converger de modo sostenido en renta per cápita con el resto de nuestros socios europeos".

Como ya aseveró durante su última intervención en el Congreso de los Diputados, revertir esas tendencias "requerirá ambición y grandes acuerdos políticos". Más crucial todavía, apunta Hernández de Cos, por vivir "una era de incertidumbre y transformaciones que exige mantenerse alerta".

Más allá de la coyuntura económica, el líder del regulador entre 2018 y 2024 asegura que, durante su mandato, se ha contribuido a "aumentar la presencia, impacto e influencia externa del Banco de España". Asimismo, indica, el organismo ha alcanzado "mejoras significativas en la flexibilidad, agilidad y eficiencia".