Representación física de un bitcoin delante de un gráfico de cotización.

Representación física de un bitcoin delante de un gráfico de cotización. iStock

Economía

Sólo una de cada tres operaciones con criptomonedas reporta ganancias a los inversores

Los datos de la AEAT de 2022 evidencian que las acciones son el activo de inversión más seguro: el 71% de las operaciones da beneficios.

2 julio, 2024 02:16
Laura Piedehierro Roberto Ordúñez

Cualquier inversión comporta un riesgo, pero este es mayor en el caso de las operaciones con criptomonedas. Poco más de uno de cada tres inversores, el 36,6%, obtiene ganancias con la compraventa de monedas virtuales, situando este activo como el menos seguro.

Así se desprende de la estadística de declarantes de IRPF de 2022 publicada este lunes por la Agencia Tributaria (AEAT), según la cual de las 162.716 operaciones con critptodivisas ese año, 103.067 terminaron en pérdidas. Por contra, 59.649 operaciones obtuvieron ganancias.

Los datos del fisco muestran una considerable caída en las ganancias patrimoniales netas por operaciones con monedas virtuales. En concreto, el resultado de restar las pérdidas a las ganancias arroja un beneficio neto de 36.177.185 euros, un 95% menos que un año antes, cuando la cifra se elevó por encima de los 680 millones.

No obstante, cabe resaltar la diferencias entre los contribuyentes con o sin pérdidas. Así, 59.649 personas declararon 254 millones en ganancias (lo que sitúa la media en 4.254 euros), mientras que 103.067 reportaron 218 millones en negativo (una media de 2.111 euros).

Asimismo, el valor de la transmisión fue fundamental, en tanto que sólo se registraron ganancias netas en operaciones a partir de los 50.000 euros; en concreto, ganancias por un valor de 115,2 millones. Por el contrario, las inversiones por debajo de ese umbral registraron pérdidas, en especial las de menos de 3.000 euros, entre las que el resultado negativo supera los 57 millones de euros.

Obligaciones.

Registrar las ganancias obtenidas gracias a las operaciones con monedas virtuales es obligatorio. En el caso de las pérdidas, por el contrario, no es necesario, si bien el contribuyente puede hacerlo para compensar otras ganancias. En cualquier caso, cabe pensar que la AEAT conoce más operaciones en positivo que en negativo, lo que puede elevar el número real de las segundas todavía más.

Las acciones y derechos de suscripción se sitúan en el lado contrario de las cripto. Según los datos de la Agencia Tributaria, el 71,33% de las operaciones con este tipo de activos reportaron ganancias. El saldo positivo neto se elevó en 2022 hasta los 462.364.479 de euros, a una media de 171 euros por contribuyente.

Por debajo de las acciones, pero todavía como activos más seguros que las monedas virtuales, se sitúan las inversiones en inmuebles y fondos de inversión. En el primer caso, la tasa de ganancias alcanza en el 61,62%, mientras que en los fondos se queda en el 48,69%.

Annus horribilis

El 2022 fue el annus horribilis de las criptodivisas. El bitcoin —la criptomoneda más importante del mundo, al suponer más de la mitad del mercado— se hundió un 65,4% en dicho ejercicio. Inició el año cerca de los 48.000 dólares y lo terminó en los en torno a los 16.500. El desplome del ethereum —el segundo activo digital más popular— superó el 67%.

Todo comenzó en mayo con el colapso del ecosistema Terra, impulsor de Luna y de la criptomoneda estable TerraUSD. Las fuertes caídas que desencadenó este hecho provocó las quiebras de los criptoprestamistas Celsius y Voyager, además de la del fondo de cobertura Three Arrows.

Unos meses después, exactamente el 11 de noviembre, la plataforma de inversión FTX decidió acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos para llevar a cabo de manera ordenada su proceso de evaluación y liquidación. Ello supuso la caída de una de las compañías más importantes del sector y que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares.

Todo comenzó unos días antes, cuando el portal especializado CoinDesk reveló que los activos de los clientes de otra empresa relacionada con FTX, Alameda Research, se invirtieron en FTT, el token que emitía la propia plataforma.

Debido a su exposición a FTX y Alameda —compañía relacionada con la anterior—, BlockFi y Genesis Global Capital también se declararon en bancarrota.

Todo ello provocó que el valor conjunto de las criptodivisas cayera por debajo del billón de dólares. La situación ahora es muy diferente, gracias a la recuperación que se inició en 2023.

El mercado de las criptomonedas ahora vale unos 2,4 billones de dólares. Y el bitcoin acumula una revalorización en 2024 cercana al 50% y cotiza muy cerca de los 63.000 dólares. El repunte del ethereum supera el 52%, a un paso de los 3.500 dólares.